Hegemonía de Europa

7.3 LOS PROYECTOS DE REFORMA DE OLIVARES


En los primeros años del reinado de Felipe IV (1621-1665), y gracias a la gran inteligencia política de su valido, el conde-duque de Olivares; este va a poder acaparar todo el poder, agrandar su patrimonio y recuperar el prestigio de la monarquía y su posición hegemónica en Europa, sólo si subordina los intereses particulares y de política interior a los de la política exterior de la monarquía en Europa. La diversidad interior de la Monarquía Hispánica era un obstáculo para un gobierno eficaz, pero Olivares en El Gran Memorial (1624) propone algunas soluciones. El proyecto puede resumirse en el aforismo, que implica la uniformización de las leyes e instituciones de sus reinos siguiendo el modelo de Castilla, en el que se veía reforzada la autoridad del rey. Para llevar a cabo los planes, Olivares puso en marcha reformas administrativas para acabar con corruptelas y aumentar los recursos económicos de la monarquía. También sabía que esto llevaría mucho tiempo por lo que puso en marcha otro segundo proyecto (1626) menos ambicioso conocido como la Uníón de Armas de Olivares que obligaba a todos los reinos a defender la monarquía. Propónía la creación de un ejército permanente compuesto por hombres de cada reino en función de su población y riqueza. En Madrid la Uníón de Armas fue muy bien recibida pero en el resto de estados castellanos resultó ser al contrario ya que sabían que su aceptación supondría una violación de sus fueros y ruptura de sus estrictas reglas sobre reclutamiento y uso de tropas. Lo que más rechazo generó fue el descubrimiento de las intenciones ocultas del plan de Olivares, y supuso gran parte de la responsabilidad del estallido de la crisis de 1640. Las derrotas de la monarquía en la Guerra de los 30 años y las rebeliones de Cataluña y Portugal acabaron con el valimiento de Olivares.



7.4 LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS Y LA PÉRDIDA DE LA HEGEMONÍA EN Europa EN FAVOR DE Francia


En los primeros años del reinado de Felipe IV (1621-1665), se abandona el pacifismo no renovando la tregua de los 12 años con las Provincias Unidas y entrando del lado católico en la Guerra de los 30 años (s.XVII) que sucederá en territorios del Sacro Imperio. Su detonante son las divergencias religiosas del Sacro Imperio y las poderosas motivaciones políticas. De esta guerra se dilucida un nuevo orden europeo fruto del enfrentamiento entre la dinastía Borbón de Francia y la dinastía Habsburgo de España y el Imperio. En los primeros años, los Habsburgo llevaron la iniciativa manteniendo el dominio sobre los territorios alemanes y sobre el camino español y con acontecimientos como la toma de Breda. Con la entrada de Suecia a favor de los protestantes se conquistó Baviera, más tarde entró Francia tras la victoria en Nordlingen (1634) gracias a la alianza de los Habsburgo de Madrid y Viena. La entrada francesa es definitiva produciendo un giro contra los Habsburgo, los holandeses recuperan Breda (1637) y la armada española es destruida (1639). El Tratado de Westfalia (1648) pone fin a la Guerra y la Monarquía Hispánica reconocíó la independencia de las Provincias Unidas. La paz de los Pirineos (1659) pone fin a la guerra con Francia y Felipe IV les concede los territorios de Rosellón y Cerdaña ademas de acordarse la boda de la infanta María Teresa con Luis XIV de Francia. La independencia de Portugal llegaría en 1668 durante el reinado de Carlos II. Tras Westfalia, Pirineos y la pérdida de Portugal, la hegemonía europea se traslada a Francia y se hace evidente el declive de la monarquía Hispánica que tocará fondo al final del reinado de Felipe IV.


