El régimen de Franco fundamentos ideológicos bases sociales e instituciones

INTRODUCCIÓN

Terminada la guerra civil, España se encuentra completamente destrozada demográfica, social y económicamente.
Con el fin de la guerra no llegó la paz, sino la victoria, dedicándose Franco a borrar toda huella de la sociedad republicana existente. Los historiadores han denominado a este periodo como  franquismo, pues la dictadura de Franco tuvo un carácter personal.
Franco era un militar, su repertorio político es pobre, basado en el concepto militar de la vida y el tradicionalismo católico.
Las distintas familias políticas que apoyaban al régimen fueron aportando principios ideológicos con mayor o menor vigencia, dependiendo de las circunstancias internas y externas a las que se enfrentará el régimen.

El franquismo tuvo un doble objetivo claro: acaparar todo el poder y perdurar en el tiempo;

ambas cosas las consiguió Franco.

1. FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS

La dictadura de Franco no fue una dictadura fascista, ni militar, ni totalitaria, fue una dictadura de carácter personal.
En la dictadura franquista no hubo un partido político, como en las fascistas, que impusiera su dominio total, sino que existían distintas familias políticas, ante las cuales él ejercía de juez y árbitro supremo. De hecho, el poder se manifestó siempre en tres vertientes:
civil, militar y eclesiástica.
Franco era un militar con escasa formación, teniendo, como es propio en estos casos, unas pocas ideas políticas simples y maniqueas. Fueron las distintas familias las que aportaron el bagaje ideológico. La preponderancia de unas u otras varía con las circunstancias políticas, al igual que la hegemonía de las distintas familias. Dentro de los principios ideológicos en los que se fundamentaba el franquismo debemos destacar los tres básicos:

Fascismo, anticomunismo y nacional-catolicismo:

FASCISMO


Al desechar para la nueva organización estatal tanto la República como la restauración monárquica, Franco se inclínó hacia lo que podríamos denominar fascistización de su sistema político.
Mussolini se encontraba en la plenitud de su poder y la grandilocuencia y espíritu imperialista del fascismo le fueron gratos a Franco. Así, con la referencia del régimen fascista italiano (y también del III Reich alemán), se dieron los pasos en este sentido: en 1937  se produjo la unificación forzosa de falangistas, carlistas y demás fuerzas políticas de derecha en un nuevo y único partido:

Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS)

Dentro de la habitual exaltación del líder (especialmente evidente en la primera fase de la dictadura), Franco asumirá un título al modo de los de Duce o Führer:
Caudillo, una denominación novedosa como las anteriores para calificar a un cargo totalmente novedoso también como lo era el de alguien que sin ser presidente ni rey lo era todo desde el punto de vista político. Y las veleidades imperialistas de nazis y fascistas las asume Franco con expresiones como “tenemos voluntad de Imperio” o “Por el Imperio hacia Dios” en las que se propónía alcanzar la grandeza del viejo Imperio español (lo que dadas las circunstancias materiales de la España de la posguerra no dejaba de ser una irrealizable quimera). Además, provénían del modelo fascista la ética de la violencia y represión, el machismo (nunca se sentó una mujer en el Consejo de Ministros con Franco), la organización sindical en sindicatos verticales y  el adoctrinamiento  político de la juventud (OJE) y la mujer (Sección Femenina). Saludo, emblemas y canciones completaban esta parafernalia de corte fascista. A pesar de todo este aparato, el sistema político franquista no llegó a consolidarse como un fascismo pleno, ya que, entre otros motivos, el partido, subordinado al Ejército, nunca llegó a tener el papel preponderante que tiene en un fascismo puro.


 ANTICOMUNISMO: El anticomunismo era, viendo los argumentos del golpe  de Julio de 1936, causa fundamental del Alzamiento:
evitar la revolución marxista que, según los sublevados, se estaba preparando. A nivel internacional, dio lugar a la adhesión de España a las alianzas antisoviéticas del Pacto Antikomitern entre Alemania e Italia, y al apoyo al ataque alemán a la URSS en 1941 (envío de la División Azul, cuerpo de voluntarios que  sirvió en el ejército alemán). Con posterioridad, el estallido de la Guerra Fría entre EE.UU. Y la URSS hizo que el régimen franquista reforzara este aspecto para ser aceptado en el mundo occidental. Desde el punto de vista práctico, el anticomunismo de Franco tuvo un sentido amplio, ya que el rechazo a los “rojos” comprendía desde la extrema izquierda revolucionaria hasta la burguésía democrática, es decir, todo aquello que se opusiera políticamente al régimen.

