Regencia de María Cristina estatuto real

DESCRIBE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA: SUS CAUSAS, LA COMPOSICIÓN DE LOS BANDOS Y EL DESARROLLO DEL CONFICTO. 
Los antecedentes de la guerra.
La Guerra de la Independencia se produce por la resistencia armada del pueblo español ante la 
ocupación efectiva de España por Napoleón, quien en principio, y de acuerdo con el tratado de Fontainebleau de 1807, envió tropas de paso por España para ocupar Portugal, aliado de Inglaterra en el conflicto que manténía con ese país, pero que también procedieron a ocupar España. No obstante el desencadenante más inmediato de la guerra fueron los llamados hechos de Bayona, cuyo desarrollo fue el siguiente: 
1º) Las rencillas internas de la familia real española, que aprovechadas por Napoleón consiguió con una hábil combinación de presiones y maniobras diplomáticas, atraer a la ciudad francesa de Bayona a Carlos IV y a Fernando VII. 
2º) Los hechos 2 de Mayo de 1808, fecha en la que, cuando el resto de la familia real se dispónía a abandonar el Palacio de Oriente en Madrid camino de Francia, el pueblo madrileño se amotinó para impedirlo y fue reprimido con extrema dureza por tropas francesas. 
3º)El nombramiento en Bayona por Napoleón, como rey de España, a su hermano José Bonaparte, mediante una fórmula de traspaso de poderes que manténía la apariencia de legalidad. Primero Fernando VII devolvíó el trono a su padre Carlos IV, quien renunció en favor de Napoleón, que a su vez lo cedíó a su hermano José. 
4º) El conocimiento que se fue teniendo en lasdiferentes provincias españolas de las abdicaciones de Bayona y de los acontecimientos de Madrid, extendiendo la insurrección a todos los territorios no ocupados por el ejército francés. 
Los bandos en conflicto. 
La Guerra de la Independencia fue fundamentalmente una guerra de liberación contra un invasor extranjero, pero también una Guerra Civil, ya que un importante sector de la población española aceptó y respetó la legitimidad de José I Bonaparte. Como en toda Guerra Civil, el territorio quedó dividido en dos partes que fueron cambiando, a lo largo el transcurso del conflicto, de uno a otro bando: 
a) La España de José I Bonaparte era la parte del territorio español ocupada por el ejército francés.
Contaba con el apoyo de los llamados afrancesados, entre los cuales no solo había «serviles» u oportunistas, sino también viejos reformistas e ilustrados, que pretendían la modernización pacífica y gradual de España, que parecía poder garantizar José I sin sobresaltos revolucionarios. 
b) La España de la insurrección popular y la resistencia la integraban los territorios no dominados por el ejército francés. Afirmaba luchar en nombre del legítimo rey de España, Fernando VII. Sin embargo, los españoles sublevados pertenecían a dos grupos ideológicos muy dispares, que solo coincidían en su rechazo al invasor francés y en su aspiración al retorno de Fernando VII,que fue lo que los mantuvo unidos durante la guerra:Los liberales, cuyo rechazo a los franceses no les impedía compartir en lo fundamental sus nuevas ideas, y que pretendían el establecimiento de un nuevo tipo de monarquía.  
– Los absolutistas, partidarios del retorno de Fernando VII como monarca absoluto, acorde con la tradición del Antiguo Régimen.  
El desarrollo de la guerra.
La reorganización política de los territorios no ocupados. 
La guerra tuvo en sus comienzos un carácter de levantamiento popular contra la invasión militar francesa y contra la usurpación del trono español por parte de Napoleón.  
En los territorios donde triunfaron los rebeldes antifranceses se destituyó a las autoridades existentes y  se crearon juntas locales y nuevos órganos de poder que en la mayoría de los casos estaban integrados por miembros de las viejas clases dominantes (nobleza y clero), aunque con nuevos compromisos políticos. A su vez, las juntas locales se agruparon en juntas supremas provinciales, que ejercían el gobierno en sus respectivas provincias. La necesidad de coordinación entre las diferentes juntas provinciales propició la creación de una Junta Suprema Central, para dirigir la guerra contra los  
franceses y asumir el gobierno del país en las zonas no ocupadas.
En 1810 la Junta Suprema traspasa sus poderes a un Consejo de Regencia, que actúa en nombre de Fernando VII y se establece en Cádiz, la zona más segura de la Península por entonces.  
Las fases del conflicto. 
La España de José I y los afrancesados contaba con el ejército napoleónico, mientras que lorebeldes dispónían de la ayuda del ejército inglés y de la guerrilla popular.  
Se pueden distinguir tres fases:  
1ª) Hasta Noviembre de 1808: fue una etapa de euforia y protagonismo de la resistencia española. Ésta consiguió algunas victorias sobre el ejercito francés, como la de Bailen, que impidió la ocupación francesa de Andalucía y creó tal alarma que José I abandonó Madrid establecíéndose en Vitoria.  
