Liberalismo isabelino

1.2 La guerra de la

independencia (1808-1814).

– Inicio: Levantamiento popular del 2 de mayo de

  1808 en Madrid, reprimido por las tropas

  francesas dirigidas por el general
Murat.

1º Fase: Resistencia popular contra la invasión

  (1808). El ejército francés, que se dirige a andalucia es derrotado por los militares en Bailén.

 2º Fase: Ofensiva francesa encabezada por

Napoleón (1808-1812). Tienen lugar largos

asedios o sitios por parte de ciudades españolas que se negaron a rendirse como

Zaragoza. Y da comienzo la guerrilla.


 3º Fase: anglo-hispano-lusa (1812-

1814). donde Los ejércitos ingleses, portugueses y

Españoles derrotan a los franceses en Arapiles,

Vitoria y San Marcial.

  Un año después se firma el Tratado de Valençay (1813). Que Restaura aFernando VII en el trono español.


1.3 Las Cortes de Cádiz

– Origen: Ante las abdicaciones de Bayona y frente

  a José I se crean Juntas (gobernantes elegidos

  para organizar la resistencia a la invasión). La

Junta Suprema Central convocó Cortes en

  Cádiz.

– Las Cortes inician sus reuniones en Cádiz, con una

  mayoría de diputados liberales que se

  propusieron redactar una constitución liberal para

  España.


– En 1812 se aprobó la primera constitución

  española (“La Pepa”). Establecía una monarquía

  parlamentaria confesional, reconociendo la división

  de poderes, la soberanía nacional (sufragio universal

  masculino indirecto), derechos,…


– Las Cortes de Cádiz también aprobaron leyes (como

  la supresión de señoríos, gremios, e Inquisición) que

  buscaban acabar con el Antiguo Régimen.

– Sin embargo, la guerra dificultó la aplicación de estos

  cambios y al regresar a España Fernando VII en

  1814 este restauró el absolutismo.


2.3 La Década Ominosa

      (1823-1833).

– La nueva vuelta al absolutismo supuso una fuerte

represión hacia los liberales, además de la

  supresión de la Constitución de 1812.


– La independencia de las colonias españolas en

  América puso en crisis la Hacienda Real, por lo

  que se impulsaron reformas económicas que

  provocaron críticas de los sectores más

  conservadores.


– En 1830 se planteó un conflicto sucesorio, pues

Fernando VII aprobó la Pragmática Sanción para

  permitir que reinara su hija Isabel, acabando con la

  Ley Sálica borbónica que impedía reinar a las mujeres.

– Los sectores más absolutistas, defendieron que la

sucesión recayera en Carlos, hermano del príncipe.


– Al morir Fernando VII estalló una guerra civil entre

  isabelinos y carlistas, que defendían respectivamente

  una monarquía liberal o una monarquía absoluta.


3. La independencia de la

América hispana (1808-1824).


3.1 Las causas de la

   Independencia.

– Causas ideológicas: la difusión de la ideología

  liberal de la Ilustración y el ejemplo de las

  revoluciones (independencia de EEUU, revolución

  francesa, guerra de independencia española).


– Causas sociales y económicas: Los criollos,

población nacida en América de origen español (un 15

  % del total de la población), controlaban la economía,

  pero los españoles peninsulares dirigían la política y la

  recaudación de impuestos. Los criollos se oponían al

  monopolio del comercio por España.


3.2 Primera fase (1808-1814)

– Desencadenante: La invasión de España por

  Napoleón y las abdicaciones de Bayona, impulsó a

  los criollos a asumir el poder político organizándose

  en Juntas como las de Caracas, Buenos Aires,…

– José San Martín y Simón Bolívar se convierten en

  los líderes independentistas.

– En 1811 Paraguay proclama su independencia.


La restauración de Fernando VII como rey de

  España en 1814 permitió a los españoles controlar

  de nuevo los territorios americanos, salvo los del

  Río de la Plata.


3.3 Segunda fase (1816-1824)

– En 1816 tras el Congreso de Tucumán se proclama

  la independencia de las Provincias Unidas de

  Sudamérica (Argentina y Uruguay).

– El general San Martín consigue la independencia de

Chile en 1818.

