Consecuencias de la dictadura de primo de rivera

14. 2 La dictadura de Primo de Rivera


El pronunciamiento militar de Primo de Rivera el 12 de septiembre de 1923 tuvo causas muy diversas:

  1. Las consecuencias de Annual: El ejército exigía más medios para vengar la humillación sufrida que el gobierno no estaba dispuesto a dar. La disolución de las Juntas en 1922 y el Expediente Picasso provocaron el rechazo de los militares y los grupos más conservadores del Congreso.

  2. El auge del nacionalismo en Cataluña y el País Vasco era visto con recelo y amenaza para la unidad de la patria por la derecha más conservadora.

  3. La alarma de la oligarquía ante la división de los partidos dinásticos, el ascenso de los partidos republicanos y socialista y la amenaza del movimiento obrero.

Una dictadura militar era, para la derecha, una posible solución a la permanente inestabilidad política; para los militares, la única forma de paralizar el Expediente Picasso, y ese fue el factor determinante para llevar adelante el golpe.

Directorio militar (1923-1925)


El golpe militar triunfó gracias al silencio y al apoyo de Alfonso XIII, que acabó encargando a Primo formar gobierno.

Aunque Primo de Rivera se presentó al país con un Manifiesto en el que expresaba una voluntad regeneracionista, las primeras medidas se encaminaron a establecer una dictadura militar. Se convirtió en ministro único, asesorado por un Directorio militar
. Se declaró el estado de guerra y los mandos miltares se hicieron cargo de los gobiernos civiles. Se suspendieron las garantías constitucionales y se disolvieron las Cortes, a la vez que se establecía una censura de prensa. Apenas había habido oposición al golpe, y los sindicatos y partidos de izquierda se mantuvieron a la expectativa.

El gobierno de la dictadura intentó introducir algunos cambios, como el Estatuto Municipal de 1924 y el Estatuto Provincial de 1925, que intentaban ampliar la autonomía de los municipios y entes locales.

En Cataluña, se disolvieron las Diputaciones provinciales y la Mancomunidad, se prohibió el uso de la bandera y el himno catalán y se restringió la lengua catalana al ámbito privado.

En 1924 surgió la Unión Patriótica, bajo dirección militar, para unificar los grupos católicos y conservadores que apoyaban a la Dictadura.

Para mantener el orden público se prohibió cualquier tipo de manifestación o protesta y adoptó medidas represivas contra las organizaciones obreras.

El gran éxito de la Dictadura fue poner fin a la guerra de Marruecos. En 1924, tras dictar una amnistía que acababa con el problema de las responsabilidades, redujo los efectivos en Marruecos y ordenó una retirada parcial. Cuando, en 1925, Abd el-Krim invadió la zona francesa del Protectorado, España y Francia firmaron una alianza militar que posibilitó el desembarco de Alhucemas, una operación conjunta que dividió la zona rifeña y desmoronó el poder de Abd el-Krim.


Directorio civil (1925-1930)


A finales de 1925 Primo decidió la sustitución del Directorio militar por un gobierno civil para institucionalizar la Dictadura.

En 1927 se convocó una Asamblea Nacional Consultiva, formada en su mayoría por miembros de la Unión Patriótica.
Fue la encargada de elaborar una Constitución que no satisfizo a nadie, por lo que no llegó a entrar en vigor.

Se creó un Consejo Nacional de Trabajo (1924) y se aprobaron una serie de leyes sobre contratos de trabajo, accidentes laborales, subsidios a familias numerosas y seguro de maternidad. En 1926 puso en marcha la Organización Corporativa del Trabajo, un sindicato oficial para regular la negociación de convenios, con la que colaboró la UGT, que monopolizó la representación obrera en los comités.

La política económica se basó en el intervencionismo del Estado, para lo que se creó el Consejo de Economía Nacional en 1924, que dio lugar al ministerio de Economía Nacional en 1928. Su objetivo fue la reactivación de la economía, a través de ferrocarriles, carreteras y obras hidráulicas.

La oposición al régimen en torno a 1928, cuando las diversas oposiciones empezaron a confluir:

– Los partidos dinásticos se negaron a colaborar con la Dictadura y exigieron el restablecimiento de la Constitución y la convocatoria de elecciones.

– Los republicanos comenzaron a organizarse desde 1926 en Alianza Republicana, convirtiéndose en poco tiempo en referente político de la sociedad, que identificaba republicanismo con democracia.

– Las organizaciones y partidos obreros comienzan a movilizarse desde 1927.

– El nacionalismo catalán pasó al enfrentamiento abierto con el régimen.

– Los intelectuales se sumaron a las críticas al régimen y apoyaron a los estudiantes y a la Federación Universitaria Española (FUE) en las movilizaciones que comienzan en febrero de 1929 contra el intento del gobierno de favorecer los centros universitarios privados, que desembocó en el cierre de las universidades de Madrid y Barcelona.

– El descontento también entre los militares:
Rivalidades personales, arbitrariedades de Primo en los ascensos y la oposición de los sectores más liberales vinieron a enturbiar el ambiente en los cuarteles, hasta el extremo de intentar una sublevación (febrero de 1929).

En octubre se produjo la caída de la Bolsa de Nueva York. A finales de año una oleada de huelgas sacudió al país, al tiempo que la peseta se derrumbaba. El 27 de enero de 1930 Alfonso XIII aceptó su dimisión.

De la monarquía alfonsina a la II República

Alfonso XIII nombró jefe de gobierno al general Dámaso Berenguer, con el objetivo de volver al régimen constitucional.

El nuevo gobierno no supo hacer frente a la crítica situación económica en la que la producción se iba hundiendo y el paro aumentando.

A lo largo de 1930 la oposición fue aumentando. Los republicanos experimentaron un impulso espectacular, con la incorporación de políticos procedentes de los partidos dinásticos y del nacionalismo, y el apoyo de militares jóvenes.

En agosto de 1930 republicanos y nacionalistas, a los que se sumará en octubre el PSOE con el apoyo de la CNT, firman el Pacto de San Sebastián:
Un frente unido contra la Monarquía que organiza un Comité Revolucionario para organizar un levantamiento. El intento de levantamiento de diciembre de 1930 fracasará.

Berenguer anunció su decisión de convocar elecciones e intentó promover un partido monárquico para ganarlas, pero no encontró colaboración. El 14 de fbrero de 1931 presentó su dimisión. El nuevo jefe de gobierno, Aznar, convocó elecciones municipales para el 12 de abril. Sus resultados las convirtieron en un plebiscito a la alternativa monarquía o república. El apoyo masivo de las ciudades a las candidaturas republicanas, llevó al monarca a renunciar a la Corona y abandonar el país. La II República fue proclamada el 14 de abril de 1931.

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