2ª) De Noviembre de 1808 a Enero de 1812: fue una fase de claro dominio del ejército francés. Napoleón en persona decidíó dirigir las campanas militares en España, donde permanecíó unos meses antes de regresar a París. Desde el lado de la resistencia fueron de vital importancia dos  hechos: la participación militar de Inglaterra en la contienda y la aplicación de laguerrilla popular como nueva y eficaz táctica de lucha contra ejércitos más numerosos y mejor equipados, como el ejército francés.  
3ª) De 1812 al final de la guerra: la situación se invirtió. El Imperio napoleónico empezaba a tener problemas en Europa y en España la iniciativa de la guerra la tomaron los rebeldes y el ejercito inglés -con el apoyo también de Portugal-, que presionaron sobre los franceses hasta la retirada.  
A finales de 1813 se firmó el Tratado de Valencay, por el que Napoleón reconocía a Fernando VII como rey de España. La guerra había concluido de manera oficial, aunque cuando Fernando VII regreso a España (Marzo de 1814) todavía quedaban algunas tropas francesas en algunas zonas de Cataluña.
EXPLICA LAS CAUSAS Y EL DESARROLLO DEL PROCESO DE INDEPENDENCIA D ELAS COLONIAS AMERICANAS  
La emancipación de las colonias americanas la protagonizaron fundamentalmente los criollos, término
aplicado a los nacidos en América pero descendientes de españoles. Aunque los blancos apenas representaban la quinta parte de la población americana, constituían el grupo dominante y, dentro de él, los criollos eran la inmensa mayoría. El resto de los blancos eran los peninsulares.  
Los criollos, enriquecidos con el comercio y las propiedades de tierras y animados por la experiencia
norteamericana y los principios liberales, aspiraban también a controlar el poder político en su provecho. Así mismo, pretendían liberarse de las restricciones y el monopolio impuesto desde España, que les impedía, por ejemplo, el libre comercio con Inglaterra, mucho más ventajoso para ellos.  
En consecuencia, la lucha por la emancipación de las colonias se tradujo en un enfrentamiento en la cúspide entre criollos partidarios de la independencia y españoles peninsulares fieles a la metrópoli. Los grupos sociales inferiores -integrados por indios, negros y mestizos- no se identificaban con el independentismo; es más, en general preferían la dominación del español peninsular a la del criollo. Solo en México, el cura Hidalgo y posteriormente Morelos, consiguieron atraer a los indios hacia la lucha independentista.  
El proceso de independencia (1810-24)
Desde la derrota de Trafalgar (1805), la flota española había quedado prácticamente aniquilada, lo que supónía dejar a América desprotegida. La guerra de la Independencia española fue la circunstancia favorable que permitíó el arranque del proceso de emancipación de las colonias americanas. En un principio América reacciónó ante la invasión francesa de España proclamando su lealtad a Fernando VII y creando juntas, como en la Península.  
Sin embargo, en el seno de estas juntas se gestó el movimiento insurreccional, manifiesto desde 1810 año en el que la Junta Central traspasó sus poderes al Consejo de Regencia. A partir de ese momento se inició el proceso emancipador, que se puede dividir en dos fases:  
1)Primera fase (1810-1814):surgen en muchas partes movimientos revolucionarios que creanuevos gobiernos americanos, y cuyo proceso muy similar en todas las regiones, se desarrollo del siguiente modo:
En primer lugar se convocaba un cabildo abierto en la capital, que sustituía a las viejas autoridades por una Junta municipal y que actuaba como gobierno. 
• Dicha Junta organizaba un ejército y establecía relaciones con Inglaterra y Estados Unidos, para obtener su apoyo. Inglaterra mantuvo un doble juego, ya que ayudaba a los españoles a luchar contra el ejército napoleónico en la Península, al mismo tiempo que observaba con agrado y apoyaba los desórdenes de las colonias americanas que permitirían abrir nuevos mercados al comercio británico. •Posteriormente se convocaba un Congreso, según el modelo francés o de Estados Unidos, con el fin de elaborar una Constitución de inspiración liberal, para proclamar la independencia. 
2) Segunda fase (1815-1824): con la finalización de la guerra en España se acabaron también las primeras independencias americanas. Fernando VII, con gran esfuerzo, envió un ejército de 10.000 hombres, que en 1815 restablecíó la situación prácticamente en casi todas partes. Sin embargo entre 1816 y 1824 se terminaría por consumar el proceso de independencia, en el que destacaron los libertadores José San Martín y Simón Bolívar. En esta segunda fase fueron fundamentales dos factores: por un lado, el abierto apoyo de Inglaterra y Estados Unidos a favor de los independentistas; y por otro, el pronunciamiento de Riego en 1820, que impidió se enviaran desde España las tropas necesarias para sofocar la rebelión eAmérica. 
Los nuevos Gobiernos formados tras la independencia fueron reconocidos casi inmediatamente por Inglaterra y Estados Unidos. 