CATOLICISMO: El catolicismo fue un eje ideológico básico y desde el comienzo de la Guerra Civil se consolidó el maridaje entre la Iglesia y el franquismo:
Calificación de Cruzada para el Alzamiento, palio para el Caudillo en la visita a los templos e intervención en el nombramiento de los obispos a cambio del restablecimiento de las retribuciones estatales a la Iglesia y el control por parte de ésta de la enseñanza e incluso de la sociedad, imponiéndose tanto la moral católica más conservadora como la defensa del catolicismo entendido como elemento consustancial y definitorio de España. Este mutuo apoyo de la Iglesia y el régimen fue denominado nacional-catolicismo.
La capacidad de control de la Iglesia llegaba hasta los profesores o políticos locales, que precisaban para ejercer su cargo del visto bueno del párroco. No obstante, muy avanzada la década de los sesenta, una parte de la Iglesia Católica pretenderá abiertamente marcar distancias con la dictadura, influida por las doctrinas del Concilio Vaticano II, celebrado entre 1962 y 1965. El franquismo va a impulsar una visión de España basada en la defensa de la «unidad de la Patria», lo que se traduce en la negativa a cualquier autonomía política de las regiones y el fomento del castellano como única lengua española
. La Reconquista, el Imperio, la defensa del catolicismo… Son las raíces históricas, a menudo adulteradas, en las que se basa la idea de España surgida del Golpe de Estado de 17 de Julio de 1936.Se valoran las cosas como buenas o malas sin término medio. El Maniqueísmo es la religión universalista fundada por el persa Manes En el siglo III.


3LAS BASES POLÍTICAS

3.1Católicos

Se dividen en dos familias, los católicos tradicionalistas y los tecnócratas del Opus Dei.
La familia política católica siempre tuvo ministerios, teniendo reservados generalmente el de Educación y  el de Asuntos Exteriores. De 1943 a 1957 fueron los que tuvieron la hegemonía política. A partir de 1957 la presencia católica en el gobierno la capitalizó el Opus Dei.Franco renovó el gobierno en 1957. Lo más significativo fue la entrada de un equipo de tecnócratas, la mayoría de ellos vinculados a esta asociación religiosa. Destacaron Alberto Ullastres, Navarro Rubio y -todavía sin rango ministerial- López Rodó. Fueron los artífices del Plan de Estabilización de 1959, que liberalizó parcialmente la economía, y de los Planes de Desarrollo
.

3.2Falangistas

El partido político fundado por José Antonio Primo de Rivera, fue desvirtuado por Franco al integrarlo dentro del Movimiento Nacional, junto con los tradicionalistas carlistas y las JONS.
El falangismo también estuvo presente siempre en los Consejos de Ministros (eran suyas  generalmente las carteras Agricultura y Trabajo) y en la sociedad española. Tuvo su hegemonía en los inicios de la dictadura pero su influencia en el régimen disminuyó a raíz de la derrota del Eje en la II Guerra Mundial en 1945 (ya desde que en 1942 se vislumbró el éxito de los aliados, Serrano Suñer, el todopoderoso ministro y “cuñadísimo” de Franco y exaltado falangista y Germánófilo, fue retirado del gobierno) ya que la intención desde ese momento era reducir la fascistización con vistas al reconocimiento internacional. De igual forma, la retórica fascistoide iría perdiendo paulatinamente su importancia y protagonismo en los actos públicos del franquismo. Con ello redujo su papel a ser la cantera para aprovisionar al régimen de sus cuadros organizativos o dirigentes, siempre que le prestaran fidelidad inquebrantable. Otro papel fundamental del Movimiento fue el encuadramiento y adoctrinamiento de las masas;
Para ello creó diversas instituciones como los sindicatos verticales, el SEU, la Sección Femenina, el Frente de Juventudes o la OJE.Del Movimiento van a salir, al final del régimen, otras dos familias, el búnker o los inmovilistas y los aperturistas liderados por Solís y Fraga que les van a disputar el poder a los tecnócratas.

