Diferencia social que es, y como surge hasta nuestros días

LOCALIZACIÓN:

Es un fragmento histórico primario (coetáneo a los hechos) de la obra “El intruso” de Blasco Ibáñez, autor individual, novelista político y orador valenciano. Su destinatario es el lector (público y colectivo). Es de naturaleza literaria y contenido social, y fue publicada en Valencia en 1904 y su finalidad es denunciar las malas condiciones de vida y trabajo de los mineros de Vizcaya a principios del s.XX.

ANÁLISIS:

Tema central: denuncia las malas condiciones de trabajo de los mineros de Vizcaya y de los trabajadores de las encartaciones. El texto está estructurado en una breve introducción seguida de los dos párrafos principales. 

Introducción: Se puede ver la postura del escritor frente al tema, debido a la utilización del adjetivo “miserable” para describir los albergues donde descansaban los jornaleros.

1º párrafo: cita a Aresti, personaje de la novela, testigo de las condiciones de la casa de peones. La figura de Aresti está inspirada en Enrique Areilza, médico del hospital minero de Triano, que tuvo mucha influencia en Bilbao, que tuvo mucha influencia en Bilbao. Relata el inmundo alojamiento de los mineros, como las condiciones insanas de los dormitorios de los barracones donde estaban obligados a albergarse pagando unos precios abusivos que el capataz impónía. Las malas condiciones higiénicas, junto a la insalubridad del espacio, favorecían la rápida de enfermedades como la sarna, o problemas respiratorios (pulmónías), que en muchas ocasiones derivaban en la muerte. La dieta del minero estuvo sujeta a los imperativos que establecían los patronos en torno al uso obligatorio de las cantinas donde los mineros que veían forzados a adquirir los géneros. Estas cantinas estaban regentadas por los capataces de las minas donde trabajaban. Estos géneros puestos a la venta tenían un elevado precio (25-30% más caro) y eran de ínfima calidad. En 1899 las asociacicones obreras consideraban que la zona minera era el sumidero donde iban a parar todos los productos podridos del comercio de Bilbao.

2º párrafo: se hace referencia al lugar de trabajo: la cantera, en la cual no se necesitaba ninguna cualificación, así que en el caso de que los obreros se quejasen por sus malas condiciones de trabajo, podían ser despedidos y reemplazados por otro trabajador rápidamente. Como el trabajo de la cantera era a cielo abierto, implicaba que los mineros estaban sometidos a duras condiciones meteorológicas, por lo que estaban expuestos a enfermedades, como la neumonía. Al final de este 2º párrafo se le echa la culpa de esta situación a la continua llegada de inmigrantes que no arraigan en la zona y no son capaces de tomar conciencia de clase trabajadora y unirse para defender sus derechos.

CONTEXTUALIZACIÓN:

En lo que respecta al sector minero, la “ley de liberalización de concesiones mineras” provocó que la mayoría de las explotaciones mineras cayeran en manos de compañías extranjeras. En nuestra provincia destacaron las compañías dedicadas a la extracción el mineral de hierro. Nuestro hierro interesaba a los europeos porque era apto para la fabricación de acero y los costes de extracción eran baratos. Por otro lado, a diferencia del resto del estado español, donde las explotaciones mineras cayeron en manos extranjeras, en nuestra provincia existía ya una clase empresarial moderna participa de la actividad minera. Así, Tomás de Epalza, o la familia Ibarra eran ya propietarios de minas e incluso siderurgias antes de que se iniciara La Restauración. Más tarde, se creó la “Metalurgia y Construcciones de Vizcaya” conocida como “la Vizcaya” y los “Altos Hornos y fábrica del hierro y del acero de Bilbao”, la mayor planta siderúrgica construida en España hasta entonces. Gracias al carbón mineral inglés, más barato y de mejor calidad que el asturiano, la producción de hierro y acero en España no cesaba de aumentar, y el 80 % eran de producción vizcaína. La industrialización supuso la aparición en Vizcaya de una nueva clase social: proletariado. Miles de inmigrantes acudieron a nuestra regíón en busca de trabajo, pero las condiciones de vida eran durísimas (por ejemplo, las condiciones de lluvia). La llegada masiva de inmigrantes provocó que surgiesen poblados con unas viviendas pésimas y también se hizo frecuente el alquiler de una habitación y servicios domésticos a jornaleros en el seno de una familia. En este aspecto fue determinante el trabajo de las mujeres. A su vez, las compañías mineras construyeron barracones y cantinas dirigidas por los capataces en las que obligaban a sus obreros a comprar. En los cuarteles, se usaban camastros de madera y los hombres tenían que dormir de dos en dos. El hacinamiento, la deficiente alimentación, la falta de higiene ayudaban a la propagación de enfermedades como el tifus o la tuberculosis que causaban una altísima mortalidad en la margen izquierda del Nervión. Por el contrario, en la margen derecha de la ría se hallaban en contraste las ricas mansiones de los dueños de las minas y siderurgias, lo que derivó en una conflictivdad social. Las principales reivindicaciones se referían a la duración de la jornada laboral, la cuantía de los salarios, la obligatoriedad de las cantinas y barracones etc. La literatura vasca de principios del Siglo XX optó por describir los quehaceres campesinos o pesqueros. No obstante, existieron escritores vascos de tendencia socialista que sí se preocuparon de la vida de los mineros, como por ejemplo, Dolores Ibarruri, (Pasionaria).



CONCLUSIÓN:

La existencia de minas de hierro y la iniciativa empresarial provocaron un desarrollo industrial espectacular en el país vasco, y también es preciso reconocer que esta revolución trajo consigo a ingentes masas de trabajadores que, venidas desde las provincias limítrofes, se hacinaban en el margen izquierda en indignas condiciones de vida (bajos salarios, falta de higiene, jornadas laborales agotadoras…). Al final, todo ello provocaría un movimiento obrero de protagonismo creciente hasta la segunda república española.

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