Repercusiones para España. 
Al finalizar el reinado de Fernando VII, el inmenso Imperio colonial de antaño había quedado reducido a Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Pero el desastre no fue solo militar, sino fundamentalmente económico, porque: 
a) Inglaterra y Estados Unidos suplantaron a España en el control del mercado americano. 
b) El comercio con América, una de las principales actividades de la economía española, se redujo en gran medida y afectó especialmente a algunas zonas como Cataluña, que orientaba gran parte de su producción a la exportación hacia las colonias. 
c) Desaparecieron también los caudales de Indias,fuente esencial de ingresos para la Hacienda Real que quedó al borde de la quiebra.
RESUME LAS ETAPAS DE LA EVOLUCIÓN POLÍTICA DEL REINADO DE Isabel II DESDE SU MINORÍA DE EDAD Y EXPLICA EL PAPEL DE LOS MILITARES 
El reinado de Isabel II (1833-1868) constituye uno de los periodos más convulsos de la historia de España. Lo fue ya desde sus comienzos, marcados por una larga y cruenta contienda civil, la primera guerra carlista, con la que en principio se trataba de decidir quién habría de ser el titular del trono: 
Isabel II, nombrada heredera por el difunto rey, o el hermano de este, Carlos María Isidro. Pero la identificación del pretendiente carlista con el más estricto absolutismo del Antiguo Régimen empujó a los defensores del trono de Isabel II a buscar apoyo en los liberales, que eran numerosos en el ejército, en especial entre los cargos altos e intermedios. Por esta razón la guerra se convirtió no solo en una lucha por e1 trono entre dos miembros de la familia real, sino también en un enfrentamiento entre dos modelos de Estado: e1 absolutista y el liberal, con todo lo que cada uno de ellos acarreaba en el plano político, jurídico, económico y social.
Finalmente, el fracaso del carlismo aseguró el trono para Isabel II, cuyo largo reinado se puede dividir en tres grandes etapas:  
1) Regencia de María Cristina (1833-1840), su madre, ya que a la muerte de Fernando VII Isabel II contaba sólo con tres años de edad.  
2) Regencia del general Espartero (1840-1843), primero como presidente de un breve Ministerio de Regencia (18401841) tras la renuncia de María Cristina, y después como regente en solitario (1841-1843).  
3) Reinado efectivo de Isabel II (1843-1868) que tras la caída de Espartero, fue declarada mayor de edad por las cortes al cumplir los trece años, y para evitar una nueva regencia.
IDENTIFICA EL ÁMBITO GEOGRÁFICO DEL CARLISMO Y EXPLICA SU IDEARIO Y APOYOS SOCIALES 
Como opción dinástica, el movimiento carlista apoyaba las pretensiones al trono del hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro y de sus descendientes, en contra de la línea sucesoria femenina de Isabel II. 
Pero más allá de la mera cuestión dinástica, el carlismo defendía a ultranza el mantenimiento de las viejas tradiciones del Antiguo Régimen, en abierta oposición a una modernidad identificada con la revolución liberal. 
En sus comienzos, el ideario político carlista era difuso, pero con el tiempo se fue articulando en torno a unos pocos principios elementales, como: 
a) La tradición política del absolutismo monárquico. 
b) La restauración del poder de la Iglesia y de un catolicismo excluyente de cualquier otra creencia. 
c) La idealización del medio rural y el rechazo a la sociedad urbana e industrial. 
d) La defensa de las instituciones y fueros históricos de vascos, navarros y catalanes -frente a las pretensiones liberales de centralidad y uniformidad política y jurídica-. Con frecuencia se ha presentado la cuestión foral como el rasgo más definitorio del movimiento carlista. Pero la 
historiografía actual relativiza su importancia, ya que ni en todos los territorios donde arraigo el carlismo existía una acentuada conciencia foral, ni esta se canalizó en exclusiva a través del carlismo. 
Como movimiento de cierta amplitud social, contaba con dos apoyos básicos: un sector del clero,que percibía el liberalismo como el gran enemigo de la Iglesia y la religión, y una parte del pequeño campesinado, que veía amenazadas sus tradiciones y su situación económica por las reformas liberales. 
En cuanto a su ámbito geográfico, arraigo sobre todo en zonas rurales de las Vascongadas, Navarra, Aragón, la Cataluña interior y el Maestrazgo, territorios en los que el pequeño campesinado era importante. 
ESPECIFICA LAS CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LAS DOS PRIMERAS GUERRAS CARLISTAS 
El movimiento carlista desencadenó tres conflictos armados -los dos primeros durante el reinado de Isabel II-, que representaron un grave problema para la estabilidad política de España durante gran parte del Siglo XIX.
1) La primera guerra carlista (1833-1840) fue la más violenta y dramática. Los primeros levantamientos en apoyo de Carlos María Isidro, proclamado rey por sus seguidores con el nombre de Carlos V, ocurrieron a los pocos días de morir Fernando VII, pero fueronsofocados con facilidad en todas partes, salvo en el medio rural de las Vascongadas, Navarra, Aragón, Cataluña y Levante.  
Aunque se trataba ante todo de una contienda civil, tuvo también una proyección exterior: las potencias europeas absolutistas (Austria, Rusia y Prusia), así como el Papa, apoyaban mas o menos abiertamente al bando carlista; mientras que Inglaterra, Francia y Portugal secundaron a Isabel II, lo que se materializó en el Tratado de la Cuádruple Alianza (1834).  
Ambos bandos contaban en sus filas con generales de gran talla – Zumalacárregui en el norte y Cabrera en el este, por parte de los carlistas; Espartero, por la parte isabelina-, lo que prolongó y dificultó la solución del conflicto.  
El agotamiento carlista provocó finalmente una división interna del movimiento entre dos grupos: los 
intransigentes, partidarios de seguir la guerra; y los moderados, encabezados por el general Maroto, partidarios de llegar a un acuerdo honroso con el enemigo. Las negociaciones entre Maroto y Espartero  
culminaron en el Convenio de Vergara (1839) que finalizó la guerra en el norte; no obstante, Cabrera 
resistíó en la zona levantina casi un año más.  
2) La segunda guerra carlista (1846-1849) conocida como “la guerra de los matiners o madrugadores”no tuvo el impacto ni la violencia de la primera. Se desencadena cuando, el pretendiente al trono, Carlos
VI hijo de Carlos María Isidro, en quien este había abdicado para propiciar un posible matrimonio con
Isabel II, no consigue sus propósitos con lo que se le cerraba a Carlos la vía pacífica para convertirse en rey de España, iniciándose esta segunda guerra, cuyo principal escenario estuvo en el campo catalán, aunque también hubo algunos episodios aislados en otrszonas.  
Consecuencias de las dos primeras guerras carlistas
Este conflicto, casi permanente durante la primera mitad del reinado de Isabel II, además de los elevados costes humanos, tuvo también importantes repercusiones 
políticas y económicas, como:  
a) La inclinación de la monarquía isabelina hacia el liberalismo, ya que el agrupamiento de los absolutistas en torno a Carlos V convirtió a los liberales en el más seguro y consistente apoyo al trono de Isabel II.  
b) El protagonismo político de los militares porque ante la amenaza carlista, se convirtieron en una pieza clave para la defensa del régimen liberal. Conscientes de su protagonismo, los generales se colocaron al frente de los recién creados partidos erigíéndose en árbitros de la vida política. El recurso abusivo a la práctica del pronunciamiento se convirtió en una fórmula habitual de promover cambios de gobierno o para reorientar la política durante todo el reinado.  
c) Los enormes gastos de guerra. La nueva monarquía liberal, para hacer frente a la guerra, paso por serios apuros fiscales, que en gran medida condicionaron la orientación dada a ciertas reformas, como la desamortización de Mendizábal.
DESCRIBE LAS CarácterÍSTICAS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS QUE SURGIERON DURANTE LE REINADO DE Isabel II  
A comienzos del reinado de Isabel II, durante la regencia de María Cristina, surgieron los dos primeros grandes partidos políticos, como embrionarias organizaciones que canalizan las dos grandes corrientes ideológicas del liberalismo inicial: el Partido Moderado y el Partido Progresista. Posteriormente, a mediados del siglo, ya en el reinado efectivo de Isabel II, aparecieron otros dos 
nuevos partidos a partir de las escisiones habidas en los anteriores: el Partido Demócrata y la Uníón Liberal. Y fuera de la corriente ideológica del liberalismo y del sistema político, pervivía el carlismo, más como movimiento que como un partido político en sentido estricto. 
1) El Partido Moderado (o Liberal Moderado) se identificaba con las ideas del liberalismo doctrinario 
francés, partidario de la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, así como de dotar al monarca de amplios poderes y de limitar los derechos individuales de los ciudadanos. En este sentido, representaba una continuidad con los doceañistas o moderados del Trienio Liberal (1820-1823). También es partidario de un Estado y una administración centralizada, con un estricto control sobre los ayuntamientos. Contaba con el apoyo de los sectores sociales de mayor nivel económico: los grandes terratenientes, la alta burguésía y la clase media alta. Su principal líder y representante fue el general Narváez.
2) El Partido Progresista, sigue la tradición de los exaltados del Trienio Liberal, propugnando que la 
soberanía nacional solo está representada por las Cortes, cuyo protagonismo político debía limitar el poder del rey. 
Su base social estaba en la pequeña y mediana burguésía y, en general, en las clasesmedias, empleados y artesanos, que aspiraban a llevar las reformas lo más lejos posible. Su espadón y figura indiscutible fue el general Espartero, militar de gran carisma popular por su papel en la primera guerra carlista. 
