Ley de colonización interior maura

9.1. Alfonso XIII y la crisis del sistema político de la Restauración: los partidos dinásticos. Las fuerzas políticas de oposición: republicanos, nacionalistas, socialistas y anarcosindicalistas. Panorama general del reinado de Alfonso XIII.
Alfonso XIII fue el hijo póstumo de Alfonso XII (+ 1885) y de Ma Cristina de Habsburgo. Fue por este motivo, por el cual se tuvo que abrir en España un periodo de regencia, la de Ma Cristina, explicada en el anterior tema, desde 1885 hasta 1902, momento de la mayoría de edad del príncipe que, con 16 años, accedíó al trono. Las carácterísticas de la política bajo el reinado de Alfonso XIII, hemos de dividirlas en las dos etapas del mismo: Primera etapa (1902-1923).Fue una etapa de gran inestabilidad política por la incapacidad de los sucesivos gobiernos para mantener un gobierno estable, ya que se seguía dando el turnismo canovista. El caciquismo se fue poco a poco debilitando, debido al auge del desarrollo urbano del país. Por otro lado, una gran parte de la población estaba en contra del régimen de la Restauración como los republicanos, nacionalistas, socialistas y anarquistas. El intervencionismo político de Alfonso XIII fue cada vez mayor, apoyando a los sectores más conservadores y tradicionales del ejército, lo cual va a propiciar en 1923, el comienzo de la Dictadura de Primo de Rivera. Segunda etapa (1923-1931). Será la etapa ocupada, en buena parte, por la dictadura de Primo de Rivera, durante la cual, los problemas del país fueron aumentando: las clases sociales fueron tomando conciencia, junto a los campesinos, las demandas obreras fueron aumentando lo cual va a provocar una serie de movilizaciones y de conflictos entre los patronos y los trabajadores. En lo referente a la cuestión religiosa, fueron aumentando las denuncias por parte de los sectores progresistas sobre el dominio que la Iglesia ejercía sobre la enseñanza (socialistas, republicanos, buena parte del Partido Liberal). También el Desastre del 98 y la Guerra de Cuba supuso la degradación del ejército, un ejército en el que había muchos oficiales y mandas y faltaban recursos materiales y que, desde el comienzo del sistema canovista, va a ser relegado a un papel secundario. El movimiento nacionalista fue cristalizándose, en especial, en el País Vasco y Cataluña. El interés por el reino de Marruecos fue aumentando, ya que va a ser visto como una nueva colonia tras el Desastre del 98, manteniéndose las posesiones históricas del norte de África desde tiempos de los Reyes Católicos e incluso antes.


Intentos de modernización. El Regeneracionismo


Durante los primeros años del reinado de Alfonso XIII (1902-1907) se fueron turnando en el poder los liberales y los conservadores, como había sucedido en las últimas décadas. La duración media de estos gobiernos fue de tan solo de cinco meses, debido a las constantes injerencias del monarca en los mismos, que fueron motivando constantes cambios de gobierno. Ante esta situación, nacen dos tipos de regeneracionismo: uno que es oficial, desarrollado desde arriba, para reformar la vida política y otro que es extraoficial, con el objetivo de cambiar la situación política del país desde abajo, dirigido por nacionalistas, socialistas y republicanos, es decir, las fuerzas políticas que se encontraban fuera del sistema canovista. Fue en este ambiente cuando se produjo la llamada Crisis de 1905, con la victoria en las elecciones municipales del partido nacionalista catalán Lliga Regionalista. Esto provocó la intervención del ejército en Cataluña quemando las imprentas de las que salieron carteles alusivos a la defensa del nacionalismo catalán. El gobierno del Partido Liberal, se vio obligado a suspender las garantías constitucionales como medida de seguridad y, para ello, se puso en marcha la Ley de Jurisdicciones (1906-1931), mediante la cual se perseguía evitar las críticas a la unidad de España, recortando la libertad de imprenta y de expresión. En 1907, con la llegada al poder del líder del Partido Conservador, Antonio Maura, elegido por Alfonso XIII como presidente del gobierno, se puso en marcha un nuevo tipo de regeneracionismo de tipo económico, social y político. Fue en este momento, cuando se crearon leyes para proteger la industria nacional, se reconstruyó la flota armada, hubo mejoras en la agricultura, se creó el antecedente de la posterior Seguridad Social y se reguló el descanso dominical y la jornada laboral de mujeres y niños. También, con el objetivo de atraer a los “neutrales” a la política, se emprendieron medidas regeneracionistas, acabando con el caciquismo de las zonas rurales, aunque ni los conservadores ni los liberales estaban dispuestos a hacerlo. Fue en este ambiente de inestabilidad cuando se produjo la llamada Semana Trágica de Barcelona (1909), debido al auge de las movilizaciones obreras, protagonizado por los anarquistas, cada vez más activos en dicha ciudad.1 El 26 de Julio de 1909, la organización anarquista Solidaridad Obrera, proclama la huelga general sucedíéndose altercados callejeros, levantamiento de barricadas, incendio de conventos, vuelco de tranvías, etc. Estos conflictos se vieron motivados por el Plan de movilización de reservistas, por el cual fueron reclutados por orden del gobierno de Maura, hombres jóvenes a la fuerza, sobre todo en Madrid y en Barcelona, para mandarlos a la Guerra de Marruecos. En dicha guerra, se produjo el Desastre del Barranco del Lobo (27/07/1909), en el cual murieron a manos de los marroquíes, más de 1.200 soldados españoles, debido fundamentalmente al lamentable estado de las armas que utilizaron, la falta de material y de equipación con la que contaban. La Semana Trágica de Barcelona terminó con más de 100 muertos, numerosos heridos, edificios destruidos, detenciones en masa y juicios, provocando incluso la caída del gobierno de Maura. 


