Relación entre campesinos y nobles

La Europa medieval estaba formada por un rosario de reinos y estados, que tenían en común la religión cristiana y el feudalismo.
Tras la muerte de Carlomagno en el 814 se inició un periodo de gran inseguridad. En el S.IX pueblos invasores, como los vikingos o los normandos en el Atlántico y , los musulmanes por el Mediterráneo, los húngaros y magiares por el Danubio amenazaban sus fronteras.
Los siglos finales de la Alta Edad Media fueron momentos de crisis y pobreza. Los reyes, como no podían garantizar la seguridad, confían su defensa a los poderosos nobles locales, que les juraban fidelidad a cambio de ayuda militar. Los campesinos buscaron el amparo de los poderosos más cercanos, dándoles a cambio sus tierras y su trabajo. De este modo pasaron a depender de ellos. La tierra se concentra por tanto, en manos de obispos y nobles, que la acaban gobernando como si fueran de ellos. Esto originará el feudalismo, que es un sistema político, económico y social basado en dos tipos de relación de dependencia:
Por una parte la de vasallaje, que existía entre los grupos superiores (nobles y eclesiásticos), por la que los vasallos juraban fidelidad al rey a cambio de un feudo, que gobernarían a su antojo, administrando la justicia y recaudando impuestos.
Por otra parte, entre los señores y los campesinos se establecía una relación de servidumbre, estos últimos a cambio de protección, le entregaban sus tierras y trabajaban para el.

Sociedad feudal

Los reyes consideraban que su poder venía de Dios, por lo que tenían todos los poderes. Los nobles, sus vasallos, formaban el estamento superior y defendían a la sociedad, los clérigos o eclesiásticos rezaban, y los campesinos y artesanos, que eran la mayoría de la población, formaban el estamento no privilegiado, y trabajaban para abastecer a los otros dos grupos. Como veis era una sociedad piramidal, Papa, Emperador y Reyes. Nobles y Clérigos (con leyes propias y exención de tributos) y en la base la mayoría de la población.

Economía feudal


Era un mundo rural, en el que la riqueza se basaba en la posesión de la tierra. Los feudos o señoríos estaban en manos de un señor laico o eclesiástico. Se dividía en:

Reserva señorial


Era la residencia del señor, que el explotaba directamente. Eran las mejores tierras y las cultivaban siervos o campesinos libres.
Los mansos, que eran pequeñas superficies de tierra otorgadas o arrendadas por el señor a los campesinos, estos entregaban parte de la cosecha y realizaban trabajos en la reserva señorial ciertos días al año.
Las técnicas e instrumentos de labranza eran muy rudimentarios (arado romano, azada, hoz, guadaña, etc), con lo que los rendimientos obtenidos eran escasos.
Los nobles:
Los nobles tenían entre si lazos de dependencia personal, con contratos verbales o escritos entre dos personas libres, el vasallo y su señor. Este acto se hacía mediante una ceremonia, en la cual el vasallo se arrodillaba ante el señor y le prometía fidelidad, obediencia, ayuda militar y consejo, mientras que el señor se comprometía a darle protección militar y mantenimiento económico. Para ello le concedía un castillo y tierras de las que obtener rentas (los feudos).
Es por esto que los varones nobles se dedicaban a la actividad militar desde muy jóvenes ejercitándose en la caza, la equitación, y el manejo de las armas. A los 20 años se convertían en caballeros.
Las mujeres nobles se quedaban recluidas en el castillo educando a los hijos, dirigiendo a los criados, rezando y bordando.
Vivían en castillos, que servían de refugio para la población en caso de guerra.

El clero

La Iglesia aparte de predicar la doctrina cristiana y administrar los sacramentos, tenía  un gran prestigio político, por lo que aconsejaba a los reyes y señores Los quehaceres diarios estaban marcados por las campanadas de las iglesias, que eran la referencia para medir el tiempo. Incluso impónían las “treguas de Dios”, que eran períodos en los que no se podía luchar.
Eran los dueños de grandes feudos, y aparte recibían el décimo (diezmo)
De las cosechas, por lo que el alto clero (abades, obispos, etc.) vivían como señores feudales, mientras que el bajo clero apenas se distinguía del resto de la población..
Había división entre el clero secular formado por obispos y sacerdotes, y el regular, que eran los monjes y monjas que vivían en monasterios bajo la regla de cada orden.
Los monasterios se situaban en el campo, y eran además de lugares religiosos, centros económicos, sociales y culturales, en sus bibliotecas se copiaba y guardaba el saber de la época. Fueron muy importantes los de los benedictinos.

Los campesinos

La vida campesina era muy dura y miserable, desde los cuatro años los hombres comenzaban a colaborar en las tareas de la casa, a los 14 eran mayores de edad, y a los 16 o 18 se casaban con la muchacha elegida por su padre. La esperanza de vida no superaba los 40 años, y la mayoría eran analfabetos.
Las mujeres tenían mucha importancia en las tareas del campo y el hogar.
La mortalidad era altísima, y a veces las malas cosechas, las guerras y las epidemias diezmaban a la población.
Había villanos que eran persona libres que podían vivir donde quisieran, incluso cambiando de feudo, y siervos, que no podía abandonar el manso que cultivaban.


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