3) El Partido Demócrata surgíó de una escisión del Partido Progresista en el contexto de la agitación 
revolucionaria que recorríó Europa en 1848. Integraba a progresistas radicales, republicanos e incluso, a 
simpatizantes del incipiente socialismo. Pero por su oposición a la monarquía de Isabel II, no participó nunca en su sistema político. Publicó su programa en el Manifiesto de 1849, cuya ideas esenciales eran: la defensa de la soberanía nacional y el sufragio universal; libertad de conciencia, derecho de reuníón y asociación, instrucción primaria universal y gratuita, e intervención del Estado en otros ámbitos de la asistencia social. 
Aspiraba a tener su base social en las clases populares, sin desdeñar a destacados intelectuales. Sus principales representantes fueron: García Ruiz, Emilio Castelar, Francisco Pi y Margall. 
4) La Uníón Liberal se constituyó en los años cincuenta como partido de centro: se nutría principalmente del ala derecha del Partido Progresista y, sobre todo, del ala izquierda del Partido Moderado. Como todo partido con vocación centrista, aspiraba a ser una alternativa política tan distante del progresismo radical como del moderantismo reaccionario. Su base social está en las clases medias acomodadas. Su espadón y líder principal fue el general O´Donell. 
COMPARA EL ESTATUTO REAL DE 1834 Y LAS CONSTITUCIONES DE 1837 Y 1845 
El principal objetivo de la revolución liberal en el plano político era el desmantelamiento de la monarquía absoluta y la implantación de un régimen parlamentario y constitucional. Tras los intentos fallidos durante las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal, dicho objetivo se consiguió definitivamente en el reinado de Isabel II. 
El Estatuto Real de 1834 Promulgado en los comienzos del reinado, durante la regencia de María Cristina, representaba una solución de compromiso entre el absolutismo y el liberalismo, ya que la regente solo se había inclinado hacia los liberales por necesidades de apoyo frente al carlismo, y no por convicción. El Estatuto Real no era propiamente una Constitución, sino una carta otorgada, al tratarse de una concesión regia en un acto de soberana voluntad. Su contenido se centraba fundamentalmente en la reforma de las Cortes del Antiguo Régimen: 
a) En lo sucesivo serian bicamerales, compuestas por un Estamento de Próceres, designados por la Corona, y un Estamento de Procuradores, elegibles, aunque para ser candidato era imprescindible disponer de cierto patrimonio. 
b) Ambas cámaras tenían una función mas consultiva -propia del Antiguo Régimen- que legislativa, pues eran convocadas, suspendidas y disueltas por el monarca, y solo podían deliberar sobre los asuntos planteados por el mismo.
Además, la ley electoral que siguió al Estatuto establecía un sufragio censitario tan restrictivo que se reducía a 0,15%. 
La Constitución de 1837 
En 1836 un pronunciamiento progresista -el de los Sargentos de la Guardia Real en La Granja, obligó a la regente María Cristina a proclamar la Constitución de Cádiz y a nombrar un nuevo gobierno que convocó elecciones a Cortes Constituyentes para reformar el texto de 1812. La composición política de las nuevas Cortes reflejaba un absoluto predominio de los progresistas, que podían haber aprovechado la situación para elaborar una Constitución completamente a su medida. Sin embargo, el resultado fue un nuevo texto tan distante de la Constitución gaditana como del Estatuto Real, con el fin de que pudiera ser aceptado de igual modo por progresistas y moderados. La verdadera importancia de la Constitución de 1837 radica en que implantó definitivamente el régimen constitucional en España, estableciendo un sistema parlamentario similar al francés o al belga. En cuanto a su contenido presentaba semejanzas con la Constitución de Cádiz, carácterísticas del ideario progresista: el principio de la soberanía nacional, el reconocimiento de un amplio repertorio de derechos de los ciudadanos, la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), el importante papel de las Cortes o, la limitación del poder de la monarquía.Pero, para atraerse el apoyo de los moderados, recogía también aspectos fundamentales del moderantismo, que recordaban al Estatuto Real de 1834: Cortes bicamerales, con un Senado integrado por miembros de designación real y un Congreso de Diputados elegidos por sufragio censitario directo; concesión de importantes poderes al rey, como el poder convocar y disolver las Cortes, vetar las leyes de forma definitiva… La nueva ley electoral que siguió a esta Constitución amplio el cuerpo electoral, pero mantuvo el sufragio censitario, ya que sólo podían votar los que contribuyeran a Hacienda con un mínimo de 200 reales, lo que supónía menos del 5% de la población. 
La Constitución moderada de 1845 
La Constitución de 1845 se promulgó ya durante el reinado efectivo de Isabel II. Se presentó como una 
simple reforma de de la de 1837, pero su verdadero objetivo fue el de ajustar el sistema político a las 
pretensiones del Partido Moderado para garantizar el ejercicio de su poder. En este sentido anuló los aspectos más progresistas de la Constitución de 1837: sustituyó la soberanía nacional por la soberanía conjunta del rey y las Cortes, se aumentaron los poderes del rey, etc.