Intentos de modernización. El Regeneracionismo


Tras esta dimisión, José Canalejas del Partido Liberal sube al poder como presidente del gobierno (1909-1912), desarrollándose un segundo Regeneracionismo en la política de la época con medidas como la supresión de los consumos (tipo de impuesto vigente desde 1845 de tipo indirecto, gravando los bienes de primera necesidad), se establece el servicio militar obligatorio en tiempo de guerra, se aprueba la “ley del candado” por la cual se prohibía, durante dos años, el establecimiento de nuevas congregaciones religiosas, reforzándose el carácter laico del Estado. Realmente esta nueva etapa de Regeneracionismo político no pudo llevarse completamente a cabo, ya que Canalejas fue asesinado en 1912 por un anarquista en la Puerta del Sol de Madrid. 

Las fuerzas políticas de oposición: republicanos, nacionalistas, socialistas y anarcosindicalistas


Al margen de los partidos oficiales, existían otros partidos y movimientos que fueron influyendo en ciertos sectores de la población y que se pueden clasificar en tres grandes grupos: tradicionalistas (extrema derecha), republicanos, socialistas y anarquistas (izquierda y extrema izquierda) y regionalistas y nacionalistas. Los tradicionalistas tenían como objetivo restaurar la monarquía tradicional entronizando al heredero de la rama carlista borbónica. Dichos pretendientes carlistas al trono, vivían en el exilio y fueron designando delegados para dirigir el movimiento en España. Su apoyo se limitaba a ciertas áreas rurales de Cataluña, Navarra y las provincias vascas. Los nacionalistas vascos siguieron conservando sus principios ideológicos, basados en el integrismo católico, en el rechazo del liberalismo y en la defensa de una identidad vasca contrapuesta a la española. No obstante, había dos tendencias, una centrada en la lucha por la independencia vasca y otra dispuesta a aceptar una solución autonómica. Los nacionalistas catalanes, a diferencia de los vascos, eran liberales y no pretendían la independencia, aceptando incorporarse al gobierno de España a partir de 1917. El principal partido, la Lliga Regionalista, fundada en 1901 y de tendencia conservadora, propónía una federación de nacionalidades ibéricas. Hemos de esperar hasta la Segunda República, para ver el nacimiento de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), partido nacionalista de izquierdas. Los republicanos renunciaron a la vía de las armas hasta 1930, con el objetivo de establecer una forma de Estado diferente a la monarquía. Su principal líder fue Alejandro Lerroux, fundador en 1908 del Partido Radical, muy anticlerical y hostil al nacionalismo catalán. Los socialistas, junto a su sindicato
UGT, van a prever la toma del poder político por la clase trabajadora y la nacionalización de las empresas, incrementando su presencia política. Los socialistas promovieron una huelga general revolucionaria en 1917. Los partidarios en esa fecha de la revolución rusa, se escindieron en 1921 para formar el Partido Comunista. Los anarquistas tuvieron una gran fuerza en España. 


