La desamortización de los bienes eclesiásticos

1.- Introducción (características de La economía española del XIX)


El desarrollo económico lento y con un atraso  se caracterizó por: a. La existencia de dos etapas : a.1ª Hasta 1840 etapa de estancamiento económico, próximo a la recesión. 2ª Desde 1840 etapa de recuperación lenta, preámbulo de la expansión del XX. b. El aumento de la población estimuló la producción agraria que contó con nuevas tierras gracias a las desamortizaciones aunque la agricultura seguía siendo atrasada y poco productiva c. La industria moderna se implantó sólo en algunas regiones (Cataluña, País Vasco, algunas comarcas valencianas) d. El comercio tuvo un desarrollo limitado debido a que no se activó demasiado la demanda interna por el escaso poder adquisitivo de la mayor parte de la población e. Las consecuencias de este panorama económico fueron 1. una injusta distribución de la riqueza en el campo y en las ciudades. 2. fuertes tensiones sociales entre las clases propietarias y los trabajadores (aparición del movimiento obrero).

2.-Transformaciones agrarias



La importancia y el límite de las desamortizaciones)

a. La transformación de la agricultura fue lenta b. La pieza fundamental del proceso de transformación fue la desamortización. la tierra estaba mal repartida desde épocas remotas, estaba en manos de la Iglesia, de la nobleza rentista, del Estado, o de los municipios. (propiedad vinculada o amortizada). Habitualmente se denunciaba su explotación como poco racional, lo que impedía obtener el mejor rendimiento (manos muertas). La desamortización consistía en la conversión de la propiedad vinculada de la tierra en propiedad privada, particular y enajenable c.
El proceso desamortizador, puso en el mercado tierras sin explotar para que fuesen cultivadas y propició la aparición de un grupo de grandes propietarios de ideología liberal. d. La legislación desamortizadora se desarrolló en tres momentos:

1.- Primera etapa

El primero medidas desamortizadoras tomadas por Godoy: decidió en 1798 la primera desamortización de los bienes de la Iglesia.Los bienes a desamortizar eran los de los establecimientos de beneficencia regidos por instituciones eclesiásticas (bienes de hospicios,).
El segundo fue durante el reinado de José I de los bienes de clero y de los aristócratas que se resistieron a la dominación francesa.
El tercero las Corte de Cádiz que  una tímida desamortización eclesiástica y civil: bienes de las comunidades religiosas extinguidas, de los bienes de la abolida Inquisición, de los jesuitas y de las órdenes militares; Finalmente el cuarto proceso
Trienio Liberal.

Segunda etapa


Desde 1836 a 1844.  tres decretos: • Supresión definitiva de la Inquisición, adjudicándose sus bienes a la extinción de la deuda. • Expulsión de la Compañía de Jesús, destinándose sus propiedades al mismo fin. • Supresión de monasterios y conventos que no tuvieran como mínimo 12 individuos aplicando sus bienes a la extinción de la Deuda. Leyes desamortizadoras de Mendizábal. dos decretos: el de 8 de marzo de 1836  el más importante, de 29 de julio de 1837. Afectó a los bienes del clero regular (conventos y monasterios) y desde 1841 también a los del clero secular disponiéndose además, que fueran sacados en pública subasta. La desamortización se planteó un doble objetivo:
1. Sanear la hacienda Pública 2. Crear una “copiosa familia de propietarios” se vendieron propiedades eclesiásticas por valor de 3.447 millones.

Tercera etapa

Tuvo lugar en 1855 (Bienio Progresista)  “Ley de desamortización general” (Ley Madoz). Afectó sobre todo a los bienes comunales es decir a los de los Ayuntamientos (desamortización civil).Su finalidad de sanear la Hacienda Pública, sufragar la financiación de la construcción de la red ferroviaria española venía a completar la obra de Mendizábal. El perjuicio de esta ley fue muy grave tanto para los municipios, como para los sectores rurales modestos, vieron privados de terrenos para pastar, cazar y recoger leña. esta nueva propiedad fue de difícil acceso a los campesinos más modestos. tuvo una importancia superior a todas las anteriores. Su importancia reside en su duración, el gran volumen de bienes movilizados y las grandes repercusiones que tuvo en la sociedad española.
3.- Conclusión tres tipos de consecuencias: 1.
Las consecuencias sociales fueron: • El aumento del número de grandes propietarios. Las tierras cambiaron de manos pero no se modificó la estructura de la propiedad agraria . bienes desamortizados pasaron a manos de gente adinerada • Se pusieron en cultivo gran cantidad de tierras abandonadas se resolvió al menos en parte el problema endémico de la carestía de alimentos. • Los grandes perdedores fueron la iglesia, los municipios y los campesinos: La iglesia perdió parte de su patrimonio inmobiliario artístico y documental, los campesinos tuvieron que dejar de utilizar los bienes y los municipios perdieron parte de sus ingresos. 2.
Las consecuencias económicas del proceso desamortizador: • La desamortización incidió sobre la producción agraria que sin embrago creció de forma modesta hasta el último cuarto del siglo. • La aportación de la agricultura al crecimiento económico no fue demasiado significativa.La agricultura no fue pues el motor de arrastre de la demanda industrial ni aportó a la misma capitales notables • .En resumen, el estancamiento agrario (la ausencia de una verdadera Reforma Agraria) fue una de las causas del atraso de la economía española del XIX. 3.
Las consecuencias políticas de la desamortización fueron las siguientes: • El aumento de la base social del liberalismo • La ruptura entre la Iglesia y el progresismo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *