El reformismo borbónico en España y América

ESPECIFICA LAS CAUSAS DEL DESPEGUE ECONÓMICO DE CATALUÑA

Cataluña representaba, dentro del conjunto de la economía española del Siglo XVIII, un caso particular, pues experimentó un despegue económico que la convirtió en la zona más dinámica y avanzada de España, y la única encaminada con una trayectoria firme hacia la revolución industrial.
En dicho despegue económico influyeron varios factores

Cataluña fue una de las primeras regiones de España que mejoró sus rendimientos agrícolas y orientó buena parte de su producción hacia el mercado, lo que permitíó a sus agricultores obtener unos beneficios que,  a su vez, contribuirían al desarrollo industrial. Lo primero fue posible gracias al sistema de censos enfitéuticos que estaba vigente en gran parte del campo catalán desde la Edad Media; Pero los efectos iban más allá ya que el campesinado, al orientar su producción al mercado y no al autoconsumo, dispónía de más ingresos y compraba en los mercados aquello que necesitaba y no producía. Esta demanda campesina estimuló la producción industrial catalana ; también parece que algunos capitales agrícolas se invirtieron en industria.Otro factor muy importante para el despegue de la industria catalana, fundamentalmente la textil, fue la política proteccionista de la Corona, que prohibíó la importación de ciertos productos extranjeros, como las telas de Asía, para evitar q pudieran hacer la competencia a los españoles.Por último, la liberalización del comercio con América resultó especialmente beneficiosa para Cataluña, ya que desde el puerto de Barcelona se exportaban a América productos, en su mayoría, catalanes, como vinos, aguardientes y textiles.

EXPLICA LA POLÍTICA INDUSTRIAL DE LA MONARQUÍA Y LAS MEDIDAS ADOPTADAS RESPECTO AL COMERCIO CON AMÉRICALa industria española en el Siglo XVIII presentaba graves problemas derivados, fundamentalmente, de un sistema gremial que coartaba la libertad de producción, la innovación y la competencia
; predominaba el pequeño taller de escasa producción y los métodos de trabajo eran arcaicos y rutinarios.Sin embargo, también surgieron durante el XVIII diversos factores que incentivaron la producción y el consumo de productos industriales tales como el  crecimiento de la población y el aumento de las rentas de nobles y eclesiásticos por la subida de los precios agrícolas. A ello se sumó el esfuerzo de la monarquía borbónica, particularmente en el reinado de Carlos III, quien a través de una serie de medidas mercantilistas pretendíó reducir las importaciones y lograr un mayor consumo de productos industriales nacionales. Entre esas medidas destacaron las siguientes:

  • El proteccionismo por el cual se establecían elevados aranceles (impuestos que debían pagar en aduanas al entrar en España) a los productos importados del extranjero o se prohibía dicha importación, como ocurríó con las telas de Asía, favoreciendo así a la industria textil catalana.

  • La creación de manufacturas reales (Reales Fábricas) de artículos de lujo. Eran fábricas fundadas y controladas por el Estado cuyo objetivo era satisfacer la demanda de la nobleza y el clero de artículos de lujo (tapices, cristalería, porcelana…) con productos fabricados en el país y no importados, de manera que el dinero no saliese de España. Se contrató a especialistas extranjeros para que enseñaran a los operarios españoles las nuevas técnicas de producción, pero muchas de estas manufacturas fracasaron por ser sus productos demasiados caros,  y por el excesivo control burocrático y la aplicación de técnicas poco productivas.

  • El fomento de la construcción naval en astilleros reales (Cádiz, El Ferrol, Cartagena) para facilitar el comercio por mar y la flota de guerra. Fue una actividad exitosa pues España llegó a tener la tercera flota de guerra del mundo, imprescindible para asegurar su Imperio colonial.

  • La promulgación de decretos que establecían la dignidad de cualquier actividad productiva, incluso para la nobleza, intentando cambiar la tradicional mentalidad castellana contraria a los negocios.

  • Asimismo, la monarquía, asesorada por sus ministros y colaboradores ilustrados, tampoco puso obstáculos al desarrollo de nuevos sistemas de producción industrial privados ajenos al control de los gremios, tales como el trabajo a domicilio, la industria doméstica y, aunque sólo tenía alguna presencia en Cataluña, la industria fabril.
    Una de los factores  que más contribuyó al desarrollo industrial de ciertas zonas de España fue la nueva política comercial y económica que se siguió con América
    .  
    La nueva dinastía borbónica pretendíó someter a América a una explotación económica de tipo colonial, como proveedora de materias primas y como mercado de consumo de productos peninsulares, tratando de aprovechar las grandes posibilidades comerciales que ofrecía tan inmenso mercado. Para ello se adoptaron diferentes medidas a lo largo de siglo que condujeron finalmente a una liberalización del comercio español con América, y a la desaparición del monopolio gaditano, la Flota de Indias y la Casa de Contratación.
    En un primer momento, imitando las prácticas de ingleses y holandeses, se crearon compañías privilegiadas y monopolísticas
    . Eran empresas o compañías privadas a las que la Corona otorgaba el derecho exclusivo de comerciar en un determinado territorio americano; traían de allí materias primas coloniales  y enviaban manufa cturas (productos artesanales o industriales) peninsulares. El mejor ejemplo fue la Compañía Guipuzcoana de Caracas fundada en 1728.Más adelante, se adoptaron medidas liberalizadoras del comercio con

    América


    . En 1735 se suprimíó el tradicional sistema de flotas y galeones y fue sustituido por el más ágil sistema de registros, en el que los particulares podían cargar sus mercancías, una vez registradas en Cádiz, en barcos autorizados que partían para América cuando querían
    .  Como esta medida resultó insuficiente para satisfacer la demanda americana, los decretos de 1765 y 1778 autorizaron el libre comercio directo de los puertos peninsulares con los americanos y suprimieron definitivamente el monopolio del puerto de Cádiz
    . Esto fue un gran estímulo para la industria y el comercio de otras zonas de España, en especial para Cataluña.
    Sin embargo, la producción manufacturera o industrial española siguió siendo escasa para cubrir la demanda del extenso mercado americano, por los que las manufacturas extranjeras siguieron predominando en las exportaciones a América.

DESARROLLA LOS PRINCIPALES PROBLEMAS DE LA AGRICULTURA Y LAS MEDIDAS IMPULSADAS POR Carlos III EN ESTE SECTOREl principal problema de la agricultura española en el Antiguo Régimen radicaba en unos rendimientos muy bajos que, periódicamente, en épocas de inclemencias climáticas y malas cosechas, desembocaban en crisis de subsistencias. Era una agricultura atrasada que utilizaba técnicas y métodos de cultivo aún muy primitivos.Una de las principales causas de este problema era el régimen de propiedad de la tierra. La mayor parte de las tierras cultivables estaban amortizadas. Por tanto, apenas había tierra en el mercado que pudiera ser adquirida por quien tuviera medios e interés para mejorar su cultivo.
Gran parte de las tierras amortizadas estaban en manos de la Iglesia de la nobleza,quienes sólo explotaban directamente una pequeña parte, arrendando el resto a campesinos en pequeñas parcelas; estos últimos no invertían en mejoras para incrementar la productividad,porque no tenían medios, debido a los numerosos impuestos y rentas que tenían que pagar, y por otra, porque carecían de interés en ello, ya que, al no ser la tierra de su propiedad, las ganancias derivadas de su mejora apenas repercutirían en su beneficio.  Además, un porcentaje significativo de tierra amortizada pertenecía a los municipios , como “bienes de propios”, tierras de labor cedidas para su explotación a particulares a cambio del pago de una renta al municipio, o como “bienes comunales”, la mayoría prados o bosques de aprovechamiento común y gratuito por todos los vecinos.En la segunda mitad del Siglo XVIII, el incremento de los rendimientos agrícolas se convirtió en una necesidad imperiosa en un contexto de crecimiento demográfico, pues la población aumentaba y con ella la demanda de productos agrarios.

En época de

Carlos III se adoptaron una serie de reformas para conseguirlo, la mayor parte tenía como objetivo el ideal ilustrado de formar una clase de pequeños propietarios campesinos, laboriosos, interesados en la mejora de sus tierras, y buenos contribuyentes. Destacaron las siguientes:

El arrendamiento de tierras municipales a campesinos que tuvieran medios para trabajarlas.Fracasó en sus propósitos por la corrupción de las oligarquías municipales encargadas de aplicarla.

Las colonizaciones de nuevas tierras, planificadas y financiadas por la Corona, seis mil colonos centroeuropeos fueron asentados en pueblos de nueva creación en el sur de Sierra Morena para repoblar tierras vacías y acabar con el bandolerismo.

·También se puede citar otras medidas como la mejora de los regadíos con la construcción de canales y pantanos o  la reducción de privilegios de la Mesta.  

Sin embargo, todas las medidas fueron parciales e insuficientes, propias de un reformismo ilustrado que pretendía adaptar las estructuras del Antiguo Régimen a las nuevas necesidades sin atentar contra los intereses de los estamentos privilegiados.Nunca se llevó a cabo una reforma profunda de las estructuras agrarias del país que implicaba una desamortización de la tierra,  pues el proyecto de Ley Agraria que se propónía, llegó tarde,cuando el temor a la revolución ya impedía cualquier reforma.








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