Las fuerzas políticas de oposición: republicanos, nacionalistas, socialistas y anarcosindicalistas


Su proyecto era la colectivización de la propiedad y la supresión del Estado, que sería sustituido por una federación de asociaciones locales de trabajadores. En 1911, fundaron la CNT, como una organización obrera de masas. Al margen de estas organizaciones anarquistas, siempre existieron pequeños grupos formados por los anarquistas más decididos, optando algunos por la lucha violenta en las calles, de tipo terrorista a partir de 1892. Uno de los peores atentados se produjo en la calle mayor de Madrid en 1906, cuando Mateo Morral, anarquista catalán, intentó asesinar a los recién casados Alfonso XIII y Ma Victoria con una bomba que causó 23 muertos y más de un centenar de heridos.

La intervención en Marruecos. Repercusiones de la Primera Guerra Mundial en España. La crisis de 1917 y el trienio bolchevique.
a) Los problemas del régimen siguen creciendo: Se rompe el turno de partidos, los gobiernos son inestables: A la muerte de Canalejas, el rey llama a gobernar a los conservadores (1913) pero margina a Maura, lo que provoca la desuníón dentro del partido conservador. Tampoco el partido liberal consigue estar unido. La desuníón interna de los dos partidos dinásticos se traduce en gobiernos inestables, de escasa duración, al bloqueo parlamentario continuo y a la casi permanente suspensión de las Cortes. A partir de la crisis de 1917 se recurre, incluso, a gobiernos de concentración o salvación nacional, sin mucho éxito. El influjo de la situación europea sobre la economía y la vida política española: La neutralidad de España durante la Primera Guerra Mundial (1914-1915) reporta beneficios económicos. Aumenta la producción y exportación de productos agrarios e industriales a los países en guerra. Comerciantes e industriales se enriquecen. Los beneficios no se reinvierten en mejorar los sistemas productivos. El aspecto negativo es una fuerte subida de precios que afecta a la clase obrera, funcionarios y asalariados que ven disminuir sus ingresos por la inflación. Las protestas populares se hacen presentes en motines, disturbios y después en huelgas organizadas por los dos sindicatos mayoritarios, la UGT (sindicato socialista)
Y la CNT (sindicato anarquista creado en 1911); exigen al gobierno que intervenga y controle los precios. La revolución rusa de 1917 sorprende a todos, para los obreros es una esperanza y un estímulo; a la burguésía y sectores conservadores, produce temor. Algunos empiezan a desear una solución militar autoritaria para poner orden en la sociedad española. B) En 1917 diversos sectores sociales coinciden en una postura de exigencia y confrontación contra el gobierno, aunque con reivindicaciones diferentes: El ejército, se había convertido desde la ley de Jurisdicciones (1905) en un grupo de presión. En 1916 la oficialidad del ejército se organiza en una especie de sindicato o asociación, llamada Juntas Militares de Defensa, para exigir al gobierno mejoras económicas y profesionales (aumento de sueldo y ascensos por riguroso orden del escalafón militar). 


