Anarquismo y socialismo en españa

Trayectoria histórica del movimiento socialista


Uno de los problemas planteados es el modelo de periodización. Existen diferentes propuestas al respecto: José Félix Tezanos (Sociología del socialismo español)
propone una periodización de base sociológica, analizando tres elementos característicamente sociológicos que son el electorado, los afiliados y los dirigentes; a los que él llama elementos de cambio y continuidad. 

Otras propuestas abogan por la división del socialismo según ciclos políticos; o la propuesta lanzada por Tuñón de Lara y otros, una periodización al hilo conductor de la Historia Social (el socialismo en la Semana Trágica, en la crisis de 1917…), una periodización en función de las tácticas políticas.
Una última propuesta es la que lanza Elías Díaz (Socialismo en España: el partido y el estado), en la que mezcla criterios de orientación estratégica del partido con criterios sociológicos de implantación política. Según esta propuesta, habrá 5 etapas en la evolución del socialismo: 
1)1879 – 1909, la etapa del aislamiento y de la lenta implantación.  Son los 30 primeros años de su historia, tras los cuales está Pablo Iglesias, que tiene una percepción dicotómica de la sociedad española: existen dos clases enfrentadas, burguesía y proletariado. Él mantendrá esta
postura intransigente de evitar relacionarse con la burguesía.
Su postura se traduce en una táctica de aislamiento. Sobre ello hay un debate historiográfico que gira sobre si esa postura se debe a la actitud de Pablo Iglesia o a la herencia de la Internacional (etapa de pureza del movimiento obrero, durante la I Internacional). Dos tesis doctorales que estudian este aspecto llegan a la conclusión de que la táctica del asilamiento
se debe a la influencia del guesdismo francés.
Esta táctica no da resultados y desde el Congreso de 1894 algunos empiezan, desde dentro, a criticar esa postura, una crítica de la que tenemos datos esporádicos. Desde luego los hechos muestran que la táctica intransigente no estaba dando resultado (Cuadro: en 1908, en 30 años, solo cuentan con 6.000 afiliados y unos 40.000 en el sindicato;
Y tampoco posee electores, lo máximo obtenido en votantes han sido 29.000 en 1903)  Por ello el movimiento socialista necesita una excusa para adoptar un nuevo rumbo, y esa excusa va a ser la Semana Trágica de Barcelona.

2)Etapa de la conjunción con los republicanos, cuyos resultados son los de una implantación política y primeras bases del socialismo en España (1909 1921, cuando se produce la escisión comunista)

A raíz de la Semana Trágica se produce esa conjunción. Esos sucesos de 1909 van a ser el gran pretexto socialista para atreverse a aliarse con otras fuerzas, aunque sea de forma transitoria. Esa alianza se llevará a cabo con los únicos opositores al sistema, los republicanos, alianza hecha pública bajo la bandera del internacionalismo nacional en noviembre de 1909 en un mitin dado en Madrid. Sobre esta alianza luego se supo que existió otra razón para que se produjera: la propia evolución socialista europea. Según Engels, hay que pasar de la barricada al Parlamento, estar dentro de las instituciones.



Con esa conjunción, el socialismo estaría dentro del sistema, y dará buenos resultados: en las elecciones municipales en diciembre de 1909, en el primer sondeo de la coalición, el socialismo, que solo contaba con 23 concejales hasta esos momentos, alcanza ahora los 59; y en las elecciones legislativas de 1910 supera los 40.000 votantes, poseyendo un escaño en el Parlamento, ocupado por Pablo Iglesias. Hay dos autores que van a estudiar la trayectoria parlamentaria de Pablo Iglesias: Antonio Padilla y María Teresa Martínez de Sas).

A partir de estos momentos, el movimiento socialista consigue una expansión cuantitativa, crece numéricamente en el partido y en el sindicato; y un salto cualitativo, consiguiendo, por ejemplo, un electorado propio, una  especie de voto fijo dentro del cual destaca algún intelectual de la España  del s. XX, como por ejemplo Unamuno. Además, consigue un asentamiento geográfico, que posteriormente va a redistribuir y a cambiar, existiendo un lugar en España de votación socialista; y una proyección internacional de partido anti clerical y anti colonialista.
Esta etapa posee también sus altibajos: es una etapa complicada para el socialismo europeo, la etapa de la Primera Guerra Mundial: desde 1913 a 1917 el socialismo europeo está     desconcertado y, por ejemplo, los socialistas  franceses van a votar y aprobar los créditos de guerra de su gobierno. La II Internacional, a causa de esa actitud dispar de los diferentes partidos
socialistas europeos, saldrá herida de muerte de la guerra, lo que llevara a Lenin a proclamar la III Internacional. 

En el caso del partido socialista español, país neutral, en teoría, va a sufrir un importante bajón: en las elecciones de 1916 el número de votantes es de casi 18.000.
Otro aspecto que les afecta es que ya comienzan a salir a flote las tensiones con los republicanos, porque su unión fue un matrimonio muy forzado: existen importantes discrepancias internas, y lo que es más grave, los propios republicanos se dividen internamente: el sector liderado por Melquiades Álvarez abandona las filas republicanas y funda un partido
accidentalista en cuanto a formas de gobierno (el Partido Reformista de Melquiades Álvarez).
Lo que aporta un nuevo impulso va a ser la crisis de 1917, especialmente las consecuencias derivadas de esta.  

La crisis de 1917, una crisis militar, política, obrera, del sistema oligárquico de la Restauración; va a hacer que la UGT sea coherente: está tras la huelga general de agosto de ese año y el pueblo apoyara su actitud (aunque posteriormente los burgueses den marcha atrás). La central sindical socialista prueba que el electorado había sabido entenderla: en las elecciones generales de 1918 se consiguen casi 140.000 y 6 escaños en el Parlamento.

Los socialistas eufóricos por este resultado van a prescindir de los republicanos, celebrando un Congreso Extraordinario en diciembre de 1919 en el que darán por finalizada la conjunción con los republicanos. Las razones que en él se exponen para explicar esa ruptura no son las reales.



A la altura de diciembre de 1919 el Partido Socialista y la central  sindical consideran que es su gran momento, ya que nunca han tenido el techo alcanzado por aquellos años y, a partir de aquí, su crecimiento será  imparable. Pero ello no tiene nada que ver con la realidad: toda una serie de
obras han analizado el bloqueo de legitimidad, algo que se puede observar en una serie de planos:

  • La estructura interna de la afiliación socialista, en la que se puede observar que no es una afiliación individual, sino que ha sido, casi en un 80%, una afiliación de sociedades obreras, para entendimientos vía sindical. Es decir, lo sindical une a un grupo que ha acabado militando políticamente. Ello es un punto débil, porque cuando se produzca el conflicto entre partido y sindicato, el SOE llevaba todas las de perder.
  • (Tabla 3) Se observa un nuevo mapa del socialismo: en 1920 se pierde la cornisa cantábrica por las zonas del latifundio: Andalucía y Extremadura. Es muy significativo que la militancia que ha perdido haya sido la del norte, el apoyo en sus orígenes, que dejara el socialismo e irá a parar a las filas del comunismo.
  • (Tabla 4) La debilidad política del socialismo español en comparación con el resto de Europa: a la altura de 1923 el socialismo español ya se ha dividido, perdiendo a los sectores comunistas, escisión muy importante cualitativamente hablando, pero muy pequeña cuantitativamente. El partido laborista británico posee una afiliación espectacular y una fuerza electoral muy grande: más de 3,5 millones de afiliados y casi el doble de votos. El PSD alemán tiene una afiliación muy baja pero cuenta con casi 8 millones de votos, algo fundamental; y, en el caso francés, la afiliación es baja también, pero consigue un importante número de votos. Y España posee 23.000 afiliados pero no consigue más votos de los que no le proporcionen sus afiliados.
  • Las disensiones internas del socialismo español por el problema de las internacionales: a finales de la Primera Guerra Mundial Lenin propone al mundo obrero la articulación de todos los partidos obreros en la III Internacional, Internacional Comunista o Komintern. Ello
    provoca conflictos en el caso español, apareciendo, por un lado, la dirección del partido con Pablo Iglesias, Besteiro y Prieto, partidarios de continuar en la II Internacional y relanzarla; otro sector del partido será partidario de aceptar la propuesta leninista, como por ejemplo las Juventudes Socialistas; y un último sector (llamados los de la segunda
    y media) son partidarios de permanecer en la II Internacional pero en unión con los comunistas. Todo esto es lo que se conoce como el conflicto de las internacionales.
    Ello lleva a tres congresos extraordinarios en España para dirimir esta cuestión: el primero es el de diciembre de 1919, donde se plantea, por primera vez, el conflicto; pero no se resuelve nada. El segundo es de junio de 1920, donde también se plantea el debate, que se resuelve con una invitación para que vayan a la Unión Soviética representantes de cada tendencia: Daniel Andiano (por parte de los partidarios de una III Internacional) y Fernando de los Ríos (de los partidarios por permanecer en la II).

Un tercer congreso es el de abril de 1921, en el que se vota el asunto y, 8.808 votos son partidarios de reconstruir la II Internacional; 6.094  partidarios de la creación de la III; y 205 votos estuvieron en blanco; con lo cual, la resolución es la permanencia en la II Internacional; y una parte de los que no estaban de acuerdo con ello fundan el PCOE (Partido Comunista Obrero Español), que se van a unir al Partido Comunista Español, fundado un mes antes por un sector de las  Juventudes Socialistas. A partir de 1921, el PCOE (conocidos como los  viejos) se unen a jóvenes del Partido Comunista Español, surgiendo así el Partido Comunista de España (PCE), en noviembre de 1921.
A partir de aquí se inicia una etapa complicada porque los socialistas marxistas se dividen entre socialistas y comunistas, escisión sin vuelta atrás.
3)Etapa del despiste: dictadura de Primo de Rivera: en 1923 se produce el golpe militar de Primo de Rivera, entrándose en esa llamada  etapa del despiste, en la que los socialistas no saben muy bien qué hacer, por lo que van a terminar colaborando con la dictadura. De esta etapa lo más destacado va a ser la muerte de Pablo Iglesias en 1925. 

4)Etapa de esplendor: II República: los socialistas tendrán que esperar a la II República para vivir su época dorada. En 1931 da inicio el bienio republicano socialista, llegando estos últimos al poder junto con los republicanos nuevamente, y conociendo una expansión política y sindical sin precedentes. Esta etapa degenera en una radicalización enorme tanto por parte de la derecha como de la izquierda, lo cual desencadenara en el estallido de la Guerra Civil en 1936.
5)Etapa de represión franquista: clandestinidad, exilio… hasta que surge el nuevo movimiento obrero, ya en el tardo franquismo. (Video)  El enorme poder sindical acaba al terminar la guerra civil. Los sindicatos pasarán a ser perseguidos, reprimidos, sus bienes confiscados y sus dirigente detenidos. 

El nuevo régimen, para sustituirlos, crea la Central Nacional Sindicalista, el Sindicato vertical, donde tanto trabajadores como empresarios estaban obligados a pertenecer. La única organización legal que queda supeditada al partido único, buscando acabar con las huelgas y la lucha de clases. Será el estado quien fije los salarios y las huelgas quedarán prohibidas. Se busca, así, la consolidación del Nuevo Estado. 
La posguerra trae la autarquía económica, la especulación y el estraperlo. Los precios de disparan, los sueldos bajan y el consumo se disminuye. La situación es precaria. 

Los sindicatos históricos desaparecen y sus dirigente son detenidos, fusilados o tienen que exiliarse. Sin embargo la liberación de algunos de ellos permite la creación de algunos núcleos. 

En 1944 el franquismo decide optar por una actitud abierta ante la evidencia de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial y en octubre   de ese mismo año se celebran elecciones sindicales con candidatos del partido único. Se dan una gran cantidad de votos nulos.
En 1946 la Iglesia comienza a aproximarse al mundo obrero, creando la H.O.A.C y buscando un cambio de imagen y romper el monopolio que
ejercía la falange en el mundo laboral. 

En 1947 nacen las J.O.C, movimiento sindical que recogen las reivindicaciones obreras y que no tardaran en chocar con el régimen. Junto con las H.O.A.C serán la escuela de los futuros líderes obreros.



El bloqueo internacional impuesto por los aliados al régimen franquista agrava los problemas: los precios siguen creciendo, el estraperlo se multiplica, y los salarios permanecen iguales. La carestía que se produce será horrible, dejando notas, sobre todo, en la clase obrera. Los trabajadores protestan por esas malas condiciones de vida, la crispación crece.
La derrota del fascismo en la Guerra Mundial da esperanza y comienzan las protestas, primero en Cataluña, en Manresa (1946), y posteriormente, con motivo del 1 de Mayo, en el País Vasco. El éxito de la convocatoria es notable, 50 mil trabajadores participaran en la huelga y la industria de Vizcaya queda paralizada. El gobierno sorprendido y  alarmado envía al cuerpo militar para acabar con la huelga. Se produce una dura represión con más de 4 mil detenidos y obligando a muchas empresas a despedir a los trabajadores involucrados. 

A finales de la década de los 40 se crean los Juzgados de empresa y se suprime el requisito de la confianza del partido para presentarse a las elecciones sindicales. El régimen pone buena cara al ámbito internacional.
Los sindicatos históricos, que sobreviven en la clandestinidad, intensifican su presencia ante organismos  internacionales denunciando al régimen franquista y solicitando apoyo económico y político.
En los años 50, España abandona el aislamiento y se incorpora a Occidente, lo que produce una cierta recuperación económica, pero los  precios permanecen subiendo por lo que estallaran conflictos como la huelga en Barcelona por la subida de los tranvías, que paralizara la ciudad.  Las huelgas se extienden al País Vasco y culminaran en mayo en
Madrid. Se salda con numerosas detenciones, y los sindicatos clandestinos vuelven a quedar descabezados.
En febrero 1953 muere Tomás Centeno, secretario general de la U.G.T,  por ello el sindicato decide trasladarse a Francia.  El crecimiento económico de finales de los 50 provocará una inflación y el crecimiento salarial no soluciona nada, se vuelve a ir a la huelga. 

En la primavera den 1956 se producen conflictos en el País Vasco, Cataluña y Asturias, piden el aumento de los salarios. Son los antecedentes de las C.C.O.O, las crean los trabajadores porque se sienten indefensos.
Ese mismo año el partido comunista intenta la reconciliación nacional y crea la O.S.O, oposición sindical obrera.
En 1957 se produce nuevas elecciones sindicales en las que el partido comunista empieza a introducir a sus hombres: comienza la lucha contra el sindicato vertical desde dentro.
En la década de los 60, empiezan a incorporarse al mundo laboral, jóvenes que no habían vivido ni la Guerra Civil ni la represión posterior. El gobierno pone en marcha el Plan de Estabilización y en el 58 aprueba la ley de Convenios Colectivos, a partir del cual los salarios se fijan en la negociación colectiva al calor de la cual se desarrolla un nuevo movimiento obrero.



El Plan de Estabilización tiene duros efectos sobre gran parte de la población, muchos se quedan sin empleo, lo que provocara que cerca de un millón de españoles dejen España para irse a buscar trabajo en el extranjero.
España empieza a vivir un proceso de industrialización, casi 3 millones de españoles abandonan su pueblo para irse a la ciudad. Esto provocara mucha miseria alrededor de estas ciudades.

Los sindicatos históricos carecen de poder, menos U.G.T que tenía un fuerte arraigo en el País Vasco y Asturias. Serán los nuevos sindicatos los que den impulso al movimiento. En 1961 un grupo surgido de las H.O.A.C, crea la U.S.O
En la primavera de 1962 se produce una acción reivindicativa del nuevo movimiento obrero. El 7 de abril, por motivo de la renovación de un nuevo convenio, se convoca una huelga general, que se extenderá a otras zonas de España. La huelga paralizara la Asturias minera. En el País Vasco es donde encontrará una mayor respuesta y el 4 de mayo el gobierno declarará el estado de excepción en Vizcaya, Guipúzcoa y Asturias. La huelga termina a finales de mayo con una mejora salarial y la liberación de los detenidos. Supone una victoria obrera.
Durante todo este tiempo la O.S.O no consigue hacerse un hueco entre los obreros y el partido comunista acabará por abandonarlo, centrándose en C.C.O.O. En 1965 el PCE transforma a C.C.O.O en permanente. En enero  1966 Solís llama a los representantes de C.C.O.O para negociar. Empezaban a cobrar mucha fuerza. En las elecciones sindicales 1966, los viejos sindicatos clandestinos entran en conflicto: algunos optan por la participación y otro por el Boicot.

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