Importancia del congreso constituyente de 1830

La Revolución americana

A mediados del Siglo XVIII, los colonos ingleses habían formado las llamadas Trece Colonias en América del Norte. Estaban bajo la autoridad del rey de Inglaterra, pero tenían bastante autonomía.

Pronto comenzaron a surgir tensiones políticas pero el problema tenía una base fundamentalmente económica por el monopolio comercial que tenía la metrópoli sobre las colonias, que supónía un impedimento para su desarrollo.

Estos fueron los principales hitos de este periodo de revolución:

En 1773 el Parlamento establecíó las Tea Acts, por las que pretendía monopolizar el comercio del té. Los colonos respondieron con el motín del té de Boston.

En 1775 se inició la guerra de Independencia.

En 1776 Thomas Jefferson redactó la Declaración de los Derechos de Virginia, en la que defendía la soberanía nacional, la división de poderes y el sufragio. El 4 de Julio de ese mismo año se firmó la Declaración de Independencia de Estados Unidos.

En 1783 terminó la guerra con la firma de la Paz de Versalles, en la que el Reino Unido reconocíó la independencia de Estados Unidos.

En 1787 se aprobó la Constitución de Estados Unidos, la primera de la historia. En ella se reconocían la soberanía nacional y la separación de poderes: el poder legislativo residía en dos cámaras (Senado y Cámara de Representantes), el ejecutivo residía en un presidente, y el judicial, en jueces independientes.

En 1789 George Washington se convirtió en el primer presidente estadounidense.

La Revolución francesa

A finales del Siglo XVIII en Francia se produjo una revolución que puso fin al Antiguo Régimen. Sus causas fueron:

El descontento social de burgueses y campesinos.

La crisis económica causada por las malas cosechas, la subida de los precios y la crisis de la Hacienda Real (los privilegiados no pagaban impuestos).

Las ideas ilustradas, que no terminaban de implantarse a través de las medidas reformistas.


Los hitos principales de la Revolución francesa fueron los siguientes:

En 1787 el rey Luis XVI convocó una asamblea de notables para convencer a los privilegiados de la necesidad de que pagaran impuestos, pero fracasó.

En 1789 los Estados Generales se reunieron en Versalles en el que cada estamento redactó su cuaderno de quejas con sus reivindicaciones. En Junio de ese año, los representantes del tercer estado se denominaron Asamblea Nacional, considerándose los únicos con legitimidad para representar a Francia. Se reunieron en la sala del Juego de Pelota para redactar una Constitución. Pasó a llamarse Asamblea Constituyente (1789-1791)
.

El 14 de Julio de 1789 el pueblo de París asaltó la Bastilla, símbolo del absolutismo.En Agosto, la Asamblea Constituyente abolíó los derechos feudales y aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que reconocía las libertades personales, la igualdad legal y la propiedad. Esto supuso el fin del absolutismo y el triunfo de la revolución liberal.En Septiembre de 1791 se promulgó la Constitución, que reconocía la soberanía nacional, la división de poderes y el sufragio censitario, y establecía la monarquía parlamentaria como forma de gobierno.

En Septiembre del mismo año, se constituyó la Asamblea Legislativa (1791-1792).
En 1792 Austria y Prusia declararon la guerra a Francia porque las monarquías europeas se sintieron amenazadas por las ideas revolucionarias.En 1792 se produjo el asalto popular al palacio de las Tullerías, poniendo fin a la monarquía y establecíéndose la República.

Se convocaron elecciones para una nueva Asamblea, la Convencíón Nacional, que se dividíó en dos etapas:

La Convencíón Girondina (1792-1793)


Controlada por los girondinos, republicanos moderados. Juzgó y condenó a Luis XVI por traición y el 21 de Enero de 1793 lo ejecutó en la guillotina. Como respuesta se formó la Primera Coalición de las potencias europeas contra Francia.

La Convencíón Montañesa (1793-1794)


Los republicanos radicales (jacobinos) se hicieron con el poder. Robespierre implantó una dictadura y comenzó el Terror.


La crisis económica y la situación de guerra provocaron que Robespierre perdiera apoyos y en 1974 él y sus seguidores fueron guillotinados.

