Reinos cristianos en la Edad Media

PALEOLÍTICO


Etapa más larga de prehistoria Durante este periodo, la economía era depredadora, basada en la caza y la recolección, forma de vida nómada.
Paleolítico inferior
,(1.200.000- 100.000 a.C).  Losprimeros restos de homínidos en la P.Ibérica, en la sierra de Atapuerca (Burgos) pertenecen a especie «Homo Antecesor». Estos hombres solían vivir cerca de los ríos como demuestran los yacimientos de Torralba y Ambrona, en Soria. Su industria lítica era tosca, fabricaban bifaces, percutores, raspadores o lascas.
Paleolítico medio
, (100.000-35.000 a.C.)  el hombre de Neandertal, con un grado de desarrollo alto: producían instrumentos de piedra más especializados (cuchillos) empiezan a utilizar el fuego y aparecen los enterramientos, lo que implica una mayor complejidad social y preocupaciones de naturaleza espiritual.
Paleolítico exterior
, (35.000-5.000 a.C.)  se asocia aparición de nuestra especie (H. Sapiens), que sustituye al resto de los homínidos. Desarrolla cultura que se caracteriza por una gran especialización en fabricación de herramientas microlíticas y por utilización de otros materiales como el hueso.

NEOLÍTICO

En torno al VI milenio comienza en la Península. Período marcado por la aparición de la agricultura y la ganadería y todos los cambios culturales que implicó: sedentarización y aparición de las primeras aldeas, desarrollo de nuevas herramientas (azuelas y hachas de piedra pulimentada, hoces, molinos…), invención de la cerámica, inicio de la artesanía textil. Surgieron núcleos sociales más estables, división del trabajo, y con apropiación de excedentes aparecen las diferencias sociales.

Manifestaciones Artísticas

La pintura rupestre de la zona Franco-cantábrica (Paleolítico). Son pinturas parietales, se localizan en lugares poco accesibles, con finalidad mágico-religiosa relacionada con la caza. Se representan animales de forma naturalista (caballos, bisontes, ciervos). Suelen ser polícromas en las que se utiliza el negro, ocre, rojo… Destaca su importancia por pinturas de las cuevas de El Castillo, Altamira y Tito Bustillo. De este período destacan pinturas rupestres de la zona levantina. Clara tendencia al esquematismo, predominan las escenas (caza, danza), es monocroma y adquiere especial importancia la representación humana, destaca Valltorta (Castellón).


PUEBLOS PRERROMANOS


Se les llama así a los asentados en la península ibérica antes de la conquista romana [218 a. C]. Constituyen un conjunto de pueblos, resultado de la transformación del sustrato indígena y los aportes llegados del exterior (indoeuropeos y pueblos del Mediterráneo). Destacan:

TARTESOS

Esta cultura se situó en Andalucía occidental y sur de Portugal. Su periodo de esplendor d [s. VIII-VI a. C] coincide con la colonización fenicia, con quienes tuvieron una estrecha relación. Explotaba con esclavos sus propias minas (plata, cobre y oro) y también tenían una actividad agraria importante. Los restos arqueológicos más importantes son el tesoro del Carambolo o necrópolis como la Joya, en Huelva. Se desconoce la causa de su desaparición en el s. VI a.C.

ÍBEROS

Ocupaban el litoral mediterráneo y los valles del Ebro y Guadalquivir. Nunca formaron un Estado unificado, sino un conjunto de reinos independientes. Su economía se basaba en la agricultura y ganadería y establecieron relaciones comerciales con otros pueblos, para lo cual acuñaron moneda. Poseían una sociedad muy jerarquizada. Tenían una lengua común y, junto a una abundante cerámica, una rica tradición artística, influida por la tradición fenicia y griega (Damas de Elche y Baza)

CELTAS

. Gentes de origen indoeuropeo que ocuparon la meseta y la costa atlántica (astures, cántabros, arévacos…). Dentro del área celta se puede incluir a los celtíberos, de la zona centro-oriental de la meseta y del valle del Ebro, pueblos indígenas que se habían fusionado con los celtas y asumido su cultura. Su economía era agrícola-ganadera, y eran expertos en fabricar objetos de hierro y bronce. Se organizaban en tribus y vivía en poblados amurallados (castros). Presentan un mayor retraso cultural frente a los íberos. En el aspecto artístico, destaca la cultura de los verracos, que son grandes esculturas de animales ligadas a cultos ganaderos. El más célebre ejemplo son los Toros de Guisando (Ávila). 


LOS PUEBLOS COLONIZADORES


Desde principios del primer milenio diversas potencias procedentes del Mediterráneo oriental llegaron a la península. Su objetivo era comerciar y asegurarse el control de las riquezas mineras. Los fenicios, [s. VIII a. C] procedían del Líbano y fundaron las primeras colonias comerciales, entre las que destaca Gadir, actual Cádiz. Su actividad fundamental era el comercio de metales y aportaron la utilización del torno alfarero, la escritura alfabética y la generalización del uso del hierro. Los griegos, llegan desde Marsella en el siglo VII a.C., fundan enclaves importantes en la costa levantina, como Emporion y Rhode. La influencia griega sobre las tribus ibéricas se aprecia en el arte, en la lengua y en el cultivo de la vid y del olivo. Los cartagineses, fundaron nuevas colonias: Ibiza y Cartago Nova. Crearon un Imperio sobre las antiguas colonias fenicias y griegas a partir del III a.C. Para compensar los territorios que habían perdido en el Mediterráneo en su lucha contra Roma.

Conquista Romana

Fue el proceso de dominio y control militar del territorio de la península ibérica a lo largo de 200 años (desde el año 218 a.C hasta el 19 a.C), que terminó con la total integración y asimilación del territorio hispánico en el Imperio Romano. El inicio de la conquista de la península Ibérica se enmarca en el contexto de la 2ª guerra púnica contra Cartago, que controlaba la mayor parte del sureste peninsular. La frontera entre ambas potencias se situaba en el Ebro. Cuando la ciudad de Sagunto, situada dentro del territorio cartaginés, firmó una alianza con Roma fue atacada por el general cartaginés Aníbal, lo que provocó la llegada de los ejércitos romanos al mando de Escipión que derrota a los cartagineses en inicia la conquista del interior. Entre el 155-133 a.C. Se conquista el centro y oeste peninsular, en lucha contra celtíberos y lusitanos. Esta etapa se caracterizada por la gran resistencia que presentan las poblaciones autóctonas, tenemos como ejemplo el caso de Numancia, o de los lusitanos al mando de Viriato. La conquista del norte peninsular (29-19 a. C.) fue dirigida por emperador Augusto, y culminó con la dominación de galaicos, astures y cántabros.


Asimilación o Romanización


Conforme avanza el proceso de conquista y dominio se extiende la romanización por parte de los pueblos dominados por Roma de sus formas políticas, económicas, sociales, culturales. Este proceso fue rápido en regiones del Mediterráneo y valle del Guadalquivir, lento en la meseta e incompleto en las zonas nórdicas. Se llevó a cabo, como en todo el Imperio, a través de los mismos cauces. Destacan siguientes cambios: 1.División del territorio en provincias; 2.Inclusión en los circuitos comerciales 3.Uso de la moneda en todo el territorio 4.Imposición del latín como lengua oficial 5.Derecho romano 6.Impuso sus modelos de organización social, (jerarquías sociales – patricios, plebeyos) 7.Se emprendíó la fundación de ciudades (Emérita Augusta…) unidas por una magnífica red de calzadas (Vía Augusta y Vía de la Plata) 8.Obras de ingeniería civil que constituyen uno de los legados más importantes de nuestro patrimonio artístico: murallas, teatros, circos y anfiteatros (Mérida), acueductos (Segovia), puentes (Alcántara) y monumentos conmemorativos. Hispania fue cuna de intelectuales: Séneca, Quintiliano, Marcial, Emperadores: Trajano, Adriano y Teodosio. El legado romano fue intenso y pervive hasta los días.

R.V

O.Política.La monarquía visigoda era electiva, la sucesión fue generalmente conflictiva (luchas entre nobles, golpes de Estado…). Soberano tenía grandes poderes y gobernaba con ayuda del Aula Regia o Consejo del rey, formada por alta nobleza, trataba de una asamblea consultiva. Los Concilios, asambleas de naturaleza religiosa, acabaron convirtiéndose en órganos legislativos tras el IV Concilio de Toledo, cuando se incorporó la nobleza palatina. Presididos por el rey y sus acuerdos tenían carácter de ley. La estructura de la sociedad visigoda es una prolongación de la hispanorromana del Bajo Imperio. Sigue predominando la economía rural, se mantiene la decadencia de la vida urbana y del comercio. Luchas internas entre la nobleza visigoda y problemas sociales y económicos, favorecieron la llegada de los musulmanes a Hispania a principios del siglo VIII (711) en tiempos de D. Rodrigo, el último rey visigodo vencido en la batalla de Guadalete. Era el fin de la dominación visigoda de la Península.


REINO VISIGODO


Constituyó el primer intento de unidad política en la península Ibérica y se configuró como una prolongación decadente de la Hispania romana. Su evolución, a diferencia de lo que ocurríó en el resto de los reinos bárbaros instalados en Europa Occidental, quedó cortada tras la invasión musulmana en el siglo VIII. El Imperio romano pactó con algunos pueblos bárbaros para la ayuda en la defensa de las fronteras, estos pueblos, llamados federados, se asentaron en el interior del Imperio y ayudaron en la expulsión de otros pueblos bárbaros. Este fue el caso de los visigodos que, primeramente, asentados en la Galia, crearon el Reino de Tolosa. En el 409, los visigodos penetraron en Hispania y consiguieron expulsar o arrinconar a otros pueblos invasores, suevos, vándalos y alanos. En el s. VI fueron expulsados de la Galia por los francos (507) y se asentaron definitivamente en Hispania, donde mantuvieron su dominación durante dos siglos. La capital del nuevo reino se situó en Toledo.La sociedad hispano-visigoda se caracterizó por la separación entre visigodos (en minoría) e hispanorromanos. Sin embargo, con el paso del tiempo, la unificación se impuso:

La unificación territorial. El monarca Leovigildo expulsó a los suevos de Gallaecia (585). A comienzos del siglo VII, el rey Suintila expulsó a los bizantinos asentados en el sureste.

La unificación religiosa se consiguió con el III Concilio de Toledo (589), cuando Recaredo se convirtió al catolicismo, haciendo esta fe la religión oficial del reino.

La unidad legislativa se produjo cuando Recesvinto, en 654, promulgó una única ley para visigodos e hispanorromanos, el Líber Iudiciorum (Fuero Juzgo).

LA CONQUISTA MUSULMANA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

La crisis interna de la monarquía visigoda debido a las disputas dinásticas y el afán expansionista del islam, motivaron la presencia musulmana en la península Ibérica. En el año 711, las tropas musulmanas lideradas por Tariq atravesaron el estrecho de Gibraltar y derrotaron al rey visigodo Don Rodrigo en la batalla de Guadalete. En tres años (711-714) se consumó la conquista de toda la Península, excepto algunas zonas de la franja cantábrica y los Pirineos. La rapidez de la conquista se explica, en parte, por la tolerancia musulmana hacía cristianos y judíos, quienes pudieron practicar su religión a cambio del pago de un tributo, lo que fomentó las conversiones al islam. La conquista significó el nacimiento de Al-Ándalus: un estado islámico en sur de la una Europa cristiana. 

EL EMIRATO DEPENDIENTE DE DAMASCO (711-756)

Durante este periodo Al-Ándalus era una provincia más del Imperio omeya, sometida a la autoridad del califato de Damasco. El avance islámico hacia el norte fue detenido por las derrotas de Covadonga (722) ante un pequeño núcleo cristiano en Asturias y Poitiers (732) ante los francos. Esta etapa estuvo marcada por los enfrentamientos civiles.


EMIRATO INDEPEN(756-929)


Damasco, mediados del siglo VII, dinastía Omeya (al frente del Imperio islámico), fue depuesta tras un Golpe de Estado. Abd-al-Rahman I, único superviviente de la dinastía, huyó a Al-Ándalus proclamándose emir independiente (756), jefe político pero no religioso. Aquí se logra la consolidación del poder musulmán, estimulándose desarrollo económico y urbanístico. Hubo tensiones sociales, no solo entre grupos musulmanes, sino también con población cristiana y judía.

CALIFATO (929-1031)

En el año 929, Abd-al-Rahman III autoproclamó califa (jefe político y espiritual). Consiguió pacificar el territorio y reforzar su poder. Fue periodo de máximo esplendor cultural y artístico de Al-Ándalus. Córdoba, ciudad más importante, allí mandó construir el palacio de Medina Azahara, amplió la mezquita. A finales del Siglo X, Almanzor (al-Mansur), consiguió controlar el poder durante el califato de Hisham II y establecíó una dictadura militar asentada sobre triunfos ante reinos cristianos. Llegó a saquear Barcelona, Santiago de Compostela y Pamplona. Tras su muerte, las luchas entre bandos rivales acabaron desintegrando el califato que se abolíó en el año 1031, y se fragmentó en numerosos reinos taifas.

Al-Ándalus


Economía

.Al-Ándalus conocíó una pujanza económica superior a los reinos cristianos del norte peninsular y resto de Europa, fundada en una próspera agricultura y comercio. El centro de vida económica de al-Ándalus, las ciudades con sus talleres y mercados (zocos, alcaicería, alhóndigas…) Las principales actividades económicas se centraban en el comercio, la artesanía y la agricultura. En agricultura perfeccionaron los sistemas de cultivo y regadío con introducción de técnicas orientales: la noria, acequias, albercas o molinos de agua. Se introdujeron nuevas especies: los cítricos, la caña de azúcar o el arroz y cultivos industriales, el algodón. La artesanía prosperó en ciudades, realizaban actividades muy variadas: elaboración de tejidos, trabajo del cuero, alfarería, vidrio y artículos de lujo, la seda. El comercio interior era muy activo en los zocos, el exterior se dirigíó al norte de África y el Mediterráneo oriental, se exportaba la artesanía de lujo.


SOCIEDAD


En Al-Ándalus existían diferencias étnicas: árabes, bereberes e hispanovisigodos, pero había gran diferencia entre musulmanes y no musulmanes. La mayoría eran musulmanes, ya fueran árabes, bereberes, sirios o muladíes (cristianos conversos, formaban la mayoría de la población). Este grupo desempeñaba todas las funciones públicas, ejercían plenamente sus derechos, y estaban exentos del pago del tributo personal. Por eso la mayoría de la población se convirtió al islam. Los no musulmanes (judíos y cristianos), tenían restringidos sus derechos y pagaban impuestos personales. Los mozárabes (cristianos andalusíes, generalmente humildes) fueron numerosos en los primeros siglos, pero con las conversiones y la emigración hacia los reinos cristianos se fueron reduciendo hasta casi desaparecer. Los judíos fueron siempre una minoría con una posición económica preeminente que vivía en sus propios barrios(juderías).

CULTURA

La cultura andalusí convirtió Córdoba en centro cultual de primera magnitud. Al-Ándalus aportó algunos de los más grandes intelectuales del mundo medieval: filósofo Averroes, rescató la filosofía de Aristóteles, judío Maimónides. Pero principales aportaciones se encuentran en la ciencia, cuyo contraste con el panorama que ofrecía el mundo cristiano era abrumador, destacando en: Astronomía, Matemáticas, Medicina; a través de Al-Ándalus se difundíó a toda la cristiandad el sistema de numeración decimal, que acabó sustituyendo a la numeración romana. Los médicos andalusíes, alcanzaron tanta fama que algunos acabaron trabajando en cortes cristianas de Europa. El arte hispanomusulmán presenta rasgos originales. Las manifestaciones artísticas desarrolladas:  artes decorativas y arquitectura, se emplearon materiales pobres y se prestó mayor interés por el interior que por el exterior del edificio. Es un arte bastante abstracto, peculiaridad motivada por la prohibición islámica de representar imágenes humanas y en el que son comunes por motivos decorativos la caligrafía que reproduce textos coránicos, lacerías, ataurique. En arquitectura destacan las mezquitas, en especial de Córdoba. Existen palacios o alcazabas: Palacio de la Aljafería, alcazabas de Málaga, complejo de la Alhambra de Granada, la Giralda, la Torre del Oro.


RESISTENCIA CRISTIANA


La franja cantábrica y los Pirineos despertaron poco interés entre los musulmanes por ser zonas más atrasadas y pobres en recursos, además de ser áreas de difícil acceso. Estas circunstancias facilitaron el surgimiento de los primeros núcleos de resistencia frente al islam, que son el origen de los futuros reinos cristianos.

ETAPAS RECONQUISTA

1. Siglo VIII. Surgimiento de los primeros núcleos cristianos en torno a dos focos: o El reino astur-leónés. En la zona cantábrica, donde se refugiaron algunos nobles visigodos. En el año 722 Pelayo, su jefe, se impone a los musulmanes en la zona de Covadonga. O Los condados pirenaicos. En la Marca Hispánica, zona de frontera creada por Carlomagno y formada por diversos condados 2. Siglos IX y X. Expansión hasta el Duero. O En el reino astur-leónés, Alfonso III restablece el Fuero Juzgo y amplían sus posesiones hacia Galicia y el País Vasco. Se establecíó la capital en León. En la zona oriental el condado de Castilla se independiza con Fernán González. Surge así el embrión del futuro Reino de Castilla. O Los condados de la Marca Hispánica se van independizando de los francos: en el siglo IX surgen el reino de Pamplona (futuro reino de Navarra) y el condado de Aragón; los condados catalanes, unificados por Wilfredo en Velloso, acabarán independizándose en el Siglo X 3. Siglos XI y XII. Caída del califato de Córdoba y expansión hasta los ríos Tajo, Ebro, Turia y Júcar. Tiene lugar un espectacular avance hacia el sur que se concreta en la conquista del valle del Tajo (con la toma de Toledo 1085 por parte de Alfonso VI) y del valle medio del Ebro en el Siglo XII (Huesca, 1096; Zaragoza, 1118). En el Siglo XII Portugal se independiza y Aragón se une a los condados catalanes formándose la corona de Aragón. Uno de los hechos más significativos de esta etapa es la firma de pactos de reparto y colaboración entre los reinos de Castilla y León y la Corona de Aragón (tratados de Tudillén y Cazola) 4. Siglo XIII. Ocupación de los valles del Guadiana, Guadalquivir y el litoral mediterráneo. En el Siglo XIII, tras la rotunda victoria cristiana en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), se acelera la conquista. Con Fernando III se produjo la uníón definitiva de Castilla y León, formando la corona de Castilla. Este monarca continuó su avance hacia el sur: primero incorporó Extremadura y después el valle del Guadalquivir. Por último, Alfonso X el Sabio, hijo y sucesor de Fernando III, culminó la conquista de Andalucía e incorporó Murcia. En la Corona de Aragón, Jaime I el Conquistador anexiónó las Baleares y Valencia. A finales del Siglo XIII, por tanto, toda la Península y las Baleares estaban bajo dominio cristiano, con la excepción del reino nazarí de Granada, que será conquistado por los Reyes Católicos en 1492.


El rey era la figura fundamental del gobierno, asesorado por la curia regia, compuesta por nobles y clérigos. Con el paso del tiempo se incorporan otras figuras especializadas: mayordomo, alférez, etc. En el Siglo XII surgen las Cortes o Parlamentos, al incorporarse a la curia el grupo que representa a las ciudades, miembros de la oligarquía urbana (grupos medios urbanos que detentan el poder municipal). Ante situaciones graves el rey convocaba las Cortes que se agrupaban en estamentos o brazos: la nobleza, el clero y el estado llano o ciudades. En la Corona de Castilla se impuso una monarquía autoritaria ya que el rey tenía mayor poder y apenas convocaba a las Cortes que se limitan a tareas consultivas o aprobación de subsidios, pero no tenían facultades legislativas. La Audiencia o Chancillería el órgano encargado de impartir justicia. En los municipios los Concejos gozaban de cierta autonomía, pero con el crecimiento de las ciudades surgíó el cargo de corregidor, representante del rey en los municipios. Al final de la Edad Media , se produjo un fortalecimiento de la monarquía frente a nobleza y clero. La nobleza intentó rebelarse contra esta autoridad, quedando marcada la vida política de los siglos XIV y XV por luchas nobiliarias en su intento por controlar a los reyes castellanos. La organización política de la Corona de Castilla se fue consolidando con la creación de nuevas instituciones. El poder monárquico castellano se consolidó gracias a una serie de medidas como la institucionalización del Consejo Real; las Cortes, que se caracterizan por su debilidad, pues tenían un carácter consultivo y se reunían solo a petición del monarca; las reformas en la administración de justicia, dirigidas desde las instituciones como la Audiencia o Chancillería; las modificaciones en la Hacienda, haciendo más eficaz la recaudación a partir de la creación de las contadurías, e introducíéndose nuevos impuestos como la alcabala y el creciente intervencionismo regio en los concejos a través de las figuras de los regidores y corregidores. 