3.3Militares

Pilar fundamental en el sostenimiento del régimen


El estamento militar se caracterizaba en estos momentos por su ideología anticomunista, centralista y favorable a la dureza en el mantenimiento del orden público.             Los militares tienen una presencia muy significativa en la vida de la sociedad franquista, participan en todo tipo de tribunales, de actos públicos o de actos sociales, acompañados de todo su simbolismo y parafernalia (desfiles, uniformes,  himnos, banderas…) Controlaban la represión, dirigían la policía, participaban en la política económica y aportaron muchos símbolos y claves ideológicas del Régimen a través de la doctrina del caudillaje militar.
  Por ello, aunque estaban muy mal pagados guardaron una escrupulosa fidelidad a Franco y su régimen, estando orgullosos de su victoria y el lugar de honor que tenían en el régimen.Estuvo siempre firmemente controlado por Franco y subordinado a su persona, por ello nunca fue un grupo de presión.

Los militares siempre estuvieron presentes en el Gobierno (como mínimo 6 ó 7 miembros); en el Consejo de Ministros o en puestos intermedios. Suyas eran siempre las carteras militares de tierra, mar y aire.Del espíritu militar provienen  las ideas de jerarquía, disciplina, austeridad, autoritarismo,  virilidad y fuerte represión que dominaron las distintas etapas de la dictadura.

3.4Monárquicos

Estaban divididos en dos tendencias:

Carlistas y donjuanistas

Los carlistas también estuvieron siempre presentes en los Consejos de Ministros. En línea con el tradicionalismo católico y conservador, recibieron importantes cargos públicos (generalmente ocupaban la cartera de Justicia en los Consejos de Ministros). En cambio, los seguidores de Don Juan de Borbón se distanciaron por el rechazo de Franco a restaurar la monarquía en la persona de Don Juan de Borbón y la relación con éstos no será fácil, sobre todo a partir del manifiesto de Lausana.

3.5Franquistas puros

Un importante sector, pronto presidido por Carrero Blanco hasta su asesinato en 1973.  Solían ser técnicos independientes o sin adscripción a ninguna familia política, pero siempre con la carácterística común de la fidelidad y la adhesión incondicional al Caudillo.

4 BASES SOCIALES

En la autarquía, sobre todo hasta el 48, la represión fue tan feroz que la oposición existente desaparecíó físicamente. Franco intentó y consiguió la «despolitización» de la inmensa mayoría de los españoles. Pero a partir de los años sesenta aparecen grupos sociales muy dinámicos que se oponen a la dictadura de Franco, como los estudiantes, los obreros o un sector de la Iglesia, influido por las ideas del Concilio Vaticano II (ideas contenidas en la Encíclica de Juan XXIII Pacem in Terris en la que se recogían premisas tales como libertad de asociación, derecho a huelga y licitud de los partidos políticos, cuestiones éstas ausentes en España).
No obstante lo anterior, los apoyos mayoritarios provinieron de la oligarquía terrateniente, financiera e industrial, beneficiaria de la política económica intervencionista del régimen, que  recuperó su hegemonía social, sin olvidar el peso del pequeño propietario agrícola de la mitad norte y la masa de funcionarios y beneficiados por el régimen.
Las clases medias, que conocieron su eclosión a partir de la década desarrollista, apoyaron mayoritariamente al régimen, presentando un matiz conservador bastante fuerte, al contrario de lo que había sucedido en España en el Siglo XIX y primera mitad del XX: consideraban que el incipiente bienestar de la sociedad española estaba indisolublemente unido a la labor de Franco. Opus Dei, organización católica dedicada a la aplicación de los principios del cristianismo en la vida secular y en el trabajo. Fue fundada en 1928 por José María Escrivá de Balaguer, sacerdote español canonizado en 2002. Sindicato Español Universitario. Se creo durante la Segunda República por la Falange con el objetivo de introducir sus ideas en el ámbito universitario.

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