Como vivian los clérigos

La Iglesia


La iglesia
Católica que había sentado sus bases durante el Imperio Romano, se mantuvo intacta después de las invasiones. Fue la institución más sólida y mejor organizada durante la Edad Media. No hubo aspecto en la vida del hombre en que la iglesia no tuviera alguna ingerencia.

La sociedad se caracterizaba por ser Teocéntrica es decir, el centro de la vida era Dios. Los clérigos representaban el único estamento letrado de la época. Los campesinos agobiados por el trabajo, no podían instruirse y los señores estaban tan preocupados de la guerra que tampoco se educaban. Este hecho agregaba otro motivo máspor el cual los clérigos fueron muy respetados. La iglesia ayudó a cristianizar a los bárbaros, mediante una serie de medidas en que trató de suavizar las rudas costumbres de los hombres medievales. Entre las principales instituciones que creó, se cuentan:

La Tregua de Dios:


pudo de alguna manera controlar la violenta sociedad medieval. Las constantes batallas entre señores feudales, provocó el desmejoramiento de la calidad de vida de los vasallos, que como súbditos debían acudir a estas guerras. La iglesia, siendo la protectora de los más débiles, salió en defensa del pueblo. En el año 989 resolvió imponer a todos lo señores feudales la Tregua de Dios, así llamada, porque prohibía, por motivos religiosos, toda acción bélica desde el miércoles por la noche hasta el lunes por la mañana y también las fiestas religiosas como cuaresma y navidad. Si no se acataba se castigaba a los rebeldes con las temida penas del interdicción, la excomunión o la inquisición.

La Paz de Dios:


esta menos importante, buscaba poner más protección a los débiles, huérfanos, viudas y desamparados, como también a los objetos sagrados y de valor que poseía la iglesia.

La excomunión significaba la muerte para el fiel para la vida cristiana. El obispo ante los fieles leía lo siguiente: “que sea maldito en la ciudad, que sea maldito e el campo; maldito sean sus granos y sus hijos. Que se apague la luz de su vida por una eternidad a menos que se arrepienta”.

La interdicción clausuraba los templos y prohibía la celebración de la misa en un determinado territorio. Esta pena se aplicaba a los señores excomulgados que persistían en su rebelión.

Por último, la inquisición se creó después del surgimiento de varias herejías, que eran movimientos religiosos contrarios a algunos Dogmas de la iglesia. La inquisición consistía en un tribunal eclesiástico que perseguía a los hombres de dudosa fe y castigaba a los herejes. Estos tribunales utilizaban métodos secretos para descubrir al culpable y se empleaba la tortura para que reconociera su culpabilidad.

La iglesia constituía una poderosa y rica organización cuya cabeza era el Papa. Su lengua era el latín y Roma su sede. Los clérigos estaban divididos en regulares y seculares.
Los obispos, los sacerdotes y los párrocos que los rodeaban vivían entre los fieles, se les llamaban los seculares o seglares, porque pertenecían a la vida, sociedad o mundo y no vivían en un monasterio u orden donde debían seguir una regla. Los obispos eran verdaderos señores feudales, cuyo poder era inmenso. Vigilaban las parroquias y administraban la justicia. Al lado del clero secular existía otro clero cuyos miembros vivían en comunidad, sometidos a una regla que determinaba las condiciones de existencia, el empleo del tiempo y hasta el detalle más mínimo dela vida cotidiana, llevando una vida retraída y e soledad. Estos eran los regulares o monjes.
Vivían en monasterios o conventos, también llamadas abadías. El conjunto de conventos donde se obedecía u observaba la misma regla constituía una orden, entre las cuales estaban las de los Benedictinos, la de Cluny, etc. No intervenían como los sacerdotes seculares en las actividades administrativas de la iglesia. Sin embargo, su influencia se estima que fue enorme, sobre todo al considerar que algunos de sus miembros al ser elegidos Papas, desempeñaron un gran papel. Sus orígenes se remontan al siglo V, cuando miles de personas estimaban que para vivir mejor el cristianismo, era necesario retirarse de la sociedad, para así, meditar y realizar plegarias. El clero regular tuvo un papel en la expresión del saber. Los clérigos más sabios se encontraban en los monasterios. Todo lo que se conserva de las obras maestras de la literatura latina, procede de los manuscritos copiados por los monjes. Lo que se sabe de la historia de la Edad Media se debe, en su mayor parte, a las crónicas que se escribieron en los monasterios.

La iglesia con relación a la educación la otorgaba gratuitamente y era conferida en latín, estaba exclusivamente a cargo del clero: de los sacerdotes en las parroquias y de los monjes en los conventos.

Se estudiaba, en primer lugar, gramática, retórica, dialéctica y teología, y más tarde se pasaba a la aritmética, geometría, astronomía y la música. Las escuelas estaba abiertas a todo el mundo; por ellas pasaron muchos hijos del pueblo, los cuales debieron a la instrucción recibida en esos establecimientos el haber sido más tarde personajes importantes de la iglesia y de la sociedad.

De las escuelas salieron, en el siglo XIII, las universidades. Éstas se formaron en algunas grandes ciudades de la reunión de maestros y discípulos de todas las escuelas. La universidad de París fue establecida de esta manera en la época de Felipe Augusto.

Otras funciones de la iglesia fue que aseguró durante toda la Edad Media la asistencia social o beneficencia pública. Ella era la que acudía en auxilio de los pobres, la que socorría a los huérfanos, a las viudas y a los lisiados, y la que cuidaba a los enfermos indigentes. En los siglos XII y XIII se fundaron numerosos hospitales o casa de Dios, y los hubo hasta en los pueblos pequeños. El convento de Cluny distribuyó en un solo año socorros a 17.000 menesterosos.

Uno de los grandes problemas de la época medieval fue la lucha de los monarcas por influir y mandar sobre la iglesia y los pontífices. El Cesaropapismo es una expresión que busca explicar esta realidad. Durante el gobierno de Otón I, Emperador del Sacro Imperio Romano Germano, los emperadores llegaron a establecer una gran tutela sobre la Iglesia. Esta lucha por determinar de quien debía investir a los sacerdotes, con la calidad de tales, se definió en la llamada: Querella de las Investiduras. Esta querella consistió en la pelea de la iglesia en contra del poder Civil, por la investidura laica.

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