En cuanto al censo electoral, se restringíó aún más, ya que se aumento al doble la cantidad mínima de 
contribución exigida para tener derecho a voto con lo que no llegaba siquiera al l % de la población total. 
En conclusión, el texto de 1845 fijo el modelo de Constitución conservadora y consolidó el poder de los moderados, que garantizaban el control del país por parte de la oligarquía agraria y financiera. 
DESCRIBE LAS CarácterÍSTICAS ESENCIALES DE LA CONSTITUCIÓN DEMOCRÁTICA DE 1869 
El gobierno provisional implantó el sufragio universal (masculino), que se tradujo en un considerable aumento del censo electoral. En las elecciones a Cortes Constituyentes de Enero de 1869 los votantes otorgaron una amplia mayoría absoluta a las fuerzas gubernamentales (unionistas, progresistas y demócratas monárquicos), seguidos muy de lejos por los republicanos y los carlistas. La Constitución de 1869 está considerada como la primera Constitución democrática de nuestra historia, que se anticipó en varias décadas a las de otros países de Europa en cuanto a conquistas políticas y sociales. Entre sus carácterísticas destacan las siguientes: 
a) El establecimiento de una avanzada declaración de derechos individuales: derecho de todos los ciudadanos a la participación política; sufragio universal masculino; libertad de imprenta; libertad de culto, aunque la nacíón se obligaba a mantener el culto y a los ministros de la-religión católica; derecho de reuníón y de asociación, reconocidos por primera vez y de gran importancia para el desarrollo del movimiento obrero; etc.
b) La proclamación solemne de la soberanía nacional, resaltando que todos los poderes emanaban de
la nacíón. 
c) La consolidación de la monarquía como forma de gobierno. 
d) El otorgamiento de un gran protagonismo político a las Cortes, como máximo órgano representativo de la nacíón -legislaban y controlaban al gobierno-, y se limitaba el poder del rey. 
COMPARA LAS DESAMORTIZACIONES DE Mendizábal Y Madoz Y ESPECIFICA LOS OBJETIVOS DE CADA UNA
La eliminación de las trabas legales heredadas del Antiguo Régimen era una condición necesaria para 
liberalizar el mercado de la tierra. En consecuencia, a partir de 1836 se adoptaron tres medidas fundamentale
que se habían planteado ya en los anteriores intentos de revolución liberal: 
a) La supresión de los mayorazgos (1836) que transformólos bienes vinculados a ellos, en propiedades plenas y libres en poder del titular de la familia 
correspondiente y que en lo sucesivo podría venderlas o donarlas con total libertad. Pero también podría perderlas si se embargaban por deudas. Desaparecía así la protección a los patrimonios nobiliarios, que sehabían mantenido asalvo de herederos manirrotos y de acreedores. 
b) La abolición del régimen señorial (1837) que, por un lado, anulaba todos los derechos señoriales de carácter feudal (prestaciones y obligaciones personales de los campesinos hacia los señores), y por otro, transformaba las tierras de los señoríos en propiedades plenas y libres para sus legítimos dueños. Uno de los grandes problemas radicaba en que no se podían reconocer al mismo tiempo dos derechosdiferentes sobre una misma tierra: el dominio útil del campesino, que la explotaba y lo transmitía a sus herederos; y el dominio eminente del señor, por el que podía exigir a los campesinos
 determinados tributos por las tierras que cultivaban en concepto de renta. Ninguno de los dos tipos de dominio feudal se correspondía con el concepto capitalista de propiedad plena, por lo que se planteaba la disyuntiva sobre quién tenía mas derecho a la tierra, si el señor o el campesino. 
Finalmente se dejó la resolución de cada caso particular en manos de los tribunales, que en general otorgaron la propiedad a los antiguos señores, en perjuicio de los campesinos. En consecuencia, la antigua nobleza no resultó perjudicada con la abolición de los señoríos, e incluso en algunos casos aumento su patrimonio al apropiarse de algunas tierras sobre las cuales no tenía unos derechos claros y plenos con el Antiguo Régimen. 
c) Las desamortizaciones consistieron en la incautación, por parte del Estado, de las tierras eclesiásticas y municipales -amortizadas o en manos muertas- a las que se declaró “bienes nacionales” para su posterior venta a particulares mediante pública subasta. En compensación por el patrimonio confiscado a la Iglesia, el Estado se hacía cargo de los gastos del culto y del clero. El verdadero proceso de desamortización se desarrollo a partir de 1837 en dos fases. 
1ª- La desamortización de Mendizábal (1837-1849) 
Como medida previa, en 1835 se disolvieron las órdenes religiosas, salvo las consagradas a la enseñanza o al cuidado de enfermos, y sus fincas se declararon bienes nacionales, es decir, propiedad del Estado. 
La desamortización de Mendizábal se inició en una etapa de gobierno progresista durante la regencia de María Cristina, y consistíó en la venta por subasta de las tierras expropiadas a la Iglesia, por lo que se la conoce también como desamortización eclesiástica. 
