Liberales isabelinos grupos sociales

AFRANCESADOS:


Españoles que colaboraron con el gobierno de José I, hermano de Napoleón. Se dividían en 2 grupos: unos aceptaron el cambio dinástico convencidos de que la colaboración con Napoleón era útil para modernizar España, y que los últimos Borbones habían demostrado su incapacidad de gobierno. Y los otros simplemente aprovecharon para poder ocupar puestos importantes; cuando Fernando VII regresó, estos fueron perseguidos.

ABDICACIÓN DE BAYONA:


renuncias obligadas al trono del Reino de España de Carlos IV y Fernando VII, obligadas ante el emperador Napoleón Bonaparte en Bayona. El trono pasará al hermano de este último. Estas abdicaciones nunca fueron reconocidas por las Cortes de Cádiz.

DESAMORTIZACIÓN:


largo proceso histórico, económico y social, iniciado a finales del S.XVII y acabado a finales del S.XX. Consistía en poner en el mercado las tierras y bienes que no se podían vender, hipotecar o ceder y que se encontraban en poder de las manos muertas (iglesia católica, órdenes religiosas y los baldíos).

MANIFIESTO DE LOS PERSAS:


documento firmado en 1814 por los diputados absolutistas de la Cortes de Cádiz. Estos, le pedían al rey
Fernando VII la nulidad de la Constitución liberal de Cádiz de 1812, toda la obra legislativa de las Cortes y la vuelta del absolutismo.

PRAGMÁTICA SANCIÓN:


disposición del rey porla que Frenando VII eliminó en 1830 la Ley Sálica impuesta por Felipe V que impedía a las mujeres reinar. De esta forma, su hija Isabel podía reinar; y esto supuso el nacimiento del carlismo al reclamar la corona Carlos mª Isidro, también comienzan las Guerras Carlistas en el S.XIX.

PRONUNCIAMIENTO:


fue un alzamiento militar en el S.XIX, destinado a derribar un gobierno o a presionar sobre él. Un jefe militar es el cabecilla y esconde intereses de grupos de presión para cambiar el rumbo del país. El primer pronunciamineto conocido se dio en 1814 intentando reestablecer la Constitución de 1812. Se logró en 1820.

TRATADO DE VALENÇAY:


acuerdo firmado en 1813 en Valençay, se permitíó el regreso de Fernando VII y se dijo también que los ayudantes del rey José I no sería perseguidos.

3. EL REINADO DE Fernando VII:

El reinado de Fernando VII se divide en tres etapas: SEXENIO ABSOLUTISTA: 1814-1820. / TRIENIO LIBERAL: 1820-1823. / DÉCADA OMINOSA: 1823-1833.

3.1.EL SEXENIO ABSOLUTISTA (1814-1820). LA RESTAURACIÓN DEL ABSOLUTISMO:

Después del la firma del Tratado de Valençay (1813), Fernando VII regresó a España. Este, no aceptó el tratado ni las reformas de Cádiz, y derogó la Constitución de 1812.

A partir de 1814, se produjo un contexto internacional favorable al absolutismo, ya que Napoleón había sido derrotado y la Santa Alianza unía a las monarquías europeas contra cualquier intento de instauración del liberalismo.

Por el “Manifiesto de los Persas”, en 1814, 69 diputados absolutistas de las Cortes de Cádiz, le pidieron a Fernando VII la restauración de la monarquía absoluta y la derogación de la Constitución de 1812; este aceptó.

Se borró cualquier recuerdo de la política de Cádiz, y se depuró y persiguió a los que participaron en la obra revolucionaria.

Otras medidas fueron: restauración de la Inquisición; restauración de los antiguos consejos, restitución de la Mesta, régimen señorial, instituciones feudales, devolución de los bienes desamortizados, etc.

La represión fue muy dura: cárcel, destierro o pena de muerte para los líderes de la revolución. Fue el primer exilio de la España contemporánea, que afectó a liberales y afrancesados, los cuales promovieron conspiraciones para restaurar el sistema constitucional.

Comenzaba un período de 6 años en el que iba a dominar el sector más reaccionario de la sociedad, con la Iglesia a la cabeza.

Los gobiernos de Fernando VII no fueron capaces de solucionar la situación económica del país:

  • España debía enfrentar una guerra por la independencia de las colonias americanas.
  • La Hacienda Pública estaba en la ruina.
  • El gobierno estaba en manos de una “camarilla” de ineptos, amigos personales del rey.
  • A esto se unía el desprestigio de España en el extranjero.

La ruina de la Hacienda obligó al rey a tomar medidas liberales como crear un sistema fiscal de contribución única y proporcional a los ingresos (1817). Pero la oposición de la nobleza y órdenes militares hizo que fracasara. Era imprescindible reformar el sistema fiscal, pero los grupos que apoyaban el absolutismo, se negaban.

A pesar de la persecución a los liberales, se dieron pronunciamientos militares durante todo el S.XIX, eran partidarios de la Constitución de 1812.

Fracasaron (ej. El de Porlier en La Coruña), con la excepción de la sublevación del ejército dirigida por el coronel Rafael del Riego,

en Sevilla.

En 1820, Fernando VII tuvo que jurar la Constitución de 1812, y comenzó el “Trienio Liberal” o constitucional.


3.2. EL TRIENIO LIBERAL (1820-1823):

Tras jurar la Constitución, Fernando VII forma un gobierno integrado por destacados liberales, algunos exiliados retornados. Se inicia una labor legislativa que recuperaba muchos decretos de las Cortes de Cádiz.

Se crea un sistema de libertades políticas: amnistía para los presos políticos del sexenio, supresión definitiva de la Inquisición, reposición de las autoridades constitucionales en ayuntamientos y diputaciones, elecciones a cortes, creación de la Milicia Nacional para defender el sistema constitucional.

Fue un periodo de reformas políticas y económicas, basadas en la obra de Cádiz, pero los liberales se encontraron dos grandes enemigos:

  • La situación internacional (las monarquías absolutas).
  • La actitud de Fernando VII, que conspiró para derribar el sistema constitucional.

Los liberales se dividieron en 2 tendencias:

  • Los moderados, que deseaban un compromiso con las antiguas clases dominantes y el rey, para que estos aceptaran las reformas. Dominaron casi todo el período, pero sus gobiernos fueron inestables.
  • Los exaltados, que querían volver a la Constitución de 1812 y planteaban reformas radicales basadas en el liberalismo popular, que en ocasiones llegó a ser republicano. A las conspiraciones de estos hay que sumar las intrigas del rey y la acción de la guerrilla realista, que se levantó contra el gobierno a principios de 1821.

A todo ello se sumaba la guerra de independencia de las colonias, las maniobras internacionales de la Santa Alianza y la crisis económica.

El intento de Golpe de Estado de la Guardia Real en 1822, cambió el signo de esta etapa. La conjura, fomentada por el rey y frenada por el gobierno, fue descubierta. Se formaron gobiernos exaltados.

La Santa Alianza decidíó intervenir y Francia envió un ejército, los Cien Mil Hijos de San Luis, que invadíó España en 1823, contando con el apoyo de las tropas realistas españolas. La resistencia fue escasa; el gobierno y las Cortes se fueron a Cádiz, y Fernando VII fue declarado mentalmente incapacitado por las Cortes.

Finalmente, el gobierno constitucional cayó, y Fernando VII restauró su poder absoluto y ordenó una persecución implacable contra los liberales. Fue el fin del Trienio Liberal.

3.3. LA DÉCADA OMINOSA (1823-1833):

Fernando VII ordenó ejecutar al General del Riego. Comenzó así uno de los períodos más negros de la historia de España.

Los primeros años fueron de represión política, depuración y exilio. Se hicieron conspiraciones para derrocar a Fernando VII.

Los que no pudieron huir fueron perseguidos, encarcelados o ejecutados, como Riego o Mariana Pineda.

Las reformas de los gobiernos absolutistas tenían como fin restablecer las instituciones anteriores a 1820, aunque algunas no subsistieron (ej., la Inquisición, que fue sustituida por las Juntas de Fe). Incluso el rey era consciente de que no se podía restaurar el Antiguo Régimen ya que debía modernizarse. La labor de los gobiernos se centró en la reforma de la Hacienda y la administración. La pérdida de las colonias agravó más la crisis. Era imprescindible una reforma fiscal, que se llevó a cabo pero fracasó. Se llevaron a cabo cambios en la administración del Estado: creación del Consejo de Ministros, promulgación del código del comercio, creación del Banco de San Fernando, etc.

Todas estas reformas y la suavización del Antiguo Régimen, extendieron la idea entre los absolutistas de que Fernando VII cooperaba con los liberales. Los más radicales se organizaron en torno al hermano del rey, Carlos María Isidro.

Se produjeron así las insurrecciones absolutistas. La más importante tuvo lugar en Cataluña en 1827, donde reclamaban la sucesión de Carlos María Isidro y la vuelta al Antiguo Régimen. Esta revuelta fue reprimida con dureza.

El rey, ante la falta de descendencia masculina, derogabó la Ley Sálica por la Pragmática Sanción, lo que permitía reinar a las mujeres. En 1930 nacía la futura Isabel II y comenzaba la llamada “cuestión sucesoria” y la aparición del carlismo, movimiento radical de la facción absolutista que defendía los derechos sucesorios de Carlos María Isidro.

En los últimos años del reinado de Fernando VII, su mayor peligro fue el absolutismo liberal. En 1932 tuvieron lugar los sucesos en los que  los absolutistas convencieron al rey para derogar la Pragmática sanción, pero el rey revocó esta decisión más tarde y nombró heredera a Isabel; quien, con solo 2 años, fue proclamada reina.

INTRODUCCIÓN:


En 1808 entraron las tropas de Napoleón en España y se produjo un alzamiento contra ellas, lo que supuso la irrupción de las clases medias y populares en la política. Fue el inicio de la Edad Contemporánea en España.

La Guerra de Independencia terminó en 1814, con la restauración del absolutismo con Fernando VII y el intento de acabar con la obra de las Cortes de Cádiz. // También hubo intentos de restaurar la Constitución de 1812: el Trienio Liberal.

Finalmente, en 1823, Fernando VII volvíó restaura el absolutismo, pero esto trajo consecuencias como: la represión, el exilio y el atraso económico y cultural: la Década “Ominiosa”.

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