5. La dictadura de Primo de Rivera ,5.1las casusas del golpe militar , 5.2 la reorganización del estado

El 13 de Septiembre de 1923 el general Miguel Primo de Rivera, se pronunció contra la legalidad, constitucional, declaro el estado de guerra, y se dirigid al monarca para exigir que el poder pasase a manos de los militares. Alfonso XIII acepto un directorio militar presidido por Primo de Rivera, quien suspendíó el régimen parlamentario constitucional. Con él finaliza el sistema político de la restauración y vuelven los pronunciamientos militares como método para acceder al poder.

DESARROLLO

Primo de Rivera y los sectores que le apoyaron, cercanos a la monarquía y clases dirigentes (Rey, UGT, Diga, burguésía catalana, terratenientes, partidos dinásticos, ejército) defendieron su acción como una solución a la crisis política y a la conflictividad social que atravesaba el país. Para los golpistas entre las razones destacaban: la inestabilidad y bloqueo del turno parlamentario, desprestigio por fraude electoral, el miedo de las clases acomodadas, a un terrorismo de obreros y campesinos, aumento del republicanismo y de los nacionalismos periféricos y el descontento del ejército por el desastre de Annual. Todo el apoyo a la dictadura estuvo influenciado por el deseo de evitar que las cortes exigieran responsabilidades para los hechos de Annual(1921) y en 7-10 días  Primo de Rivera justifico golpe militar mediante su manifiesto inaugural, así anunció su intención de  limpiar el país de caciques y de acabar con el bajididaje político, la indisciplina social y las amenazas de la, unidad nacional. La dictadura fue una solución inconstitucional para frenar la posible reforma del sistema que podía resultar amenazadora para algunos sectores. La dictadura atravesó 2 fases. Hasta 1925 el directorio militar, cuyos miembros eran militares, pero a partir de ese año el gobierno dictatorial incluyó entre sus ministros a civiles como a José Calvo Sotelo en hacienda y Eduardo Aunós en Trabajo. Se pasó entonces al directorio civil (1925-1930) aunque el peso militar siguió siendo importante, y no el régimen no abandono su estilo autoritario. Las primeras mediadas del directorio militar mostraron su carácter dictatorial: suspensión del reg. Constitucional (1876), disolución de las cámaras legislativas, cese de las autoridades civiles, prohibición de los partidos políticos, y de los sindicatos, etc. Todo ello fue acompañado por la militarización del régimen público, y por una represión del obrerismo radical(CNT-PCE). Así mismo para eliminar el caciquismo se elaboro un estatuto municipal y otro provincial. Se disolvieron los ayuntamientos, y se sustituyeron por juntas de vocales de contribuyentes y nombradas por los, gobernadores civiles, de esta manera la regeneración prometida quedo en una farsa, ya que se suspendieron los mecanismos electorales, y la renovación política se limito  a renovar a los caciques. Durante la primera etapa de la dictadura, el conflicto de Marruecos centro el interés de Primo de Rivera, que asumíó el alto comisionado de Marruecos en 1924. (Al año siguiente)en colaboración con Francia, se organizo el desembarco de alhucemas (1925) que se saldo con gran éxito.( Tras varias derrotas, Abd el-Krim se rindió entregándose a los franceses) En 1927 el ejército español dio por concluida la ocupación ¡efectiva de todo el protectorado) en Marruecos.