Para evitar una dictadura se creó un gobierno moderado que aprobó la Constitución de 1795.
El poder ejecutivo recayó en un Directorio de cinco miembros (1795-1799). En este periodo comenzó a destacar el general Napoleón Bonaparte, que derrotó a la Primera Coalición. En 1799 Napoleón dio un Golpe de Estado el 18 de Brumario y establecíó el Consulado.

La Europa napoleónica

El gobierno de Napoleón se dividíó en dos periodos:

El Consulado:


era un régimen personalista, en el que Napoleón acaparó todo el poder. Puso en marcha una serie de reformas para modernizar Francia: elaboró el Código Civil y el Código de Comercio y creó el Banco de Francia. También promovíó la educación pública.

El Imperio


:Napoleón se coronó emperador en 1804 y desarrolló una política expansionista que le mantuvo en guerra continua contra otros países. Los ejércitos de Napoleón fueron imbatibles hasta 1812, cuando invadíó Rusia y fue derrotado. Y en 1813 fue también vencido por una coalición (Reino Unido, Prusia, Rusia y Austria) en la batalla de Leipzig.
El mismo año fue derrotado también en España.

Abdicó y se exilió a la isla de Elba. Retornó al poder durante cien días, pero fue derrotado definitivamente en Waterloo (1815) y deportado a la isla de Santa Elena.

La Restauración

La Restauración fue una época de reacción tras la derrota de Napoleón, caracterizada por el legitimismo monárquico, la responsabilidad internacional y el sistema de congresos.

Las potencias se reunieron en el Congreso de Viena (1814-1815) para garantizar una paz duradera y evitar nuevas revoluciones. Se crearon alianzas internacionales contra la revolución: la Santa Alianza entre Prusia, Rusia y Austria; la Cuádruple Alianza, a la que se añadió Reino Unido; y la Quíntuple Alianza, a la que se uníó también Francia. El mapa de Europa cambió:

Francia volvíó a las fronteras que tenía antes de la Revolución.

Se crearon Estados-tapón en torno a Francia: Holanda asumíó Bélgica, y Piamonte recibíó Génova y Saboyá.

Austria, Prusia y Rusia se repartieron territorios de manera equilibrada


Nuevas oleadas revolucionarias (1820-1848)


Los intentos de la Restauración de volver al Antiguo Régimen no tuvieron éxito.En esta línea, surgieron en Europa varias oleadas revolucionarias:

La primera oleada de 1820


: se inició en España, con un pronunciamiento comandado por Riego contra el absolutismo de Fernando VII. Por otro lado, Grecia logró su independencia en 1829 contra el Imperio otomano.

La oleada revolucionaria de 1830


: empezó en Francia cuando Carlos X fue derrocado y sucedido por Luis Felipe de Orleans, con una monarquía de corte liberal.
Bélgica se independizó de los Países Bajos en 1831 y, ese mismo año, Polonia se levantó contra el Imperio ruso, pero fracasó.

Las revoluciones de 1848


:la nueva oleada tuvo además un componente de revolución social y democrática. Comenzó también en Francia, donde se elaboró la Constitución de 1848, muy moderada. La revolución se extendíó por las principales ciudades del centro y sur de Europa, pero en la mayoría fracasaron.

Los nacionalismos

En el Siglo XIX el término nacíón adquiríó una dimensión política y se empezó a reivindicar que las fronteras de los Estados coincidieran con las fronteras religiosas, étnicas, lingüísticas, históricas, etc. Nacía así la ideología nacionalista.

En algunos casos los movimientos nacionalistas fueron disgregadores, como en el Imperio austrohúngaro o el otomano; en otros fueron unificadores, integrando poblaciones divididas. Este fue el caso de Italia y Alemania.

La unificación italiana: la península itálica estaba dividida en diversos Estados, algunos bajo dominación extranjera. El proceso fue liderado por el reino de Piamonte, con su rey, Víctor Manuel II, su primer ministro Cavour y el revolucionario Garibaldi como principales artífices del movimiento.

La unificación alemana: en 1815 el territorio estaba dividido en 39 Estados que el Congreso de Viena agrupó en la Confederación Germánica, presidida por Austria. El eje de la unificación fue Prusia. Su rey, Guillermo I, y su primer ministro Bismarck aceleraron el proceso de unificación por vía militar. Tras tres fases de invasiones y guerras, la unificación desembocó en 1871 en la proclamación del Segundo Reich y la coronación de Guillermo I como emperador.

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