Politica represiva de napoleon

11.1: La crisis de 1808. La guerra de la Independencia y los comienzos de la revolución liberal

Carlos IV accedió al trono en 1788 e intentó mantener la política que había llevado a cabo Carlos III y continuar con la estabilidad política. Prueba de ello fue la continuidad del ilustrado conde de Floridablanca.

Sin embargo la situación cambió al estallar la Revolución francesa ya que ponía en peligro los privilegios de la monarquía y la aristocracia. Además se iniciaron ciclos de epidemias y malas cosechas que generaron una crisis de subsistencia.

Esto, sumado a una mala política exterior y una grave crisis de Estado que supuso el destronamiento del monarca y la invasión francesa.
A pesar de todo el malestar no desembocó en una revolución como la de Francia debido al poder de la aristocracia y el clero, pero existía el temor de que así fuera y ante esto, Floridablanca llevó a cabo una fuerte política represiva.
Cerró las fronteras, rompió relaciones con Francia y censuró las publicaciones. Esto degeneró en un malestar aún mayor.

A Floridablanca le sucedió el conde de Aranda, que intentó frenar las hostilidades hacia el nuevo régimen francés en virtud de los Pactos de Familia. Sin embargo los cambios que se estaban dando en Francia provocaron que el gobierno de España, dirigido por Manuel Godoy, se uniera a la coalición de monarquías absolutistas en contra de la Francia revolucionaria. Este concilio, que se conoce como la guerra de la Convención afecto principalmente a las áreas fronterizas. Finalmente Godoy firma la Paz de Basilea por la que España recuperaba los territorios ocupados a cambio de la cesión de Santo Domingo e intereses comerciales.

Un año más tarde, firma el Tratado de San Ildefonso con Francia, ante el constante peligro de invasión. España quedó definitivamente subordinada a los intereses políticos franceses. La primera prueba de este hecho fue su implicación en la guerra contra Gran Bretaña, de la que España salió derrotada(Trafalgar)
, lo cual agravó la crisis económica.

En este contexto, Napoleón había sido nombrado emperador en (1804) quien presionaba para invadir Portugal.
La crisis interna de España se había visto agravada por el malestar social causado por la guerra, la miseria, las medidas desamortizadoras de Godoy y por una actitud hostil hacia Carlos IV, pretendiendo dar el trono a su hijo Fernando. Así, con intención de invadir Portugal, Napoleón firma con Carlos IV el Tratado de Fontainebleau(1807)
En él se acordaba la conquista de Portugal y su división en tres zonas: el norte para los reyes de Etruria, el centro para los de Portugal y el sur para Godoy. Pero la realidad fue que Napoleón utilizó el tratado para invadir la Península.

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

La ocupación francesa del territorio peninsular desencadenó una larga guerra en la que España tuvo como aliados a Portugal y el Reino Unido. La ocupación sentó las bases de un sentimiento nacional y favoreció las transformaciones políticas.

Las Juntas:

La negativa de la mayoría de la población a atacar y la pasividad del gobierno provocaron la formación de las Juntas.
Estas eran organismos de ámbito local(juntas locales)
y provincial (juntas supremas provinciales)
con la voluntad de expulsar al ejército francés y restituir el trono al monarca Fernando VII. Los miembros de cada Junta eran elegidos por votación. Por primera vez el pueblo asumía la soberanía y escogía a sus gobernantes, aunque en realidad, las Juntas eran controladas por las clases privilegiadas y tampoco existía la suficiente formación y voluntad política. Aún así se constituyó una Junta Suprema Central Gubernativa formada por delegados de las juntas provinciales. Estos eligieron presidente a Floridablanca, lo que aseguraba una política de reformas moderadas.
Cuando consiguieron reunir las cortes en Cádiz (1810-1813), los políticos de tendencia liberal lograron imponer sus principios durante un breve período de tiempo. Las Juntas se habían constituido en gobierno soberano.
Asumían el poder mientras estaba ausente el monarca aunque esto no significaba la voluntad de llevar a cabo una revolución política y social, sino que fueron el fruto de una situación de guerra. De hecho el pueblo luchaba por el retorno de Fernando VII. Defendía pues, un sistema político tradicional, basado en el absolutismo y la religión católica, que les permitiría volver a una situación de cierto bienestar, aunque también luchaban como reacción a la invasión extranjera.

Inicios de la guerra:


A principios de 1808, las tropas napoleónicas penetraron en el territorio español con la excusa de la invasión de Portugal, pero ocuparon las ciudades más estratégicas de la Península. Ante esta situación, Godoy pretendió trasladar la corte a Sevilla, pero en Aranjuez tuvo que hacer frente a un motín instigado por los partidarios de Fernando VII.
Finalmente Carlos IV abdicó a favor de su hijo Fernando. Por primera vez la acción popular, aunque movida por los intereses de la clase privilegiada, provocó el destronamiento de un monarca.

Napoleón aprovechó la crisis política. Convocó a los dos monarcas en Bayona para hacerlos renunciar a la corona en su favor a cambio de mantener la religión y la unidad territorial. Napoleón cedió la corona española a su hermano José Bonaparte.
Mientras se firmaban los acuerdos, Godoy había dejado un vacío de poder, puesto que el gobierno provisional, colaboraba con los franceses. Su pasividad ante la ocupación extranjera provocó la insurrección popular del Dos de mayo de 1808 en Madrid que fue el detonante de otras insurrecciones por toda la Península. Así, se inició la guerra de la Independencia dirigida por la nobleza y el clero.

Reinado de Jose Bonaparte:

En junio de 1808, Napoleón convocó una asamblea de notables españoles en Bayona que deberían jurar obediencia el nuevo sobreaño, José I, y aprobar una carta constitucional elaborada y promulgada por el propio Napoleón.Esta debía ser la nueva ley fundamental del reino. Pretendía iniciar reformas moderadas aunque reconocía algunos dereches. En realidad era una carta que mantenía una monarquía autoritaria y conservadora. Jose I y el estatuto solo fue aprobado por una parte de la nobleza, los considerados afrancesados, un término que hasta entonces solo designaba a los que seguían la moda y la cultura francesa, pero que adquirió un significado más peyorativo. Estos veían a Grancia como un modelo de progreso, pero al mismo tiempo, eran conservadores que se basaban en el despotismo ilustrado.
A pesar del apoyo de este grupo, la política de Jose I no se aplicó y el estatuto no entró en vigor. Las decisiones más importantes eran tomadas por Napoleón y una parte del territorio estaba sometida y expoliada por el ejército.

Desarrollo del conflicto:

A pesar de la existencia de un ejército, la guerra se caracterizó por el sistema de guerrillas, lo que supuso la participación de la masa popular que defendía su propio territorio.Después del Dos de mayo, las Juntas supremas reorganizaron el ejército regular y movilizaron las milicias provinciales y, en Cataluña, el sometent.
Estas tropas tuvieron una actuación poco eficaz a causa de su reducido número de efectivos y la falta de disciplina y armas pero colaboraron con las tropas de los aliados portugueses y británicos, cuya participación fue vital para la derrota de Napoleón. La guerrilla surgió ante la superioridad de las tropas napoleónicas y la ineficacia del ejército regular. Su acción se basaba en su profundo conocimiento del terreno y en la colaboración de la población civil para desgastar al enemigo mediante sabotajes, emboscadas… evitando una confrontación abierta.La contienda tuvo tres fases:

De junio a noviembre de 1808:

La resistencia empieza a cosechar éxitos hasta el punto de que Jose I tuvo que abandonar Madrid.

De noviembre de 1808 a junio de 1812:

Napoleón lanzó una ofensiva para dominar las principales ciudades y vías. La marcha de Napoleón al frente ruso redujo el número de tropas francesas

De junio de 1812 a diciembre de 1813:

La ofensiva aliada al mando del británico duque de Wellington, acabó con la expulsión de los ejércitos napoleónicos y de José Bonaparte.

Napoleón devolvió el trono a Fernando VII con la firma del Tratado de Valençay a finales de 1813, aunque los franceses no se retiraron de Cataluña hasta 1814. La guerra terminó con numerosas bajas, el exilio de afrancesados y liberales…


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