11.1 la crisis de 1808. La guerra de la independencia y los comienzos de la revolución liberal resumen


TEMA 11.1 LA CRISIS DE 1808. GUERRA DE INDEPENDENCIA Y LOS COMIENZOS DE LA Revolución LIBERAL



Introducción: CRISIS DEL Antiguo Régimen Y CRISIS DE LA Monarquía ESPAÑOLA.

El reformismo ilustrado entro en crisis a finales del Siglo XVII, en medio de las críticas de los antiguos estamentos privilegiados y de la indiferencia popular tras el poco éxito de los esfuerzos modernizadores y regeneracionistas.

Carlos IV sucedíó en el trono a Carlos III en 1788 y en 1789 estallo la Revolución Francesa, generando una crisis de modelo de gobierno en Europa. Los primeros consejeros de Carlos IV eran de ideas ilustradas pero no cuestionaban el carácter absolutista de la monarquía.

En ese momento, al frente del gobierno se encontraba el ilustrado conde de Floridablanca, que freno las tenidas reformas y cerró las fronteras con Francia para evitar que entrasen las ideas revolucionarias.

Tras la Constitución francesa de 1791, el Gobierno español adopto una postura más conciliadora con Francia bajo la dirección del conde de Aranda, quien fue sustituido por Godoy tras la proclamación de la República.

Además de los problemas con el exterior, se dio en España una crisis económica y social. Se produjo un estancamiento de la producción agraria y la Hacienda Pública vio disminuir sus ingresos sin lograr sus objetivos y disgustando a la Iglesia.

Tras la ejecución en la guillotina de Luis XVI en 1793, Carlos IV declaro la guerra a la República Francesa. Este conflicto, conocido como guerra de Convencíón se dio en los territorios catalanes, vascos y navarros.

El ejército español dirigido por el general Ricardo obtuvo algunas victorias y ocupo parte del Rosellón pero en 1794 el ejército español fue derrotado y las tropas republicanas francesas ocuparon parte de la actual provincia de Girona y zonas fronterizas de Guipúzcoa y Navarra.

Tras esta situación, se llego a la paz, firmada en Basilea en 1795, dando paso a trece años de acuerdos entre Francia y España, uníéndose en diferentes alianzas para luchas contra Gran Bretaña y Portugal principalmente. En estas guerras, la armada española sufríó importantes reveses como la batalla de Trafalgar en 1805.

Uno de los acuerdos entre España y Francia fue el Tratado de Fontainebleau (1807), firmado por Godoy y Napoleón, cuyo objetico era repartirse Portugal. Para llevar a cabo esta conquista, numerosos contingentes de tropas francesas entraron por los Pirineos. Al asentarse en las principales ciudades españolas se puso de manifiesto el verdadero plan de Napoleón: ocupar toda la Península y firmar  un reino independiente del que su hermano José seria el monarca.

Ante esta situación, Godoy convencíón a la familia real para trasladarse a Sevilla y huir a América en casa de que fuese necesario. Este plan de Godoy ofendíó a gran parte de las cortes, quienes junto al príncipe de Asturias, Fernando, produjeron un motín popular (Motín de Aranjuez) en el mes de Marzo de 1808, saldándose con la ocupación violenta del palacete de Godoy.

Este motín provoco la caída de Godoy y obligo a Carlos IV a abdicar en forma de su hijo Fernando, quien en ese mismo mes asumíó el trono con el nombre de Fernando VII. Estos hechos expusieron la debilidad de la monarquía española, resumiendo el arbitraje de Napoleón, mientras España se encontraba ocupada por Francia.

Ante este panorama Napoleón aceleró y convocó a Carlos IV y Fernando VII en Bayona, donde los forzó a abdicar a favor de su hermano José Bonaparte (abdicaciones de Bayona).

Al producirse estas abdicaciones, una asamblea de notables españoles aprobaban en esa ciudad una carta otorgada (Estatuto de Bayona) otorgada por Napoleón, proclamando a José I rey legitimo de los españoles.

Un grupo de ilustrados españoles colaboraron con José I al ver la oportunidad de sacar a España del vacío de poder en el que se encontraba y para llevar a cabo ciertas reformas ilustradas y liberales que no se pudieron llevar en décadas anteriores. Recibieron el nombre de afrancesados.

DESARROLLO DE LA GUERRA:

A)     Inicio de la guerra de Independencia:

El 2 de Mayo de 1808 se produjo un alzamiento popular en Madrid cuando abandonaban la corte los últimos miembros de la familia real y de la Junta de Gobierno que encabezaba el infante Antonio Pascual. La sublevación se extendíó a otras ciudades españolas.

Los sublevados no aceptaban al nuevo rey, y ante la ausencia de poder legitimo, se dispusieron en todos los territorios y ciudades españolas juntas provinciales de defensa, integradas por habitantes de los municipios o instituciones diversas que constituyeron un poder paralelo de la nueva monarquía.

Para organizar el levantamiento militar contra las tropas francesas se creó la Junta Supremo Central.

En 1810, ante las derrotas sufridas, la Junta se refugió en Cádiz , donde fueron convocadas unas Cortes, que tuvieron vigencia hasta 1814 y que establecieron un régimen liberal de monarquía constitucional, sobre todo tras la aprobación de la Constitución de 1812, indicándose una revolución política liberal.

B)    Etapas

: Primera ( verano 1808 hasta finales 1808)


En el verano de 1808 se produjo una reacción popular y los generales franceses establecieron un plan para acabar con la resistencia. Para ellos tuvieron que someter ciudades que habían proclamado su independencia como Girona, Zaragoza o Valencia. En Andalucía, un cuerpo de ejército dirigido por el general Castaños vencíó a las tropas francesas junto a la ciudad de Bailen (Julio de 1808) lo que obligo a José I a abandonar Madrid.

·Segunda etapa (finales de 1808 hasta 1812)


Supuso el control francés del territorio. Napoleón audio con un numeroso ejercito y vencíó a las tropas españolas.

Mientras tanto, los partidos de guerrillas tenían el jaque a las unidades militares y asentaban continuos golpes. Durante tres años el ejército francés sufríó una terrible guerra de desgaste frente a las guerrillas donde destacaron figuras como Espoz y Mina, el aura Merino o el Empecinado.

Las tropas francesas controlaron todas las grandes ciudades excepto Cádiz, aunque no se impusieron en zonas rurales.

·Tercera etapa (de 1812 a finales de 1813)

Esta etapa viene marcada por una importante ofensiva Británica. En 1812, un ejército británico dirigido por el general Wellington, desembarco en Portugal e inicio una larga guerra contra los franceses, a los que vencíó en Arapiles. Persiguió a las unidades que protegía la huida de José I y los derroto en Vitoria y San Marcial. A finales de 1813 se acabo a la guerra con la firma del Tratado de ValenÇay.

La participación británica y el desgaste producido por las guerrillas provocaron la derrota de Francia, que también estaba siendo diezmada a otros puntos de Europa.

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