No se conoce el número de hectáreas vendidas, sino el valor de las ventas realizadas. Sabemos que los 
ingresos obtenidos ascendieron a casi 4.000 millones de reales, casi la tercera parte del total de ingresos por desamortizaciones a lo largo del siglo. 
Sus objetivos, determinados por la crítica situación que atravesaba el país -primera guerra carlista y estado ruinoso de la Hacienda-, fueron esencialmente tres: 
a) Sanear la Hacienda, mediante la amortización parcial de la deuda pública. 
b) Financiar los gastos de la Guerra Civil contra los carlistas. 
c) Convertir a los nuevos propietarios en adeptos a la causa liberal, que necesitaba apoyo social frente a la amenaza carlista. 
Algunos historiadores han criticado que al primar la finalidad fiscal sobre la reforma social, se desaprovechó la oportunidad de repartir las tierras entre los campesinos que las habían venido trabajando, como propónían algunos contemporáneos. 
2ª- La desamortización general de Madoz (1855-67) 
La segunda fase o desamortización general de Madoz (ley de 1855) se inició durante el reinado efectivo de Isabel II, en el periodo conocido como el bienio progresista, e incluía todo tipo de tierras amortizadas pero principalmente, las de la Iglesia aun no vendidas con la desamortización anterior y las de propiedad municipal. 
La situación política y fiscal no era tan grave como lo fue durante a desamortización anterior, ya que la 
segunda guerra carlista no supuso tanto gasto como la primera y el régimen liberal estaba más consolidado. Por consiguiente, además de reducir la deuda pública, se pretendíó destinar parte de los ingresos obtenidos a financiar la construcción de las infraestructuras tan necesarias para modernizar la economía, en especial la red de ferrocarriles. 
Efectos de las desamortizaciones 
Para valorar el alcance de este proceso, vale considerar que, la extensión total de tierras vendidas 
podría estar en torno a los diez millones de hectáreas, lo que equivaldría a casi la mitad de la tierra 
cultivable. Sin embargo las desamortizaciones no fueron concebidas como parte de una reforma agraria de carácter social, sino como una medida económica de carácter fiscal, siendo uno de sus objetivos prioritarios 
disminuir la deuda pública, por ello no supusieron en absoluto un mejor reparto de la propiedad de la tierra, e incluso se piensa que acentuaron la estructura latifundista de la sociedad, ya que muchos de los 
compradores, al procederse a la pública subasta, fueron gente adinerada y grandes propietarios y no campesinos humildes. 
Lo que sí supuso, desde el punto de vista económico y agraria, fue la puesta en cultivo de importantes 
extensiones antes abandonadas que permitíó incrementar la producción agrícola y satisfacer así la 
creciente demanda de alimentos derivada del aumento de la población. 
ESPECIFICA LAS CarácterÍSTICAS DE LA NUEVA SOCIEDAD DE CLASES Y COMPARALÁ CON LA SOCIEDAD ESTAMENTAL DEL ANTIGUO RÉGIMEN 
La revolución liberal burguesa supuso la transformación de la sociedad estamental en la una sociedad de clases propia de un sistema económico capitalista. Lasociedad ya no se divide en estamentos cerrados, definidos jurídicamente y con derechos y obligaciones diferentes, sino en clases sociales acorde con las diferencias económicas existentes. 
El único criterio realmente importante de división social es el económico, que permite clasificar a la población por su nivel de renta -clases altas, medias y bajas- o por su papel en el proceso de producción. Además, las clases sociales son abiertas y el ascenso o descenso 
de una a otra –lo que se denomina movilidad vertical- viene determinado por los cambios en la situación económica del individuo, y menos por decisiones o situaciones ajenas a él, como sucedía en la sociedad estamental cuando, por ejemplo, el rey concedía un título de nobleza hereditario. 
La nueva clase dominante 
La media y baja nobleza del Antiguo Régimen tendíó a desaparecer y a fundirse con las nuevas clases sociales correspondientes con su nivel de riqueza. 
En cambio, la alta nobleza conservó sus títulos, aunque con carácter meramente honorífico, y se integró en los grupos dirigentes de la nueva sociedad en razón de sus 
propiedades territoriales, de sus negocios y de su influencia social en determinados ámbitos. 
Como ya se ha dicho, los nobles que poseían señoríos en el Antiguo Régimen, en general salieron favorecidos por la forma en que se abolíó en España el régimen señorial, ya que se apropiaron de tierras sobre las que tenían derechos más que dudosos, suponiendo que tuvieran alguno. 
Fue la alta burguésía la nueva clase que más emergíó al beneficiarse con la compra de las tierras
desamortizadas y con las inversiones en ferrocarriles e industrias. Se constituyo en una oligarquía terrateniente, industrial y. Financiera, resultado de la alianza -a veces incluso matrimonial- entre la vieja nobleza y la nueva burguésía propietaria. Esta oligarquía se erigíó en clase dominante del nuevo régimen liberal.