7.5 LAS REBELIONES DE CATALUÑA Y Portugal EN 1640


Del memorial secreto de Olivares para Felipe IV en 1624, la medida más polémica fue la Uníón de Armas, que obligaba a todos los territorios a compartir de manera proporcional los esfuerzos de guerra con hombres e impuestos. La respuesta fue airada en todas partes, especialmente en Cataluña y Portugal. Al entrar Francia en la Guerra de los Treinta Años (1635), España concentró tropas en la frontera catalana, lo que acabaría originando un alzamiento popular y violento contra los tercios en 1640. Tras la entrada de los segadores en Barcelona el día del Corpus, el 7 de Junio del mismo año el alzamiento dio lugar a la muerte del virrey y la persecución y huida de las autoridades reales. La Generalitat constituyó un “nuevo gobierno”, sustituyendo las Cortes por una Junta. En respuesta a Olivares y con la ayuda de los franceses, los catalanes derrotaron al ejército castellano en la batalla de Montjuic en Enero de 1641 y en 1642 ocuparon Lérida y el Rosellón. A pesar de esto, la rebelión no contaba con el apoyo de todos y la ocupación francesa gustaba incluso menos, lo que facilitaría la conquista de Cataluña por las tropas de Felipe IV en 1652. La secesión de Portugal se inició en Diciembre de 1640 aspirando a recuperar colonias y mercados con una política propia. Las guerras “españolas” perjudicaban a Portugal, la presencia de castellanos en el gobierno de su reino generaba descontento y sobre todo, la presión fiscal impuesta por Olivares por lo que la rebelión se extendíó rápidamente. Al no haber tropas españolas en Portugal, los rebeldes se apoderaron fácilmente del país y proclamaron rey de Portugal al duque de Braganza resultando definitiva la derrota española en Villaviciosa en 1665. La independencia no se reconocíó hasta el Tratado de Lisboa (1668) tres años después de la muerte de Felipe IV. También sería desarticulada una conspiración que intentaba crear una Andalucía independiente bajo la corona del duque de Medina-Sidonia.



7.6 Carlos II Y EL PROBLEMA SUCESORIO


Carlos II (1665-1700) llega al poder con 4 años, por lo que su madre, Mariana de Austria, gobernará como regente repartiendo el poder entre hombres de su confianza, primero al padre Nithard y después a Fernando de Valenzuela. El excesivo poder de estos validos resultará en un bando opuesto liderado por Don Juan José de Austria, hijo ilegítimo de Felipe IV, que contará con el apoyo de buena parte de la aristocracia y de Aragón, desalojando a Valenzuela en 1677. A partir de 1680 con Carlos II mayor de edad llega la segunda fase donde cede el poder al duque de Medinaceli primero, al conde de Oropesa después. Ambos llevaron a cabo una acertada política financiera de adecuación de impuestos y contención del gasto público que acabará con la crisis del XVII y pondrá las bases de la recuperación del XVIII. En política exterior, se reconoce la independencia portuguesa, se produce desinterés hacia Europa, América y las posesiones del Mediterráneo occidental favoreciendo la política agresiva de Luis XIV que arrebatará a España varias plazas fronterizas, Luxemburgo y el Franco Condado. Mientras Francia emergía como la indiscutible potencia europea, la monarquía Hispánica quedaba relegada a un segundo plano en el escenario internacional. A partir de 1697, dos candidatos se disputaban el trono español: el archiduque Carlos de Habsburgo, y Felipe de Anjou, designado heredero en el último testamento de Carlos II que murió en Noviembre de 1700. La muerte sin descendencia de Carlos II provocó la Guerra de Sucesión (1701-1713) al trono español en la que al conflicto interno se superpondrá un conflicto europeo general. La Paz de Utrecht en 1713 significó el fin del Imperio español en Europa.


7.7 LA CRISIS DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICA


El siglo XVII es un periodo de estancamiento demográfico ya que finaliza con la misma población con la que se había iniciado. La crisis demográfica fue especialmente Extremadura y Aragón). Algunas causas son epidemias, como la peste en Sevilla (1647), la expulsión de los moriscos (1609) especialmente importante en Valencia y Aragón, frecuentes guerras o la emigración a América. Todos los sectores económicos se vieron afectados como el agrícola sacudido por malas cosechas y la expulsión de los moriscos expertos en cultivos, el ganadero o el artesanal ambos perjudicados seriamente por las guerras. En cuanto al comercio, solo el marítimo y las grandes ciudades alcanzaban niveles aceptables ya que el resto de comercio interior estaba afectado por aduanas interiores y ausencia de moneda. Más tarde esta ultima actividad se vería reducida por factores como la competencia francesa en el Mediterráneo y la competencia inglesa y holandesa en el Atlántico. Otra consecuencia de la crisis comercial fue la disminución de la circulación monetaria. La situación empeoró por la incorrecta política de los gobiernos de la Corona, que envilecía la moneda, aumentaba impuestos, vendía de títulos y cargos, etc. Todo ello provocó una polarización de la sociedad en la que los pobres se hacían más pobres y los ricos más ricos, acabando en diferencias estamentales más pronunciadas entre clero, nobleza, marginados, etc. A partir de 1680 cesan los aspectos más duros de la crisis y se pone rumbo a la recuperación del Siglo XVIII gracias a las acertadas medidas de los ministros de Carlos II poniendo bases a la expansión demográfica y económica.



8.1 DEL HUMANISMO A LA CONTRARREFORMA


El Humanismo, introducido en la península durante el reinado de los Reyes Católicos y Carlos I, es una corriente intelectual nacida en Italia que se interesará por la posición del ser humano en el mundo y la revisión y recuperación del saber de la antigüedad clásica. Tiene un gran desarrollo en el primer cuarto del Siglo XVI con Juan Luis Vives o Antonio Nebrija como representantes. Las universidades al igual que la imprenta jugarán un papel fundamental en la difusión de estas ideas y poco a poco se irá reemplazando el latín por el español como lengua de escritura. Erasmo de Rotterdam propuso una purga de todos los males de la iglesia pero más tarde estalló la Reforma Luterana y se produjo la ruptura de la iglesia en católicos y protestantes. La aparición de estos últimos cortó de raíz el Humanismo en la península. Felipe II será el más firme defensor de la ortodoxia católica y la Monarquía Hispánica la principal adalid contra los protestantes. A esto sumamos en 1540, la creación de la Compañía de Jesús por Ignacio de Loyola funda siendo uno de los principales instrumentos difusores de la ideología contrarreformista. La Inquisición se convirtió en un instrumento totalitario con herramientas de control desde censura hasta ajusticiamientos. El miedo a esta institución convertirá a la sociedad española en la más rígida defensora de la ortodoxia católica. La sociedad española quedará al margen de la revolución científica del Siglo XVII tachando despectivamente a los científicos innovadoras lo que provocará la entrada en una decadencia.


8.2 Renacimiento Y Barroco EN LA LITERATURA Y EL ARTE


Con Carlos I entra el Renacimiento italiano en España, un movimiento cultural basado en modelos de la antigüedad clásica. El Siglo XV finaliza con la publicación de una obra magna, La Celestina de Fernando de Rojas, otras aportaciones importantes son Garcilaso de la Vega y Juan Boscán, ambos en el campo de la poesía. En cuanto a la novela aparece el género picaresco con el Lazarillo de Tormes o la creación de grandes místicos como Juan de la Cruz, o Fray Luis de León. En arquitectura destacan obras maestras como la fachada de la universidad de Salamanca de estilo plateresco, el Palacio de Carlos V en la alhambra de estilo clásico renacentista o sobre todo, el monasterio del Escorial, obra de Juan de Herrera. El Greco inaugurará el periodo más glorioso de la pintura española culminante en el XVII, siglo representado por la cultura barroca en la que los poderosos la usaban como instrumento de dominación ideológica. La primera mitad del Siglo XVII es innegablemente la cumbre del Siglo de Oro con obras como la primera parte del Quijote de Cervantes (1605) en novela, La vida es sueño de Calderón de la Barca en teatro o El Buscón de Quevedo en poesía. El arte Barroco estuvo profundamente mediatizado por la iglesia y el pensamiento religioso. En arquitectura encontramos autores como Gómez de Mora autor de la Plaza Mayor de Madrid. En escultura sobresalen escultores como Gregorio Fernández con su Cristo yacente del Pardo, representante de la escuela castellana. En pintura habrá grandes pintores como Bartolomé Esteban Murillo (La sagrada familia del pajarito) y sobre todo, Diego Velázquez, uno de los mejores pintores de la historia.



