¿Como se llevo a cabo la Restauración de la monarquía en 1874?

12.4.Tras la Revolución de 1868 se forma un Gobierno provisional dirigido por Serrano, y se convocan elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino. De esas elecciones sale electa una asamblea dominada por una coalición de progresistas, demócratas cimbrios (es decir, colaboracionistas con el Gobierno Provisional) liderados por Manuel Becerra, y unionistas. Del Partido Demócrata, además de los cimbrios, se escinde y surge el Partido Republicano Democrático Federal, también conocido como Partido Republicano Federal, liderado por Francisco Pi y Margall, que quedará en minoría en la asamblea constituyente, junto a los carlistas. La Constitución de 1869 es la más liberal y democrática promulgada hasta el momento. Define a España como una monarquía constitucional, democrática y parlamentaria; proclama la soberanía nacional a través de unas Cortes bicamerales (Congreso y Senado) que legislan y controlan al ejecutivo; establece el sufragio universal directo masculino y detalla una serie de derechos y libertades individuales como los de expresión, asociación, religión y culto, etc. Aprobada la Constitución, el siguiente paso es encontrar un rey. La coalición se disgrega y se establece una regencia en la persona de Serrano y con Prim en la Jefatura de Gobierno. El proceso de búsqueda de monarca culmina con la elección en Cortes, el 16 de Octubre de 1870, del candidato patrocinado por Prim: Amadeo de Saboyá. Pero antes de que Amadeo I pisase suelo español, su principal valedor, Prim, era moría víctima de un atentado a finales Diciembre de 1870. La desaparición del principal de los líderes revolucionarios dio a la desintegración de la coalición unionista-progresista-demócrata. Amadeo I juró la Constitución el 2 de Enero de 1871 y abdicará el 11 de Febrero de 1873, tras dos años de reinado plagados de obstáculos y problemas. Los focos de oposición fueron múltiples: la nobleza se mostrará indiferente cuando no hostil con el rey; los monárquicos alfonsinos defienden la vuelta de los Borbones; republicanos y carlistas conspiran y provocan agitación. Pero los problemas más importantes que tenía plateados el país era la Guerra de Cuba, iniciada en 1868, y sobre todo el estallido de la Tercera Guerra Carlista en 1872, en los escenarios ya tradicionales. Ante los innumerables problemas que afrontar y falto de apoyos, el rey abdica el 11 de Febrero de 1873. Ante la nueva situación, las Cortes votan la reforma constitucional para proclamar la República. Para que ello fuera posible fue fundamental el acuerdo entre republicanos y demócratas radicales liderados por Ruiz Zorrilla, que en un momento inicial configuran una coalición de gobierno de la que pronto salen los radicales.


El nuevo período será muy convulso, con cuatro presidentes en menos de un año (11 de Febrero de 1873-3 de Enero de 1874). A este complejo panorama político hay que añadir la guerra de Cuba y la insurrección carlista, que tomó nuevo brío con la proclamación del nuevo régimen republicano.
Durante el primer Gobierno de la República presidido por Estanislao Figueras (11 de Febrero-11 de Junio) se mantiene la estructura administrativa de un estado centralizado y unitario. Pero en Mayo se celebran elecciones a Cortes constituyentes en las que los federalistas obtienen la mayoría. Con unas nuevas Cortes es nombrado Presidente del Gobierno Francisco Pi i Margall, quien tiene que afrontar el deterioro del orden público que degenera en el estallido del movimiento cantonal. Este consistíó en una serie de insurrecciones protagonizadas por federalistas intransigentes que intentan establecer el federalismo desde abajo, y que se extienden por Levante, Andalucía, Extremadura e incluso Castilla. Allí donde triunfaba se proclamaba el correspondiente cantón y se procedía a la destitución de las autoridades y a la instauración de un Comité de Salud Pública. Pi i Margall intentó encauzar la situación presentando un proyecto de Constitución que otorgaba a la Nacíón española la forma de República federal, pero la falta de acuerdo entre republicanos de distinto signo imposibilitó la aprobación del proyecto. Pi i Margall dimite siendo elegido nuevo Presidente Nícolás Salmerón (18 de Julio-7 de Septiembre). Salmerón recurre al ejército para combatir el movimiento cantonal y, en efecto, el cantonalismo fue aplastado excepto en Cartagena, que resiste hasta el 11 de Enero de 1874. Pero su negativa a firmar las condenas a muerte para los insurrectos le llevó a dimitir. Su sustituto fue Emilio Castelar (7 de Septiembre de 1873-3 de Enero de 1874) cuya gestión se centró en gobernar autoritariamente por decreto y apoyarse en el ejército. Ante la fuerte oposición de las Cortes republicanas a su forma de gobernar de Castelar, y la posibilidad de que el poder volviese a manos de federalistas radicales, el Capitán General de Madrid, Manuel Pavía, ocupó el Congreso y disolvíó las Cortes el 3 de Enero de 1874. Tras este Golpe de Estado se establece una República presidencialista y hasta el 31 de Diciembre de 1874 se suceden tres “Gobiernos de la República” centrados en el restablecimiento del orden, y presididos respectivamente por Serrano, Juan Zavala y Sagasta. Terminaba así la primera experiencia republicana de la Historia de España y tocaba discernir la salida política del país. La restauración de la monarquía se atisbaba en el horizonte.

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