Clases medias, campesinado y proletariado 
Por su parte, las clases medias constituían un grupo heterogéneo formado por la pequeña. Burguésía,
funcionarios y profesionales liberales. En España eran 
un grupo menos numeroso que en otros países de Europa, más desarrollados económicamente. El campesinado seguía representando la mayoría de la población, debido al escaso desarrollo industrial. En el sur abundaban los jornaleros agrícolas -por el predominio de los latifundios-, cuyas duras condiciones de vida fueron causa continuos conflictos. De hecho los campesinos fueron los grandes sacrificados de las reformas liberales, ya que no se reconocieron sus derechos sobre las tierras señoriales, ni se les facilitó el acceso a las propiedades desamortizadas, lo que explica su oposición al régimen y el apoyo de algunos sectores a la causa carlista. 
El proletariado urbano, sobre todo en las zonas industriales -Barcelona, Vizcaya-, era una nueva clase 
en aumento pero todavía minoritaria que se nutria, sobre todo, del éxodo rural y de los antiguos artesanos arruinados. 
IDENTIFICA LOS GRANDES CONFLICTOS DEL SEXENIO (1868-74) Y EXPLICA SUS CONSECUENCIAS POLÍTICAS 
La experiencia democrática del Sexenio fracasó por la constante inestabilidad política y social,provocada por la concurrencia de graves conflictos que hicieron ingobernable el país, como fueron: 
La guerra de los Diez años en Cuba (1868-78) 
En Cuba existía un movimiento liberal de cierta importancia, compuesto por pequeños y medianos 
propietarios de tierras y clase media en general. En principio solo aspiraban a una mayor autonomía de la isla, que les permitiera adoptar decisiones acordes con sus intereses. Sin embargo, la insensibilidad española ante sus peticiones, empujó a este sector de la sociedad cubana del reformismo a la revolución independentista. 
La guerra se inicio el 10 de Octubre de 1868, poco después del triunfo de la revolución en España y de la instauración del gobierno provisional. Durante el Sexenio la política respecto a Cuba fue de una gran torpeza, ya que se limitó a una estrategia de guerra sin cuartel, de muy pobres resultados por dos razones: 
a) Por la insuficiencia de los recursos militares que España podía dedicar a Cuba. 
b) Por el apoyo encubierto de Estados Unidos, cuyas inversiones en el negocio azucarero cubano le hacían aspirar al control directo de la isla sin el obstáculo de España. 
El conflicto cubano permanecíó abierto durante todo el Sexenio, añadiendo nuevas dificultades, en este caso externas, al complejo proceso político de la Península. 
La tercera guerra Carlista (1872-76) 
La tercera guerra carlista se inició con el levantamiento en armas de los partidarios de Carlos VII, que años antes había hecho públicas sus pretensiones sobre su legítimo derecho a la Corona Española. Los principales escenarios de esta guerra fueron, una vez más, el medio rural de las Vascongadas, Navarra y Cataluña, y con menor incidencia, Aragón, Valencia y Castilla. Esta nueva contienda fue un importante factor de desestabilización de la monarquía democrática de Amadeo y de laPrimera 
República.
La insurrección cantonalista 
La insurrección cantonalista fue un movimiento político y social de muy escasa duración, pero de tal intensidad en cuanto al estado de desorden que generó en el país, que constituyó uno de los principales factores del
fracaso de la Primera República. Aunque hubo algunos precedentes desde los inicios del Sexenio, la rebelión comenzó en Julio de 1873 con la proclamación del cantón de Cartagena, cuando era presidente de la República el federalista Pi i Margall. En los días siguientes el movimiento se extendíó y se organizaron cantones por toda la Península, en especial por Levante y Andalucía. Tras la caída de Pi i Margall y el giro conservador de la República con Salmerón, los cantonalistas proclamaron en Cartagena un gobierno provisional de la Federación Española y declararon la 
guerra a Madrid. Pero la estrategia de Salmerón de emplear a fondo la fuerza militar dio pronto resultados: cayeron uno a uno los diferentes focos y a mediados de Agosto la insurrección estaba prácticamente sofocada. Solo el cantón de Cartagena consiguió resistir hasta Enero de 1874. Desde un punto de vista ideológico, resulta difícil establecer un ideario común para los múltiples brotes de sedición del cantonalismo. Las proclamas, manifiestos y declaraciones presentan, a veces unaconfusa mezcolanza, con diferentes ingredientes ideológicos: republicanismo federalista, socialismo utópico, anarquismo radical. 
No obstante, más que las ideas -no siempre claras- lo que mejor definía a algunos de los cantones sublevados era su intención de impulsar una autentica revolución social, con métodos radicales, pero con un acusado carácter localista y espontaneo, a menudo falto de organización. Esto explica la relativa facilidad con que fueron reprimidos en cuanto hubo, desde el poder, una verdadera voluntad de hacerlo.

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