El Ocaso del Franquismo: Disidencia, Crisis y el Camino hacia la Transición (1960-1975)

Contextualización de la Obra de Pere Ysàs

El texto pertenece a la obra Disidencia y subversión: la lucha del régimen franquista por su supervivencia, 1960-1975, escrita por el historiador Pere Ysàs en 2004. Es de carácter expositivo-argumentativo e historiográfico y una fuente secundaria, destinada al público interesado en la historia reciente de España. Su finalidad es explicar los factores que precipitaron el final del régimen franquista.

El texto se ubica en el contexto de las últimas décadas del franquismo, en los años 60 y 70, con una gran relevancia histórica, ya que destaca cómo la oposición al régimen fue creciendo a pesar de la represión, alimentada por profundos cambios sociales y culturales y por la creciente permeabilidad de la sociedad española a las influencias democráticas del entorno europeo.

Ideas Principales del Texto

  • El crecimiento del disenso frente a la dictadura a pesar de los esfuerzos represivos.
  • El papel clave de los cambios sociales y culturales como motor de esta oposición.
  • La debilidad estructural del régimen franquista, simbolizada en la comparación entre su salud política y el deterioro físico de Franco.

La Crisis del Franquismo en la Década de 1970

Crisis Económica y Social desde 1973

El contexto de crisis política y social en España desde 1973 fue complejo y determinante para comprender el colapso del régimen. En primer lugar, desde principios de los años 70, el franquismo comenzó a experimentar una profunda crisis económica, que puso fin al llamado «milagro económico» de los años 60. La crisis del petróleo de 1973 supuso un golpe muy duro para la economía española: el incremento del precio del crudo provocó inflación, aumento del desempleo y una brusca ralentización del crecimiento económico.

Creciente Inestabilidad Política

Paralelamente, se vivió una creciente inestabilidad política, intensificada tras el asesinato de Luis Carrero Blanco en diciembre de 1973 a manos de ETA. Carrero Blanco, presidente del Gobierno y figura clave del régimen, era considerado el garante del continuismo franquista. Su muerte desestabilizó al régimen, y su sucesor, Carlos Arias Navarro, intentó aplicar una apertura muy limitada, que fracasó al no cuestionar las bases del sistema.

Además, la actividad de grupos armados de extrema izquierda, como el FRAP y los GRAPO, junto con ETA, intensificó el clima de tensión y violencia política. Estos grupos pretendían acabar con el franquismo mediante la lucha armada, lo que provocó una respuesta represiva del régimen con detenciones, ejecuciones y el endurecimiento del aparato policial.

Desafíos Internacionales y Coloniales

En el plano internacional y colonial, España vivió conflictos territoriales, como la independencia de Guinea Ecuatorial en 1968 y, sobre todo, el abandono del Sáhara Occidental en 1975 tras la Marcha Verde, organizada por Marruecos. A través de los Acuerdos de Madrid, España cedió el control del territorio sin consultar a la población saharaui, pese a que la ONU defendía un referéndum de autodeterminación. Esta actuación dejó a los saharauis en una situación de desamparo frente a la ocupación marroquí, lo que provocó el inicio del conflicto del Sáhara Occidental, todavía vigente, y generó críticas internacionales hacia España.

Debilitamiento Interno del Régimen y Muerte de Franco

Pérdida de Apoyo Social y Presión Internacional

En el plano interno, el régimen perdió buena parte de su base social de apoyo, ya que una amplia mayoría de la población —aunque no necesariamente organizada en partidos o sindicatos— deseaba una transición pacífica hacia la democracia. A esta presión se sumó la condena internacional tras las ejecuciones de militantes del FRAP y ETA en septiembre de 1975, que mostraron al franquismo como un régimen anacrónico.

El Declive y Muerte del Dictador

Todo ello se combinó con el declive físico de Franco, cuya salud empeoró notablemente en sus últimos años. Su muerte, el 20 de noviembre de 1975, dio paso al reinado de Juan Carlos I, quien había jurado fidelidad a las Leyes Fundamentales del Movimiento, pero acabaría desempeñando un papel crucial en el inicio de la transición democrática.

Escenarios Políticos Tras la Muerte de Franco

Tras la muerte del dictador, se plantearon tres alternativas políticas principales:

  1. Continuidad del régimen: Defendida por los sectores inmovilistas conocidos como «el Búnker», liderados por Arias Navarro. Pretendía mantener el franquismo sin reformas sustanciales, reprimiendo cualquier intento de apertura. Sin embargo, esta opción fue perdiendo apoyo social y político.
  2. Reforma pactada: Consistía en transformar el régimen desde dentro, utilizando la legalidad franquista para abrir paso a la democracia. Esta vía culminó en la aprobación de la Ley para la Reforma Política en 1976.
  3. Ruptura democrática: Promovida por la oposición antifranquista, aglutinada en la Coordinación Democrática o Platajunta (que integraba a partidos como el PSOE y el PCE). Defendía la disolución inmediata del franquismo, la formación de un gobierno provisional y la convocatoria de elecciones constituyentes.

Hacia la Transición Democrática

Finalmente, se impuso la opción de la reforma pactada, gracias al liderazgo de Adolfo Suárez, el apoyo de la Corona, el consenso político y la aceptación del cambio por parte de sectores clave como el Ejército y la Iglesia. Esto sentó las bases para el inicio de la Transición democrática en España.

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