La segunda Guerra Mundial la ineficacia de la sociedad de naciones ante los fascismos.

LAS CAUSAS DE LA GUERRA

1.1 LA CRISIS ECONÓMICA. Las económias totalitarias sustentaron su actividad económica en la industria armamentística y en el establecimiento de una economía planificada que se vio respaldada por su capacidad industrial. Además, el deterioro en las condiciones económicas provocó un incremento de las tensiones sociales que produjo una creciente radicalización política.

1.2 EL DESAFÍO TOTALITARIO. Los Estados totalitarios negaban los tratados firmados tras la Primera Guerra Mundial. Por ello, llevaron a cabo una política agresiva contraria a estos acuerdos y orientada a la defensa de sus propios intereses. Así, durante la década de 1930 los desafíos de las potencias totalitarias al orden internacional fueron constantes.

Alemania. Desde el ascenso de Hitler al poder, el primer punto de la política exterior alemana fue la negación del Tratado de Versalles y la creación de una Gran Alemania que incluyera a todos los territorios en los que hubiera población alemana. En vísperas de la Segunda Guerra Mundial el rearme se había completado, las fronteras habían sido militarizadas y buena parte de los territorios ambicionados por los nazis fueron integrados en el Tercer Reich.

Italia. El sueño imperialista de Mussolini se planteaba en un doble escenario; por un lado, pretendía controlar todo el Mediterráneo, Albania, Libia, Etiopía.

JAPÓN. Las propuestas del panasiatismo planteadas por el Ejército Japónés se tradujeron en una política imperialista que pretendía convertir al país en la gran potencia de la regíón. Los propósitos japoneses chocaban con los intereses de China y, sobre todo, con los de Estados Unidos, que décadas atrás había proclamado su intención de controlar el Pacífico.

UníÓN SOVIÉTICA. Stalin temía un ataque alemán, pero no confiaba en las democracias occidentales, a las que consideraba débiles y contrarias al comunismo. Por ello, intentó influir en los países democráticos mediante el establecimiento de políticas de unidad antifascista y promovíó la creación de frentes populares.


1.3 LA DEBILIDAD DE LAS DEMOCRACIAS

-LA FRAGILIDAD DE LA SOCIEDAD DE NACIONES. El organismo internacional se mostró incapaz de frenar la deriva agresiva de las potencias totalitarias y sus constantes vulneraciones de los tratados de paz.

-LA ACTITUD DE LOS REGÍMenes PARLAMENTARIOS. Tanto Reino Unido como Francia desplegaron una política de apaciguamiento, entendida desde dos puntos de vista.

*Electoralismo. Las respectivas opiniones públicas eran contrarias a una nueva guerra cuando estaba tan reciente la anterior, que había dejado al menos una víctima en cada familia. Los gobiernos temían un castigo electoral si mostraban una actitud más beligerante ante los totalitarismos.

*Contención del comunismo. La revolución bolchevique era percibida como una amenaza más cercana y real que la expansión del fascismos, y se pensaba que una Alemania nazi poderosa podría frenar al comunismo soviético; por ello, las clases medias europeas consideraron a los regíMenes fascistas como un mal menor ante el riesgo revolucionario.

-EL AISLACIONISMO ESTADOUNIDENSE. El balance que Estados Unidos hacía por entonces de su participación en los problemas europeos era negativo, y temía las consecuencias que pudiera acarrearle una nueva guerra en el viejo continente. De hecho, su estrategia exterior llevaba varias décadas orientada a la defensa de sus intereses en el hemisferio occidental, tanto en América como en el océano Pacífico y a proclamar cierto aislamiento respecto de los asuntos europeos. La grave crisis económica de 1929 encaminó sus políticas a resolver sus problemas internos, a desarrollar un nuevo modelo económico nacional y a asegurarse el control del continente americano.

LOS PASOS HACIA LA GUERRA

El desafío de las potencias totalitarias y por la incapacidad de la Sociedad de Naciones.

2.1 LA EXPANSIÓN JAPONESA. Japón invadíó la regíón China. Japón prosiguió con su política de controlar territorios en China. Aprovechó los conflictos internos existentes entre el Gobierno nacionalista de Chiag Kai-shek. Estalló una guerra que enfrentó a Japón contra los dos partidos chinos, que se aliaron frente al invasor.


2.2 LAS CONQUISTAS ITALIANAS

Animado por la pasividad de la Sociedad de naciones, Mussolini invadíó Abisinia. La organización protestó ante la acción italiana, pero no pudo evitar la ocupación del territorio. La condena de Francia y Reino Unido terminó motivando el giro diplomático de Italia:

-Se firmó el Eje Roma-Berlín, que situaba a Italia en la órbita nazi, se sumaron al pacto Hungría, Bulgaria y Eslovaquia.

-Mussolini abandonó la Sociedad de Naciones

-Italia se sumó al Pacto Antikominter, firmado por Alemania

-Anexión de Albania.

2.3 LA Guerra Civil ESPAÑOLA

El 18 de Julio de 1936 se produjo en España un Golpe de Estado contra el Gobierno republicano. La sublevación no triunfó y estalló una guerra en el que participaron otros países. La contienda en suelo español sirvió de escenario de enfrentamientos para las dos ideologías que pronto desencadenaría una nueva guerra mundial.
Mientras los sublevados recibieron la ayuda militar de Alemania e Italia, la República se vio aislada debido al Acuerdo de No intervención de Inglaterra y Francia, que pretendían aislar el conflicto español para evitar que se propagase. Por ello, el único apoyo recibido por la República fue el de la Uníón Soviética. Las hostilidades concluyeron el 1 de Abril de 1939, pero tanto su desarrollo como su desenlace presagiaron lo que ocurriría en Europa unos meses después:

-España fue el escenario para que Alemania e Italia pusieran a prueba sus tácticas militares y sus nuevas armas.

– Ambos países comprobaron la pasividad con la que las democracias reaccionaban ante sus acciones bélicas, lo que reforzó sus ambiciones expansionistas.

-La Guerra Civil se convirtió en un símbolo de la lucha antifascista. En España combatieron las Brigadas Internacionales, una organizaciónd de voluntarios antifascistas que posteriormente lucharon contra los nazis en Europa. Muchos españoles republicanos se incorporarían posteriormente a la resistencia antinazi.

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