– Simón Bolívar consigue la independencia de

  Colombia, Venezuela y Ecuador, creándose la Gran

  Colombia (1821).

– Agustín Iturbide se proclama emperador de México

en 1821, anexionándose América Central que en

  1823 crea las Provincias Unidas de Centroamérica.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

- El Partido Liberal, heredero de los progesistas,
  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

1.3 Las Cortes de Cádiz

– Origen: Ante las abdicaciones de Bayona y frente

  a José I se crean Juntas (gobernantes elegidos

  para organizar la resistencia a la invasión). La

Junta Suprema Central convocó Cortes en

  Cádiz.

– Las Cortes inician sus reuniones en Cádiz, con una

  mayoría de diputados liberales que se

  propusieron redactar una constitución liberal para

  España.


– En 1812 se aprobó la primera constitución

  española (“La Pepa”). Establecía una monarquía

  parlamentaria confesional, reconociendo la división

  de poderes, la soberanía nacional (sufragio universal

  masculino indirecto), derechos,…


– Las Cortes de Cádiz también aprobaron leyes (como

  la supresión de señoríos, gremios, e Inquisición) que

  buscaban acabar con el Antiguo Régimen.

– Sin embargo, la guerra dificultó la aplicación de estos

  cambios y al regresar a España Fernando VII en

  1814 este restauró el absolutismo.


2.3 La Década Ominosa

      (1823-1833).

– La nueva vuelta al absolutismo supuso una fuerte

represión hacia los liberales, además de la

  supresión de la Constitución de 1812.


– La independencia de las colonias españolas en

  América puso en crisis la Hacienda Real, por lo

  que se impulsaron reformas económicas que

  provocaron críticas de los sectores más

  conservadores.


– En 1830 se planteó un conflicto sucesorio, pues

Fernando VII aprobó la Pragmática Sanción para

  permitir que reinara su hija Isabel, acabando con la

  Ley Sálica borbónica que impedía reinar a las mujeres.

– Los sectores más absolutistas, defendieron que la

sucesión recayera en Carlos, hermano del príncipe.


– Al morir Fernando VII estalló una guerra civil entre

  isabelinos y carlistas, que defendían respectivamente

  una monarquía liberal o una monarquía absoluta.


3. La independencia de la

América hispana (1808-1824).


3.1 Las causas de la

   Independencia.

– Causas ideológicas: la difusión de la ideología

  liberal de la Ilustración y el ejemplo de las

  revoluciones (independencia de EEUU, revolución

  francesa, guerra de independencia española).


– Causas sociales y económicas: Los criollos,

población nacida en América de origen español (un 15

  % del total de la población), controlaban la economía,

  pero los españoles peninsulares dirigían la política y la

  recaudación de impuestos. Los criollos se oponían al

  monopolio del comercio por España.


3.2 Primera fase (1808-1814)

– Desencadenante: La invasión de España por

  Napoleón y las abdicaciones de Bayona, impulsó a

  los criollos a asumir el poder político organizándose

  en Juntas como las de Caracas, Buenos Aires,…

– José San Martín y Simón Bolívar se convierten en

  los líderes independentistas.

– En 1811 Paraguay proclama su independencia.

– La restauración de Fernando VII como rey de

  España en 1814 permitió a los españoles controlar

  de nuevo los territorios americanos, salvo los del

  Río de la Plata.


3.3 Segunda fase (1816-1824)

– En 1816 tras el Congreso de Tucumán se proclama

  la independencia de las Provincias Unidas de

  Sudamérica (Argentina y Uruguay).

– El general San Martín consigue la independencia de

Chile en 1818.

– Simón Bolívar consigue la independencia de

  Colombia, Venezuela y Ecuador, creándose la Gran

  Colombia (1821).

– Agustín Iturbide se proclama emperador de México

en 1821, anexionándose América Central que en

  1823 crea las Provincias Unidas de Centroamérica.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.


– En 1812 se aprobó la primera constitución

  española (“La Pepa”). Establecía una monarquía

  parlamentaria confesional, reconociendo la división

  de poderes, la soberanía nacional (sufragio universal

  masculino indirecto), derechos,…


– Las Cortes de Cádiz también aprobaron leyes (como

  la supresión de señoríos, gremios, e Inquisición) que

  buscaban acabar con el Antiguo Régimen.