2 FASE

  A partir de 1926 se fue abandonando la idea de una dictadura transitoria, tras la que se volvería al régimen constitucional, y Primo de Rivera, intento7institucionalizar su régimen para darle continuidad y permanencia. Indudablemente el modelo e influencia del fascismo italiano fue muy clara. El camino hacia un régimen autoritario comenzó con la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva (1927) de carácter corporativo ya que sus miembros serian elegidos por los ciudadanos pertenecientes a grandes instituciones públicas. El sufragio universal quedo en el olvido. Para promover la adhesión al nuevo sistema se creo un partido único que se llamo Uníón Patriótica. La dictadura se beneficio de la buena coyuntura económica iniciada en los «felices años veinte». En ese contexto el régimen puso en marcha un programa de fomento de la economía española en el terreno industrial y las infraestructuras, aunque apenas se ocupo del problema agrario. La idea rectora fue la nacionalización de diferentes sectores, y el aumento de la intervención estatal (autarquía). El estado tuvo un protagonismo notable gracias al fomento de las obras públicas. También aprobó el decreto de protección de la industria nacional, con el cual se prevéía la concesión de ayudas estatales a empresas que no podían competir con el exterior. También se concedieron grandes monopolios como el de telefonía a la Compañía Telefónica Nacional de España, y la exclusividad en la importación, refinado, distribución y venta de petróleo a Campsa. Todo ello fue financiado  mediante los llamados presupuestos extraordinarios, pero se iba acumulando una gran deuda extraordinaria. El mundo agrario siguió en manos de grandes propietarios sin reforma alguna, aunque si promovíó el regadío a través de la creación de las llamadas Confederaciones Hidrográficas, que pretendían el máximo aprovechamiento de los recursos hidráulicos. En el terreno social la dictadura, puso un modelo de regulación del trabajo, que pretendía eliminar los conflictos laborales mediante la intervención del estado, la integración de los sectores moderados del movimiento obrero y la represión de las organizaciones más radicales. Con este fin se creo la Organización Corporativa Nacional que agrupaba a patronos y obreros. Su misión era la reglamentación de los salarios y de las condiciones de trabajo, así como la mediación y arbitraje en caso de conflicto. El sistema fue bien visto, aunque no todos sus aspectos, por una parte del movimiento obrero representada por la UGT. La oposición a la dictadura estuvo integrada por algunos de los líderes de los partidos dinásticos, los republicanos, nacionalistas, comunistas, anarquistas, algunos sectores del ejército y casi la totalidad de los intelectuales. Los antiguos partidos de turno criticaron la excesiva duración del régimen y varios dirigentes participaron en conspiraciones militares como el complot de la «Sanjuanada (1926). Con respecto a los intelectuales y el mundo universitario, la dictadura pretendíó controlarlos mediante la censura, y limitando su libertad, llegando a cerrar las universidades. El conflicto derivo en algaradas y fue el origen de la Federación Universitaria Española (FUE), de carácter republicano. El enfrentamiento de los intelectuales con la dictadura, estuvo protagonizado por figuras como Unamuno, Ortega y Gasset, Blasco Ibáñez, y Menéndez Pidal. En 1924 suscribieron un manifiesto con mas de cien firmas en contra de la política cultural. El conflicto más persistente, se produjo con el republicanismo y los nacionalismos especialmente el catalán. La oposición de los republicanos fue permanente y organizaron la llamada Alianza Republicana, que logro unir a las diversas facciones del movimiento y desarrollar una amplia campaña propagandística en el exterior. En Cataluña las medidas tomadas por Primo de Rivera, como la liquidación de la Mancomunidad (1925), así como la prohibición del uso publico de la lengua catalana y del baile de la sardana, esto provoco un distanciamiento entre los sectores como la Lliga Regionalista de Cambó, que había acogido la dictadura con cierta simpatía. La oposición del catalanismo fue mas decidida, el grupo Estat Cátala, con su intento de invasión armada dirigida por Francesc Maciá desde Prats de Molló(Francia) en 1926.Por ultimo la CNT se mostró contraria al régimen y fue perseguida lo que agravó el enfrentamiento entre radicales y posibilistas. En Julio de 1927 los primero crearon la Federación Anarquista Ibérica (FAI). También el PSOE cambio su posición hacia 1929 cuando rechazo los intentos continuistas del régimen y se pronunció a favor de la república.

CONCLUSIÓN

La oposición a Primo de Rivera, se intensificó cuando el rey y su camarilla se convencieron de que la dictadura era un peligro para la permanencia de la monarquía. En esta tesitura el rey opto por retirar su confianza en el dictador, quien acabo dimitiendo el 30 de Enero de 1930. El general Berenguer fue el encargado de sustituirle con la misión de celebrar unas elecciones que permitieran retornar la normalidad constitucional. La oposición comenzó a organizarse y los republicanos, catalanistas de izquierda y el PSOE acordaron la firma conjunta del Pacto de San Sebastián (Agosto de 1930), un programa para presentarse a las elecciones y constituir un comité revolucionario que debería convertirse en el gobierno provisional de la futura república. Berenguer fue incapaz de preparar las elecciones y en Febrero de 1931 fue sustituido por el Almirante Aznar, que puso en marcha unos comicios en los tres niveles. Decidíó convocar primero las municipales, al considerarlas menos peligrosas para la monarquía y las fijo para el 12 de Abril de 1931. Alfonso XIII se había comprometido excesivamente con la dictadura y las elecciones se presentaron como un plebiscito a favor o en contra de la monarquía. Elecciones que ganaron los republicanos y obligaron la marcha del rey, y la proclamación de la II República el 14 de Abril de 1931.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *