Causas y consecuencias del franquismo Franco

1.Fundamentos Ideológicos, Bases Sociales


Al concluir la Guerra Civil, Franco crea un nuevo Estado basado en una dictadura personal en la que su poder era incuestionable. Ideológicamente se asentaba en un catolicismo conservador y en una concepción unitaria del Estado, desterrando toda idea de liberalismo, democracia, autonomía y, por supuesto, comunismo.  En este régimen totalitario, sin Constitución ni libertades democráticas, todos los poderes se concentraban en la figura del Jefe del Estado, el general Franco, que a su vez era jefe de gobierno y jefe supremo de las fuerzas armadas. Se organizó un modelo político basado en la existencia de un partido único, FET y de las JONS, cuyo líder era el propio Franco. Este régimen personalista desmantela todas las instituciones de la época republicana, suprime la Constitución de 1931 (y con ella todas sus garantías y libertades), prohíbe los estatutos de autonomía y todos los partidos políticos y organizaciones sindicales. A lo largo de este extenso período, la dictadura pretendíó dar una imagen de legalidad con la promulgación de una serie de leyes fundamentales. Estas leyes políticas básicas fueron apareciendo durante prácticamente toda la dictadura (la última en 1967), aunque no deben confundirse con una Constitución ya que carecían de cualquier legitimidad democrática. Las principales de estas leyes serían:

Fuero del Trabajo, de 1938, donde un estado corporativo y una política paternalista sustituían a la lucha de clases y a los sindicatos. Los grupos conservadores iban a ser los más beneficiados, y los obreros estarían controlados por el sindicato vertical. Todo estaba sometido al bien común. Los salarios, la jornada laboral, las vacaciones, etc., eran dictadas por el Estado, que declaraba ilegales las huelgas.  →Ley constitutiva de las Cortes, de 1942, de carácter consultivo, que era controlado por el Jefe del Estado, único con capacidad para dictar y aprobar leyes.  →Fuero de los españoles, de 1945 promulgado tras la victoria de los aliados y de la democracia en la Segunda Guerra Mundial, y donde se propónía una declaración de derechos. La realidad es que esos derechos estaban limitados y el franquismo se declaraba como un sistema autoritario. 

→Ley de Referéndum Nacional (1945)

, donde se sometía a referéndum cualquier proyecto de ley que estableciese el Jefe de Estado.  →Ley de Sucesión de la Jefatura del Estado (1947).
La monarquía sería el sistema político tras la muerte de Franco, que tenía el derecho a nombrar su sucesor.


Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958).
La Falange sería el único partido, el Estado sería confesional católico, rechazo a las autonomías… Los funcionarios y cargos públicos debían jurar fidelidad a los principios del Movimiento.  →Ley Orgánica del Estado (1967).
  Se separaba la figura del Jefe del Estado y el Jefe del Gobierno. Las Cortes tendrían más poder legislativo. ///
B)

Bases Sociales del Franquismo:

La política aplicada por Franco se caracterizó por su adaptación a los acontecimientos que se iban produciendo en el plano internacional y nacional. Esta capacidad camaleónica le serviría para mantenerse en el poder. Del mismo modo, Franco también adoptaría los principios de las instituciones y de la parte de la sociedad que lo había encumbrado. El ejército, la Iglesia, la Falange, los tradicionalistas y monárquicos formaban lo que conocemos como familias del régimen.

Los militares
fueron desde el primer momento uno de los principales soportes del régimen. Defendían el patriotismo nacional, la idea de la integridad territorial de España y perseguían cualquier movimiento regional o separatista, prohibiendo el uso público de cualquier lengua que no fuese el castellano. No obstante, dentro del seno del ejército surgieron opositores que llegaron a conspirar contra Franco debido a su cercanía con los movimientos fascistas de Italia y Alemania
La Falange pasó de tener 6.000 militantes al comienzo de la guerra, a 600.000 durante los años cuarenta, cuando llegó a ocupar un tercio de los altos cargos del franquismo. Tras la Segunda Guerra Mundial y el hundimiento de los fascismos, los falangistas empezarían a perder protagonismo dentro del gobierno.

La Iglesia
apoyó a los sublevados durante la Guerra Civil, y tras el conflicto, logró el control de la enseñanza. España se ligaba a la defensa de la religión y de la moral católica, un catolicismo ultraconservador.

En los años sesenta, tecnócratas y reformistas representaron la renovación en los cuadros dirigentes franquistas. Impulsaron una serie de medidas liberalizadoras que llevarían al crecimiento económico y a la estabilidad del régimen. A raíz de este desarrollo, los centros de poder se repartirían entre el Opus Dei (tecnócratas) y los reformistas del Movimiento, en figuras como Carrero Blanco, López Rodó o Manuel Fraga.

Los monárquicos también colaborarían con el régimen. En un principio, confiaban en la restauración del sistema en la figura de Don Juan de Borbón, una vez estuviese estabilizada la situación tras la Guerra Civil, pero Franco se negó a ceder el poder. No obstante, esto no fue óbice para mantener su apoyo al régimen e incluso ocupar puestos diplomáticos importantes.


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