– Sin embargo, la guerra dificultó la aplicación de estos

  cambios y al regresar a España Fernando VII en

  1814 este restauró el absolutismo.


2.3 La Década Ominosa

      (1823-1833).

– La nueva vuelta al absolutismo supuso una fuerte

represión hacia los liberales, además de la

  supresión de la Constitución de 1812.


– La independencia de las colonias españolas en

  América puso en crisis la Hacienda Real, por lo

  que se impulsaron reformas económicas que

  provocaron críticas de los sectores más

  conservadores.


– En 1830 se planteó un conflicto sucesorio, pues

Fernando VII aprobó la Pragmática Sanción para

  permitir que reinara su hija Isabel, acabando con la

  Ley Sálica borbónica que impedía reinar a las mujeres.

– Los sectores más absolutistas, defendieron que la

sucesión recayera en Carlos, hermano del príncipe.


– Al morir Fernando VII estalló una guerra civil entre

  isabelinos y carlistas, que defendían respectivamente

  una monarquía liberal o una monarquía absoluta.


3. La independencia de la

América hispana (1808-1824).


3.1 Las causas de la

   Independencia.

– Causas ideológicas: la difusión de la ideología

  liberal de la Ilustración y el ejemplo de las

  revoluciones (independencia de EEUU, revolución

  francesa, guerra de independencia española).


– Causas sociales y económicas: Los criollos,

población nacida en América de origen español (un 15

  % del total de la población), controlaban la economía,

  pero los españoles peninsulares dirigían la política y la

  recaudación de impuestos. Los criollos se oponían al

  monopolio del comercio por España.


3.2 Primera fase (1808-1814)

– Desencadenante: La invasión de España por

  Napoleón y las abdicaciones de Bayona, impulsó a

  los criollos a asumir el poder político organizándose

  en Juntas como las de Caracas, Buenos Aires,…

– José San Martín y Simón Bolívar se convierten en

  los líderes independentistas.

– En 1811 Paraguay proclama su independencia.

– La restauración de Fernando VII como rey de

  España en 1814 permitió a los españoles controlar

  de nuevo los territorios americanos, salvo los del

  Río de la Plata.


3.3 Segunda fase (1816-1824)

– En 1816 tras el Congreso de Tucumán se proclama

  la independencia de las Provincias Unidas de

  Sudamérica (Argentina y Uruguay).

– El general San Martín consigue la independencia de

Chile en 1818.

– Simón Bolívar consigue la independencia de

  Colombia, Venezuela y Ecuador, creándose la Gran

  Colombia (1821).

– Agustín Iturbide se proclama emperador de México

en 1821, anexionándose América Central que en

  1823 crea las Provincias Unidas de Centroamérica.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– Las Cortes de Cádiz también aprobaron leyes (como

  la supresión de señoríos, gremios, e Inquisición) que

  buscaban acabar con el Antiguo Régimen.

– Sin embargo, la guerra dificultó la aplicación de estos

  cambios y al regresar a España Fernando VII en

  1814 este restauró el absolutismo.


2.3 La Década Ominosa

      (1823-1833).

– La nueva vuelta al absolutismo supuso una fuerte

represión hacia los liberales, además de la

  supresión de la Constitución de 1812.


– La independencia de las colonias españolas en

  América puso en crisis la Hacienda Real, por lo

  que se impulsaron reformas económicas que

  provocaron críticas de los sectores más

  conservadores.


– En 1830 se planteó un conflicto sucesorio, pues

Fernando VII aprobó la Pragmática Sanción para

  permitir que reinara su hija Isabel, acabando con la

  Ley Sálica borbónica que impedía reinar a las mujeres.

– Los sectores más absolutistas, defendieron que la

sucesión recayera en Carlos, hermano del príncipe.


– Al morir Fernando VII estalló una guerra civil entre

  isabelinos y carlistas, que defendían respectivamente

  una monarquía liberal o una monarquía absoluta.


3. La independencia de la

América hispana (1808-1824).


3.1 Las causas de la

   Independencia.