La Corona de Aragón no era un estado unificado, sino una confederación de reinos (Aragón, Cataluña y Valencia) donde se impuso la monarquía pactista por la que el rey se comprometía ante las Cortes de cada uno de sus reinos a respetar sus leyes, usos y costumbres. El monarca contó con la ayuda del Consejo Real, común para todos los reinos, e integrado por representantes de cada uno. Las instituciones de la Corona de Aragón reflejaban su diversidad política: los virreyes, eran los representantes del rey en su ausencia; las Cortes, había una por cada territorio; las Diputaciones (una por cada territorio de la Corona), con el cometido de vigilar los subsidios otorgados al rey. Con el tiempo, adquirieron atribuciones políticas además de fiscales. Para defender los fueros del reino frente al autoritarismo real está el Justicia, un noble elegido por las Cortes. Los municipios estaban gobernados por asamblea de miembros de los tres estados, asesoraba a los concejales. El monarca se encontrará con una oposición para afianzar su posición debido al pactismo el cual el rey, debía jurar respeto a los fueros y privilegios de cada territorio. Con la elección de Fernando de Antequera como rey, llega al trono la dinastía Trastámara. La crisis política afectó a Aragón donde estallaron revueltas sociales (Busca, Biga, payeses de remesa) y Guerra Civil entre el rey (Juan II) + nobleza y clero catalanes. La estructura política de la Corona de Aragón se basaba en existencia de tres reinos (Aragón, Cataluña y Valencia) con distintas instituciones y leyes. Debilitó el poder real, el monarca se veía obligado a pactar sus actuaciones políticas con la nobleza. A esto se denomina pactismo. En cada reino existían unas Cortes, similares a las castellanas, y una Diputación General que podía actuar cuando no estaban reunidas las Cortes, y que se convirtió con el tiempo en un verdadero gobierno, sobre todo Cataluña (Generalitat). En cada reino había un virrey que dirigía la administración territorial. Con la gran expansión de los s. XII y XIII Castilla y Aragón aumentan sus territorios limitando las posibilidades de crecer a Navarra. Fue conquistada por Fernando el Católico en 1512. Entre las instituciones, cabría destacar el Consejo Real que asesoraba al rey, las Cortes que velaban por la conservación de los fueros y la Cámara de Comptos encargada de las finanzas reales. 


LOS REYES CATÓLICOS:


UníÓN DINÁSTICA

El matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón
(1469), herederos de las dos coronas de mayor peso e importancia de la Península, dió lugar al nacimiento de la Monarquía Hispánica.  Tras morir Enrique IV (1474), estalló en Castilla la guerra de sucesión castellana entre Isabel, que contaba con el apoyo de Aragón y de una parte de la nobleza y Juana, (hija de Enrique IV) apoyada por Portugal y otra arte de la nobleza. Tras ganar el conflicto Isabel I fue reconocida como reina de Castilla.  Ese mismo año murió Juan II y Fernando pasaba a convertirse en Fernando II, rey de la Corona de Aragón.
El proceso de unificación territorial se completa cuando en 1492 se produce la conquista del reino nazarí de Granada y en 1512 la incorporación del reino de Navarra, muerta ya la reina Isabel. La uníón de ambos reinos fue tan solo dinástica ya que cada reino siguió manteniendo sus leyes e instituciones, por lo que no se establecíó un Estado unificado. Sus objetivos, no obstante, eran comunes: el fortalecimiento del poder de la corona frente a los nobles, el dominio peninsular, y la unidad religiosa. Castilla desempeñó un papel hegemónico debido a su mayor potencia y dinamismo.