9.1 CAMBIO DINÁSTICO Y GUERRA DE SUCESIÓN


Antes de morir sin descendencia Carlos II (1700) nombra a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV como heredero al trono, pero los Habsburgo rechazan la legitimidad del testamento y proponen al archiduque Carlos como alternativa. Finalmente llega Felipe V al poder pero la injerencia de Luis XIV en la política española provoca la firma de la Gran Alianza entre Austria, Inglaterra, Holanda y Portugal que declaran la guerra a Francia y Felipe V. En la península acaba convirtiéndose en una Guerra Civil donde Castilla apoya a los Borbones a favor de una política más centralista y Aragón a los Habsburgo para el respeto de los fueros. La guerra comienza en 1704 con la toma de Gibraltar por los británicos, en 1706 el archiduque es proclamado rey de los reinos de la Corona de Aragón e intenta tomas Madrid pero en 1707 los Borbones recomponen filas en la batalla de Almansa recuperando Valencia y Aragón. En Europa, tras la muerte del emperador alemán (1711) cambió la situación de forma que se favorecería la negociación de paz resultando en el tratado de Utrecht. Algunas de las resoluciones más importantes son el reconocimiento de Felipe V como rey de España sin que se uniera con Francia, la entrega de los territorios europeos de España al Imperio Austriaco y la retención de Gibraltar y Menorca por Inglaterra. En Cataluña y -baleares la guerra se prolongó hasta 1714. Quedaron entonces tres potencias en Europa, Francia y Austria como continentales e Inglaterra, siendo España relegada a potencia de segundo orden. Los dos primeros Pactos de Familia con Francia ( 1733 y 1743) permitirán recuperar territorios en Italia pero un tercer Pacto en 1761 hará entrar en la guerra de los 7 años a España donde perderá Florida y Sacramento.



9.2 LAS REFORMAS INSTITUCIONALES
El absolutismo es la fórmula política que implanta la nueva dinastía borbónica en España por el que el monarca poseía un poder casi ilimitado. Ésto produjo levantamientos que acabarán en la centralización legal y administrativa de la monarquía en Madrid. Se implantaron los Decretos de Nueva Planta que suprimirán los fueros imponiendo la uniformidad y las leyes de Castilla. Mas tarde se reforzará el poder administrativo creando las Secretarías de Despacho desplazando a los Consejos, eliminando las Cortes excepto las de Castilla, la división en provincias bajo la figura del intendente que actuaba como delegado del gobierno, creación de una Audiencia por provincia, el nombramiento de un Capitán General de funciones militares y el gobierno municipal gobernado por regidores. Los Borbones heredarán problemas de Hacienda como falta de orden y gran déficit pero conseguirán un saneamiento gracias a la reducción de guerras y un aumento de ingresos por parte de Aragón. La Contribución Única de Fernando VI acabará con los tipos de impuestos apoyándose en el Catastro de Ensenada aunque acabaría fracasando por las resistencias. Con Carlos III (1759-1788) se aumentará el control administrativo sobre autoridades americanas y se excluirá a los criollos de cargos públicos reservándolos para españoles. También nacerán el Virreinato de la Nueva Granada (1739), el del Río de la Plata (1777) y la Capitánía General de Venezuela (1777). Se implanta una nueva política regalista que sitúa al clero al servicio del Estado. Fernando VI firma el Nuevo Concordato (1753) permitiendo así el Patronato regio Universal. Carlos III expulsará a los jesuitas (1767) tras el Motín de Esquilache.



9.3 LA ECONOMÍA Y LA POLÍTICA ECONÓMICA


Carlos III es el mejor representante del Despotismo Ilustrado en España, en el que el rey impulsaba reformas hacia el progreso y el bienestar. El rey se rodeará de ministros reformistas buscando la mejora económica pero sin cuestionar bases políticas, jurídicas y sociales del Antiguo Régimen. El Siglo XVIII es un periodo de recuperación demográfica desde 7 millones en 1715 hasta 11 millones en 1787 principalmente en Cataluña y Valencia debido a una reducción de las guerras y desaparición de peste. La agricultura estaba atrasada técnicamente y tenía unos rendimientos muy escasos, resultando en una agricultura de autoconsumo sin excedentes además de unos altos costes de transporte que provocaban desabastecimiento especulación y hambre. Otro gran problema es que la mayor parte de tierras pertenecían a los privilegiados y no se podía comprar ni vender. Todos los intentos de mejora fracasaron por la oposición de los privilegiados. La artesanía carecía de medios de mejora sumado a la pobreza suficientemente grande como para no promover mejoras. Se desarrolló una política proteccionista limitando las importaciones y creando Manufacturas para producir lo que no se importaba. Cataluña duplicó su población en el Siglo XVIII y Barcelona casi la triplicó. Económicamente el Principado se situaba a la cabeza industrial de España con el uso de algodón y productos destinados a la exportación. El comercio interno estaba dificultado por la escasa red de caminos y numerosas aduanas siendo el comercio exterior mucho más importante. La medida mas relevante fue el decreto de libre comercio colonial de 1778.


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