– Causas ideológicas: la difusión de la ideología

  liberal de la Ilustración y el ejemplo de las

  revoluciones (independencia de EEUU, revolución

  francesa, guerra de independencia española).


– Causas sociales y económicas: Los criollos,

población nacida en América de origen español (un 15

  % del total de la población), controlaban la economía,

  pero los españoles peninsulares dirigían la política y la

  recaudación de impuestos. Los criollos se oponían al

  monopolio del comercio por España.


3.2 Primera fase (1808-1814)

– Desencadenante: La invasión de España por

  Napoleón y las abdicaciones de Bayona, impulsó a

  los criollos a asumir el poder político organizándose

  en Juntas como las de Caracas, Buenos Aires,…

– José San Martín y Simón Bolívar se convierten en

  los líderes independentistas.

– En 1811 Paraguay proclama su independencia.

– La restauración de Fernando VII como rey de

  España en 1814 permitió a los españoles controlar

  de nuevo los territorios americanos, salvo los del

  Río de la Plata.


3.3 Segunda fase (1816-1824)

– En 1816 tras el Congreso de Tucumán se proclama

  la independencia de las Provincias Unidas de

  Sudamérica (Argentina y Uruguay).

– El general San Martín consigue la independencia de

Chile en 1818.

– Simón Bolívar consigue la independencia de

  Colombia, Venezuela y Ecuador, creándose la Gran

  Colombia (1821).

– Agustín Iturbide se proclama emperador de México

en 1821, anexionándose América Central que en

  1823 crea las Provincias Unidas de Centroamérica.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– La independencia de las colonias españolas en

  América puso en crisis la Hacienda Real, por lo

  que se impulsaron reformas económicas que

  provocaron críticas de los sectores más

  conservadores.


– En 1830 se planteó un conflicto sucesorio, pues

Fernando VII aprobó la Pragmática Sanción para

  permitir que reinara su hija Isabel, acabando con la

  Ley Sálica borbónica que impedía reinar a las mujeres.

– Los sectores más absolutistas, defendieron que la

sucesión recayera en Carlos, hermano del príncipe.


– Al morir Fernando VII estalló una guerra civil entre

  isabelinos y carlistas, que defendían respectivamente

  una monarquía liberal o una monarquía absoluta.


3. La independencia de la

América hispana (1808-1824).


3.1 Las causas de la

   Independencia.

– Causas ideológicas: la difusión de la ideología

  liberal de la Ilustración y el ejemplo de las

  revoluciones (independencia de EEUU, revolución

  francesa, guerra de independencia española).


– Causas sociales y económicas: Los criollos,

población nacida en América de origen español (un 15

  % del total de la población), controlaban la economía,

  pero los españoles peninsulares dirigían la política y la

  recaudación de impuestos. Los criollos se oponían al

  monopolio del comercio por España.


3.2 Primera fase (1808-1814)

– Desencadenante: La invasión de España por

  Napoleón y las abdicaciones de Bayona, impulsó a

  los criollos a asumir el poder político organizándose

  en Juntas como las de Caracas, Buenos Aires,…

– José San Martín y Simón Bolívar se convierten en

  los líderes independentistas.

– En 1811 Paraguay proclama su independencia.

– La restauración de Fernando VII como rey de

  España en 1814 permitió a los españoles controlar

  de nuevo los territorios americanos, salvo los del

  Río de la Plata.


3.3 Segunda fase (1816-1824)

– En 1816 tras el Congreso de Tucumán se proclama

  la independencia de las Provincias Unidas de

  Sudamérica (Argentina y Uruguay).

– El general San Martín consigue la independencia de

Chile en 1818.

– Simón Bolívar consigue la independencia de

  Colombia, Venezuela y Ecuador, creándose la Gran

  Colombia (1821).

– Agustín Iturbide se proclama emperador de México

en 1821, anexionándose América Central que en

  1823 crea las Provincias Unidas de Centroamérica.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– En 1830 se planteó un conflicto sucesorio, pues

Fernando VII aprobó la Pragmática Sanción para

  permitir que reinara su hija Isabel, acabando con la

  Ley Sálica borbónica que impedía reinar a las mujeres.