La intervención en Marruecos. Repercusiones de la Primera Guerra Mundial en España. La crisis de 1917 y el trienio bolchevique.
El gobierno intenta disolverlas pero fracasa y termina admitiendo sus peticiones y reconocíéndolas oficialmente en Junio de 1917. La oposición política critica a los partidos dinásticos y exige una reforma constitucional para democratizar el Estado. El presidente del gobierno (Dato) clausura las Cortes una vez mas, los parlamentarios catalanes, dirigidos por la Lliga, exigen la reapertura de las Cortes y convocan una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona en Julio de 1917, a la que asisten republicanos, socialistas, y catalanistas. En esta asamblea se pide la autonomía para Cataluña y la convocatoria de unas Cortes Constituyentes.El gobierno prohíbe la celebración de la asamblea y cierra los periódicos catalanes y republicanos. El obrerismo recoge el descontento de las clases populares ante la subida de precios. Los sindicatos CNT y UGT convocan huelga general indefinida en Agosto de 1917 en toda España, para la que buscan el apoyo de sectores del ejército y de parlamentarios. La huelga de ferroviarios en el mes de Agosto se radicaliza y extiende a otros sectores con gran éxito de participación. Los sindicatos asumen el programa reformista de la Asamblea de Parlamentarios. C) El final de la crisis de 1917 es un cierre en falso. El ejército reprime con dureza las movilizaciones de los trabajadores (las reivindicaciones militares pasan a segundo plano). Demostración al país de dónde estaba la verdadera fuerza de orden, y la fidelidad a la nacíón frente a los políticos. El comité de huelga es juzgado y condenado a cadena perpetua (fin del movimiento proletario). Ante la radicalización de la situación, los parlamentarios de la oposición deciden volver a reunirse en Madrid para exigir una reforma general del Estado, y la convocatoria de Cortes constituyentes. El gobierno de Dato dimite y el rey propone un gobierno de concentración, la Lliga acepta entrar en este gobierno, los socialistas y republicanos lo ven como una traición, es el fin de la Asamblea de parlamentarios. 


El desastre de Annual (1921) y sus repercusiones


Tras los sucesos de 1917, la crisis del régimen de la restauración se acentúa. Gobiernos débiles deben hacer frente a un movimiento obrero muy radicalizado y a la guerra de Marruecos. Ante su incapacidad, los militares intervienen asumiendo de nuevo el protagonismo político. A) El movimiento obrero se radicaliza por el impacto de la revolución bolchevique, y la recesión económica tras la Guerra Mundial, que provoca la pérdida de muchos puestos de trabajo. El socialismo aumenta entre el electorado obrero, aunque una parte del PSOE se separa, creando el Partido Comunista Español. La UGT alcanza en estos años su madurez como sindicato industrial y crece el número de afiliados. La CNT dirigida por Salvador Seguí y Ángel Pestaña, crea sindicatos únicos que agrupan a todos los oficios de un ramo (metal, construcción,..) aumentando espectacularmente el número de afiliados, sobre todo en Cataluña. La conflictividad laboral promovida por la CNT afecta especialmente a Barcelona. La huelga de la “Canadiense” en Barcelona (1919), seguida de una huelga general, desborda al gobierno. Los militares y la patronal, apoyados por la Lliga resuelven el conflicto reprimiendo las huelgas, persiguiendo y encarcelando a sindicalistas, cerrando empresas, contratando pistoleros. Las autoridades apoyan a los sindicatos de extrema derecha y aplican la ley de fugas que permite disparar al prisionero cuando huye. El pistolerismo se adueña de las calles con un saldo de decenas de muertos. También en el campo andaluz se extiende la lucha sindical de la mano de la CNT. B) La guerra de Marruecos y el desastre de Annual (1921). En el reparto de Marruecos entre Francia y España en 1906 (conferencia de Algeciras) España se reserva una franja en el norte (el Rif) y un enclave en la costa atlántica (Ifni). Francia ocupa pronto la zona que le corresponde en el reparto y obliga a España a hacer lo mismo. Este nuevo colonialismo africano sirve a los militares para recuperar el prestigio perdido en Cuba; y a los intereses económicos de empresas y particulares (explotación de minas, construcción de ferrocarriles). La ocupación militar del territorio del Rif; inicia en 1909, es lenta y dificultosa. Las tribus nómadas beréberes viven del pillaje y la guerrilla. Las tropas españolas, formadas por reclutas inexpertos, desmotivados y desconocedores del terreno, sufren frecuentes emboscadas de las tribus de beduinos del Rif. (cabilas). Las represalias entre ambos bandos se caracterizan por su crueldad. El desastre de Annual, Julio-Agosto de 1921: Entre los líderes de las tribus rifeñas destaca Abd-el-Krim, que consigue aglutinar las cabilas en un movimiento independentista de masas contra los ocupantes extranjeros. Abd el-Krim, declara la “Guerra Santa” contra españoles y franceses. La expedición militar del General Silvestre hasta el corazón del Rif, sin asegurar la retaguardia, es cercada por los marroquíes en Annual, la retirada de las tropas españolas termina en un desastre, solo comparable con el 98 en Cuba (12000 soldados muertos, pérdida de material de guerra).Abd el-Krim proclama el emirato del Rif.

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