Comentario de texto fragmento de la obra oligarquía y caciquismo de Joaquín costa

El texto a comentar, es un fragmento original de temática socio política  perteneciente  a la obra de Joaquín Costa “Oligarquía y caciquismo, colectivismo agrario y otros escritos”, publicado en  Madrid en 1901. Su autor fue el ideólogo del Regeneracionismo, movimiento de opinión que nace tras el desastre de 1898.  Tras esta derrota, a los dirigentes políticos y a los intelectuales les sorprendíó la pasividad con que la opinión pública reacciónó a la pérdida del Imperio colonial; sólo alterada por el dolor y las protestas ante las pérdidas humanas. Ni la guerra cubana ni el Desastre de Anual provocaron un movimiento de exaltación nacionalista. Pero la opinión pública no reacciónó  como esperaban: aceptó la derrota con resignación y con fatalidad. La convulsión se produjo entre los políticos y los intelectuales, no entre las clases populares. Entre quienes analizaron las causas de esa situación destacaron una serie de intelectuales, los llamados regeneracionistas el más conocido de los cuales fue Joaquín Costa. Para ellos, el origen del problema estaba en el aislamiento del cuerpo electoral del país, la corrupción de los partidos del turno y el atraso económico y social que España tenía respecto a los países europeos más avanzados. Para cambiar la situación propusieron programas basados en la reorganización política, la dignificación de la vida parlamentaria, la reforma educativa, la acción orientada hacia la ayuda social, las obras públicas y, en definitiva, una política encaminada al bien común y no en beneficio de los intereses de la oligarquía. Pero los regeneracionistas se quedaron en la teoría. No quisieron formar partidos ni participar en la vida política. Por ello su crítica, con ser un revulsivo valioso, fue estéril, porque no trascendíó en un movimiento político concreto con capacidad de acción. El eje central del texto, es la denuncia del autor a la corrupción del Gobierno oligárquico y caciquil, implantado en la España de la Restauración como queda justificado a lo largo del texto con las siguientes ideas: En primer lugar, el autor parte de la “forma de gobierno” que es proclive a abusos. Restaurada la monarquía borbónica, el gobierno instaurado por D. Antonio Cánovas del Castillo y aprobado por la Constitución de 1876 se fundamentaba en una Monarquía Parlamentaria, bicameral y bipartidista  que alternaba en el poder bajo un sistema turnista fórmula política de ventaja inmediata que, gracias a la manipulación electoral, daba a ambos partidos la posibilidad de alternarse en el gobierno de forma pacífica. A continuación describe a la clase minoritaria  pero dominante, ante la que está sometida la Nacíón. El sistema quedaba asegurado por un liderazgo de los partidos, constituido en comités en manos de  “notables” centrado en Madrid. La procedencia de los hombres que se dedicaban a la política profesional era muy variada: famosos abogados, prestigiosos profesores, ricos terratenientes . Los dirigentes políticos más destacados, siempre mantuvieron estrechas  relaciones con los individuos más ricos y poderosos que  formaban la elite económica de la burguésía y la aristocracia del país eran los encargados de organizar la maquinaria electoral.            El  Cacique, verdadero manipulador y controlador del voto. Palabra que en la España del s. XIX comenzó a utilizarse para designar a los individuos más poderosos e influyentes de cada localidad. Solían ser los mayores terratenientes, los propietarios de las fábricas locales, etc. Que aprovechaban su posición económica dominante para extender y afianzar su control sobre toda la comunidad rural. El caciquismo era un residuo de las antiguas relaciones señoriales y supónía la dependencia personal eran miembros de una elite local o comarcal caracterizada por tres notas distintivas: su arraigo en un medio geográfico, económico y social concreto, su predominio personal en una sociedad cerrada y su función de intermediario ante el estado.


El entramado caciquil formaba una especie de tupida red piramidal y jerarquizada, de manera que en su interior podían distinguirse varios niveles: Los caciques que ocupaban las posiciones de poder más altas, eran también los grandes dirigentes de los partidos políticos Los caciques que habían logrado extender su predominio sobre una gran localidad o una comarca entera. Los pequeños caciques de pueblo y aquellos individuos  que por su contacto continuos con los vecinos, actuaban como agentes intermediarios con los caciques. El principal medio empleado para imponer y aumentar su influencia  era el reparto de favores personales entre aquellos que se mostraban fieles y sumisos a sus deseos e instrucciones. Podían facilitar favores colectivos y su intervención solía ser imprescindible para que un pueblo consiguiera una carretera nueva, un pantano, un puente, etc. La tercera idea es una acusación de fraude al sistema electoral, puesto que los elegidos no representaban realmente a la Nacíón sino cuya dirección se repartía entre los Oligarcas y los Caciques. El sistema electoral era organizado desde el sistema turnista de la siguiente manera: una vez  que el nuevo Jefe de Gobierno  hubiera obtenido el decreto real de disolución de  las Cortes, convocaba nuevas elecciones a Cortes y compónía una lista de seguidores, con unas casillas que representaban los distritos electorales, a los que se les debía conceder un escaño: “encasillados”; al tiempo que reservaban unos escaños pactados con el partido turnista saliente.  tenían prácticamente ganadas las elecciones antes de que se realizaran. Las negociaciones locales para lograr el éxito electoral, eran llevadas a cabo por el Gobierno formado por la elite económica de la burguésía y la aristocracia del país que se encargaban de organizar la maquinaria electoral con el Gobernador Civil de la provincia Desde el punto de vista político, el papel del cacique consistía en controlar las elecciones en los pueblos y municipios rurales y garantizar así, de modo fraudulento, los resultados fijados en el “encasillado” por los dos partidos turnantes. , el Pucherazo era el fin del fraude electoral, al que se recurría en caso de que no funcionase el acuerdo entre los partidos. Se cometieron todo tipo de irregularidades, desde la compra de votos e intimidación hasta la duplicación de votantes o inclusión de fallecidos etc. Como conclusión podemos decir que los factores que hicieron posible la persistencia del caciquismo en España hasta la segunda decena del s. XX fueron:              La excesiva concentración de poderes en manos del gobierno, que podían nombrar o destituir los diferentes cargos a su antojo. La sumisión, docilidad y excesivo conformismo de la mayoría de los ciudadanos que permitíó que el gobierno y los caciques ocuparan el espacio abandonado La participación en las  elecciones nunca sobrepasó el 20%. El aislamiento y la incomunicación de muchas zonas rurales. El logro de los objetivos políticos de Cánovas del Castillo – la consecución de un sistema democrático formal- tenía su coste: el caciquismo. Una práctica que generaba crecientes diferencias entre la España oficial y la real. Los partidos dinásticos, las Cortes y el sistema legal conformaban una estructura oficial que no se correspondía con la realidad. A poco que surgiera alguna crisis grave, afloraba crudamente el divorcio entre el entramado político-administrativo y las auténticas necesidades de la población.  “La crisis del 98” generó la formación del Movimiento Regeneracionista que tuvo eco en ambientes literarios (Generación del 98) políticos, tanto desde la oposición al Gobierno como desde dentro del Gobierno pero ya no se pudo frenar la descomposición del Sistema Canovista.             

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