– Los sectores más absolutistas, defendieron que la

sucesión recayera en Carlos, hermano del príncipe.


– Al morir Fernando VII estalló una guerra civil entre

  isabelinos y carlistas, que defendían respectivamente

  una monarquía liberal o una monarquía absoluta.


3. La independencia de la

América hispana (1808-1824).


3.1 Las causas de la

   Independencia.

– Causas ideológicas: la difusión de la ideología

  liberal de la Ilustración y el ejemplo de las

  revoluciones (independencia de EEUU, revolución

  francesa, guerra de independencia española).


– Causas sociales y económicas: Los criollos,

población nacida en América de origen español (un 15

  % del total de la población), controlaban la economía,

  pero los españoles peninsulares dirigían la política y la

  recaudación de impuestos. Los criollos se oponían al

  monopolio del comercio por España.


3.2 Primera fase (1808-1814)

– Desencadenante: La invasión de España por

  Napoleón y las abdicaciones de Bayona, impulsó a

  los criollos a asumir el poder político organizándose

  en Juntas como las de Caracas, Buenos Aires,…

– José San Martín y Simón Bolívar se convierten en

  los líderes independentistas.

– En 1811 Paraguay proclama su independencia.

– La restauración de Fernando VII como rey de

  España en 1814 permitió a los españoles controlar

  de nuevo los territorios americanos, salvo los del

  Río de la Plata.


3.3 Segunda fase (1816-1824)

– En 1816 tras el Congreso de Tucumán se proclama

  la independencia de las Provincias Unidas de

  Sudamérica (Argentina y Uruguay).

– El general San Martín consigue la independencia de

Chile en 1818.

– Simón Bolívar consigue la independencia de

  Colombia, Venezuela y Ecuador, creándose la Gran

  Colombia (1821).

– Agustín Iturbide se proclama emperador de México

en 1821, anexionándose América Central que en

  1823 crea las Provincias Unidas de Centroamérica.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– Al morir Fernando VII estalló una guerra civil entre

  isabelinos y carlistas, que defendían respectivamente

  una monarquía liberal o una monarquía absoluta.


3. La independencia de la

América hispana (1808-1824).


3.1 Las causas de la

   Independencia.

– Causas ideológicas: la difusión de la ideología

  liberal de la Ilustración y el ejemplo de las

  revoluciones (independencia de EEUU, revolución

  francesa, guerra de independencia española).


– Causas sociales y económicas: Los criollos,

población nacida en América de origen español (un 15

  % del total de la población), controlaban la economía,

  pero los españoles peninsulares dirigían la política y la

  recaudación de impuestos. Los criollos se oponían al

  monopolio del comercio por España.


3.2 Primera fase (1808-1814)

– Desencadenante: La invasión de España por

  Napoleón y las abdicaciones de Bayona, impulsó a

  los criollos a asumir el poder político organizándose

  en Juntas como las de Caracas, Buenos Aires,…

– José San Martín y Simón Bolívar se convierten en

  los líderes independentistas.

– En 1811 Paraguay proclama su independencia.

– La restauración de Fernando VII como rey de

  España en 1814 permitió a los españoles controlar

  de nuevo los territorios americanos, salvo los del

  Río de la Plata.


3.3 Segunda fase (1816-1824)

– En 1816 tras el Congreso de Tucumán se proclama

  la independencia de las Provincias Unidas de

  Sudamérica (Argentina y Uruguay).

– El general San Martín consigue la independencia de

Chile en 1818.

– Simón Bolívar consigue la independencia de

  Colombia, Venezuela y Ecuador, creándose la Gran

  Colombia (1821).

– Agustín Iturbide se proclama emperador de México

en 1821, anexionándose América Central que en

  1823 crea las Provincias Unidas de Centroamérica.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

3. La independencia de la

América hispana (1808-1824).


3.1 Las causas de la

   Independencia.

– Causas ideológicas: la difusión de la ideología

  liberal de la Ilustración y el ejemplo de las

  revoluciones (independencia de EEUU, revolución

  francesa, guerra de independencia española).


– Causas sociales y económicas: Los criollos,

población nacida en América de origen español (un 15

  % del total de la población), controlaban la economía,

  pero los españoles peninsulares dirigían la política y la

  recaudación de impuestos. Los criollos se oponían al

  monopolio del comercio por España.


3.2 Primera fase (1808-1814)

– Desencadenante: La invasión de España por

  Napoleón y las abdicaciones de Bayona, impulsó a

  los criollos a asumir el poder político organizándose

  en Juntas como las de Caracas, Buenos Aires,…

– José San Martín y Simón Bolívar se convierten en

  los líderes independentistas.

– En 1811 Paraguay proclama su independencia.

– La restauración de Fernando VII como rey de

  España en 1814 permitió a los españoles controlar

  de nuevo los territorios americanos, salvo los del

  Río de la Plata.


3.3 Segunda fase (1816-1824)

– En 1816 tras el Congreso de Tucumán se proclama

  la independencia de las Provincias Unidas de

  Sudamérica (Argentina y Uruguay).

– El general San Martín consigue la independencia de

Chile en 1818.

– Simón Bolívar consigue la independencia de

  Colombia, Venezuela y Ecuador, creándose la Gran

  Colombia (1821).

– Agustín Iturbide se proclama emperador de México

en 1821, anexionándose América Central que en

  1823 crea las Provincias Unidas de Centroamérica.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

3.1 Las causas de la

   Independencia.

– Causas ideológicas: la difusión de la ideología

  liberal de la Ilustración y el ejemplo de las

  revoluciones (independencia de EEUU, revolución

  francesa, guerra de independencia española).


– Causas sociales y económicas: Los criollos,

población nacida en América de origen español (un 15

  % del total de la población), controlaban la economía,

  pero los españoles peninsulares dirigían la política y la

  recaudación de impuestos. Los criollos se oponían al

  monopolio del comercio por España.


3.2 Primera fase (1808-1814)

– Desencadenante: La invasión de España por

  Napoleón y las abdicaciones de Bayona, impulsó a

  los criollos a asumir el poder político organizándose

  en Juntas como las de Caracas, Buenos Aires,…

– José San Martín y Simón Bolívar se convierten en

  los líderes independentistas.

– En 1811 Paraguay proclama su independencia.

– La restauración de Fernando VII como rey de

  España en 1814 permitió a los españoles controlar

  de nuevo los territorios americanos, salvo los del

  Río de la Plata.


3.3 Segunda fase (1816-1824)

– En 1816 tras el Congreso de Tucumán se proclama

  la independencia de las Provincias Unidas de

  Sudamérica (Argentina y Uruguay).

– El general San Martín consigue la independencia de

Chile en 1818.

– Simón Bolívar consigue la independencia de

  Colombia, Venezuela y Ecuador, creándose la Gran

  Colombia (1821).

– Agustín Iturbide se proclama emperador de México

en 1821, anexionándose América Central que en

  1823 crea las Provincias Unidas de Centroamérica.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– Causas sociales y económicas: Los criollos,

población nacida en América de origen español (un 15

  % del total de la población), controlaban la economía,

  pero los españoles peninsulares dirigían la política y la

  recaudación de impuestos. Los criollos se oponían al

  monopolio del comercio por España.


3.2 Primera fase (1808-1814)

– Desencadenante: La invasión de España por

  Napoleón y las abdicaciones de Bayona, impulsó a

  los criollos a asumir el poder político organizándose

  en Juntas como las de Caracas, Buenos Aires,…

– José San Martín y Simón Bolívar se convierten en

  los líderes independentistas.

– En 1811 Paraguay proclama su independencia.

– La restauración de Fernando VII como rey de

  España en 1814 permitió a los españoles controlar

  de nuevo los territorios americanos, salvo los del

  Río de la Plata.


3.3 Segunda fase (1816-1824)

– En 1816 tras el Congreso de Tucumán se proclama

  la independencia de las Provincias Unidas de

  Sudamérica (Argentina y Uruguay).

– El general San Martín consigue la independencia de

Chile en 1818.

– Simón Bolívar consigue la independencia de

  Colombia, Venezuela y Ecuador, creándose la Gran

  Colombia (1821).