INSTITUCIONES DE GOBIERNO

Los Reyes Católicos establecieron las bases del Estado Moderno fortaleciendo su autoridad y disminuyendo el poder político de los estamentos privilegiados (monarquía autoritaria). Para reforzar su poder, crearon un ejército permanente y un cuerpo de diplomáticos que atendía la política exterior. Los reyes se apoyaron en funcionarios con formación jurídica perdiendo la aristocracia su influencia política. Además, reforzaron instituciones ya existentes:  El Consejo Real de Castilla se convirtió en el principal órgano de asesoramiento.
Los secretarios reales que intermediaban entre los reyes y los consejos.
Los virreyes que representaban a los reyes en los diferentes territorios. En Castilla se redujo el papel de las Cortes y solamente se convocaban para jurar al heredero o aprobar subsidios


Se reforzó la figura del corregidor que controlaba los municipios. El sistema judicial se escalónó:
corregidores a nivel local, Chancillerías o Audiencias a nivel regional y el Consejo Real de Castilla como instancia superior. Se creó la Santa Hermandad, que manténía el orden público en el ámbito rural; el Tribunal de la Inquisición (única institución común en ambos reinos) para perseguir la herejía.
En Aragón apenas hubo cambios institucionales, allí la Corona tenía mucho más limitada su autoridad por la nobleza, quedándose con un sistema político rígido, poco adecuado para un Estado moderno.
La unidad religiosa se concretó con la expulsión de los judíos y más tarde los mudéjares, siendo obligados a bautizarse o exiliarse. La importancia del 1492 viene dada por la gran trascendencia del descubrimiento de América.  En la Península, coinciden además la Conquista del Reino Nazarí  de Granada  y la expulsión de los judíos, con la que culmina la unificación religiosa.
GUERRA DE Granada fue el primer paso para conseguir la unidad territorial y religiosa. Los Reyes Católicos aprovecharon la debilidad y aislamiento del reino nazarí de Granada para intervenir militarmente y unificar los territorios cristianos bajo su dominio, expulsando definitivamente al islam. El conflicto tuvo lugar entre 1482 y 1492. La victoria final se debíó a la capacidad de mantener un ejército permanente, al uso de artillería, y a las tácticas que Fernando dirigíó personalmente.  La ciudad de Granada capituló el 2 de Enero de 1492. La capitulación, pactada con Boabdil, último rey nazarí, pone fin a la Reconquista, al incorporar a Castilla el último reducto musulmán. Las tropas cristianas sitiaron Granada y los Reyes Católicos entraron el 2 de Enero de 1492.

DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA

  La necesidad de buscar una nueva ruta hacia las Indias después de que la ruta tradicional quedara bloqueada por el Imperio turco, llevó a portugueses y a los castellanos, a lanzarse a la aventura por las especias orientales y otros productos de lujo. Cristóbal Colón, marinero probablemente genovés, presentó en Castilla su proyecto de llegar a Asía navegando hacia el Oeste através del Atlántico. En 1492 la reina Isabel accedíó a financiarlo, para ello firmaron las “Capitulaciones de Santa Fe”, en términos ventajosos para Colón (ganancias y títulos), entre otras cosas, los títulos de virrey y almirante, y el 10% de los beneficios que se obtuvieran. Colón partíó ese mismo año del puerto de Palos con una nao y dos carabelas. El 12 de Octubre de 1492 llegaron a San Salvador (Bahamas). En las siguientes semanas exploraron La Española (Haití/República dominicana) y Cuba. Colón realizó tres viajes más a los nuevos territorios y murió con la convicción de había llegado a Asía, a las proximidades de Japón, sin ser consciente de que había encontrado un continente desconocido en Europa: América.  La partición de las zonas de expansión y navegación entre Castilla y Portugal se acordó por el Tratado de Tordesillas (1494) por el que se establecía un meridiano de 370 leguas al oeste de las Islas de Cabo Verde que limitaba las dos zonas de influencia.  

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