– Agustín Iturbide se proclama emperador de México

en 1821, anexionándose América Central que en

  1823 crea las Provincias Unidas de Centroamérica.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

3.2 Primera fase (1808-1814)

– Desencadenante: La invasión de España por

  Napoleón y las abdicaciones de Bayona, impulsó a

  los criollos a asumir el poder político organizándose

  en Juntas como las de Caracas, Buenos Aires,…

– José San Martín y Simón Bolívar se convierten en

  los líderes independentistas.

– En 1811 Paraguay proclama su independencia.

– La restauración de Fernando VII como rey de

  España en 1814 permitió a los españoles controlar

  de nuevo los territorios americanos, salvo los del

  Río de la Plata.


3.3 Segunda fase (1816-1824)

– En 1816 tras el Congreso de Tucumán se proclama

  la independencia de las Provincias Unidas de

  Sudamérica (Argentina y Uruguay).

– El general San Martín consigue la independencia de

Chile en 1818.

– Simón Bolívar consigue la independencia de

  Colombia, Venezuela y Ecuador, creándose la Gran

  Colombia (1821).

– Agustín Iturbide se proclama emperador de México

en 1821, anexionándose América Central que en

  1823 crea las Provincias Unidas de Centroamérica.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.


3.3 Segunda fase (1816-1824)

– En 1816 tras el Congreso de Tucumán se proclama

  la independencia de las Provincias Unidas de

  Sudamérica (Argentina y Uruguay).

– El general San Martín consigue la independencia de

Chile en 1818.

– Simón Bolívar consigue la independencia de

  Colombia, Venezuela y Ecuador, creándose la Gran

  Colombia (1821).

– Agustín Iturbide se proclama emperador de México

en 1821, anexionándose América Central que en

  1823 crea las Provincias Unidas de Centroamérica.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.


-Tras una reunión entre San Martín y Bolívar, organizan

  la independencia de Perú. El general Antonio José de

  Sucre, por su parte, derrota definitivamente a los

  españoles en la batalla de Ayacucho (1824),

  consiguiendo la independencia de Perú y Bolivia.

– Como consecuencia, España sólo mantiene las

  colonias de Cuba y Puerto Rico y sufre una crisis

  económica.


4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

4.1 La primera guerra carlista

         (1833-1839).

– Al morir el rey Fernando VII en 1833, estalla una

guerra civil entre los que apoyan a la hija de

  Fernando VII, Isabel II, como reina (isabelinos) y los

  que apoyan al hermano de Fernando VII, Carlos,

  como rey (carlistas).

– Los carlistas defendían el Antiguo Régimen (la

  monarquía absoluta, la propiedad señorial, el

  catolicismo y los fueros). Eran apoyados por

  sectores tradicionales (nobleza, clero, campesinado

  del norte). Recibieron apoyo en zonas rurales y en

  País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.


– Los isabelinos buscaron el apoyo de los liberales,

  teniendo sus apoyos en las ciudades. Los grupos

  sociales que les apoyaron fueron la nobleza cortesana,

  los funcionarios del Estado, la burguesía, las clases

  populares urbanas y el campesinado del sur.

– La guerra acabó con el Convenio de Vergara (1839),

  entre el general carlista Rafael Maroto y el general

  isabelino Baldomero Espartero.


– En 1837 los liberales progresistas consiguieron que se

  aprobara una constitución que aunaba aspectos

  progresistas (soberanía nacional, división de poderes,

  amplios derechos, no confesionalidad religiosa) con

  elementos moderados (poder moderador del rey,

  sufragio censitario, parlamento bicameral).


  Al mismo tiempo, se impulsaron reformas

económicas liberales que acabaron definitivamente

con el Antiguo Régimen: supresión de señoríos,

gremios, privilegios de la Mesta, y aduanas interiores,

y desamortización (expropiación por el Estado y venta

en subasta) de bienes de la Iglesia.



5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.


5.1 La Década Moderada

       (1843-1854).

– Durante el reinado efectivo de Isabel II, el Partido

  Moderado, encabezado por el general Ramón Mª

  Narváez, monopolizó el poder.


– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– Los moderados se apoyaban en los sectores

  privilegiados fieles a la Corona (aristocracia, iglesia,

  alta burguesía), que aceptaron el liberalismo para

  vencer al carlismo.


– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– Los moderados consolidaron el liberalismo en España

  a través de una nueva constitución (1845), que

  eliminó los aspectos progresistas de la de 1837,

  estableciendo un sufragio muy restringido, la

  soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, y

  el estado confesional católico.



  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.


  Los moderados también promovieron leyes

centralizadoras (respetando los fueros vascos y

navarros), reformaron la Hacienda sobre las ideas

de igualdad y proporcionalidad, impulsaron la

instrucción pública, para garantizar el orden en el

medio rural crearon la Guardia Civil, elaboraron el

primer Código Penal de España, y llegaron a un

acuerdo con la Santa Sede (concordato).


– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– La estabilidad del gobierno moderado se vio en

  peligro por:el creciente desprestigio de la

  monarquía (dominada por de una influyente

  camarilla de clérigos, militares y aristócratas), la

  identificación de la Corona a los moderados, el

  falseamiento de las elecciones y la intervención del

  ejército en política. Así, la oposición progresista se

  apoyó en los militares para alcanzar el poder.


6.1 La Revolución de 1868

– Causas políticas: descrédito de la monarquía,

  monopolio del poder por parte de los moderados,

  difusión de ideas democráticas, y firma de Pacto de

  Ostende entre demócratas y progresistas (a los que

  se unió la Unión Liberal).


– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– Causas económicas: Crisis económica que generó

  aumento de precios y del paro.

– Desarrollo de la revolución: Pronunciamiento militar

  en septiembre de 1868 protagonizado por almirante

  Juan Bautista Topete y generales Juan Prim y

  Francisco Serrano. Fue apoyado por Juntas

  revolucionarias en las ciudades. Las tropas fieles a

  Isabel II son derrotadas en la batalla de Alcolea, ante

  lo cual Isabel II se exilia.


– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– Gobierno provisional: Tras marcha de Isabel II se

  crea un gobierno encabezado por Prim y Serrano, que

  impulsa reformas, convocando Cortes elegidas por

  sufragio universal masculino directo.

– Constitución de 1869: Establece una monarquía

  parlamentaria, reconoce gran número de derechos,

  permite libertad religiosa y establece el sufragio

  universal masculino.


7.1 El sitema canovista

– Origen: El pronunciamiento militar del general

  Martínez Campos en diciembre de 1874 a favor del

  hijo de Isabel II, Alfonso, condujo a la llegada de este

  a España, proclamándose rey como Alfonso XII.


– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– El impulsor del nuevo sistema fue Antonio Cánovas

  del Castillo, que se convertiría en el líder del Partido

  Conservador, heredero de los moderados.

– Cánovas buscaba poner fin a la intervención de los

  militares en política y a las revueltas populares

  creando un sistema político estable.


– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– El reinado de Alfonso XII se inició con el fin de la

  guerra carlista (1876), que fue seguido de la

  abolición de los fueros vascos, y de la insurección

  cubana (1878).


– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– El nuevo sistema político se basó en una nueva

Constitución, la de 1876, de carácter conservador:

  establecía una soberanía compartida entre el Rey y

  las Cortes y restablecía el catolicismo como religión

  del Estado. Sin embargo, dejaba abierto la definición

  de los derechos y del sufragio, para permitir gobernar

  a los dos principales partidos liberales: conservadores

  y liberales.


– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– La base de la estabilidad del nuevo sistema fue el

bipartidismo, concretado en la alternacia pacífica en

  el poder (turnismo) de dos grandes partidos: el

  conservador y el liberal. El rey era el árbitro de dicha

  alternancia, falseando las elecciones mediante el uso

  de caciques (que forzaban el voto a un candidato) y el

  pucherazo (manipulación de los votos).


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.


– El Partido Conservador, heredero de los moderados,

  defendía el sufragio censitario, el catolicismo y las

  elites. Fue dirigido por Antonio Cánovas del Castillo.

– El Partido Liberal, heredero de los progesistas,

  defendía el sufragio universal, el laicismo y la

  ampliación de derechos. Fue dirigido por Práxedes

  Mateo Sagasta.


– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

– Fuera del sistema político turnista quedaron los

carlistas, los republicanos y los socialistas.

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